En mis archivos figura otro suceso insólito, protagonizado también por Cristóbal Colón. !Quién lo hubiera imaginado! ¿Siguieron los ovnis el histórico primer viaje descubridor? Así parece, a la vista de lo escrito por el Almirante en su cuaderno de navegación, y sobre todo, a raíz de los estudios del español Manuel Audije. que fuera oficial de la Armada. Empecemos por el principio. En el citado diario de Colón, con fecha 11 de octubre de 1492, jueves, puede leerse: "A las 10 horas de la noche se vio tierra. Era como una candelita de cera que se alzaba y levantaba". Colón la vio, y después de verlo él la vio su repostero Pedro Gutiérrez. "Intentó Colón mostrársela a Rodrigo Sánchez de Segovia, Veedor del Rey y de la Reina, pero éste no consiguió verla" .
La cuestión es que esta noticia le valió al Almirante la bonita suma de 10.000 maravedíes como pensión anual, recompensa establecida por los Reyes Católicos para el primer hombre que avistara tierra al otro lado de la mar océana. Colón, aportando testigos, terminó por arrebatar el honor, el dinero y hasta el jubón de seda que él mismo había prometido de su bolsillo, para ese primer miembro de las tripulaciones que viera tierra, a Rodrigo de Triana.. Colón, sin embargo, no mintió. No hay razón para pensar que el Almirante o su repostero o cualquier otro tripulante de la Santa María no vieran realmente esa enigmática luz en la noche del once de octubre, víspera del descubrimiento. De igual manera, según los estudios de Audije. nadie en la carabela de Colón podía alcanzar a ver tierra a esa hora de la noche. Veamos por qué:
Imagen 2: La "Santa María" se encontraba a más de 80 kilómetros cuando avistaron la extraña "luz".
1. Desde las diez de la noche del jueves hasta las dos de la madrugada del viernes, 12 de octubre, las tres carabelas navegaron a razón de 12 millas por hora, aproximadamente, según consta en el referido cuaderno de bitácora de Colón. Es decir, en esas cuatro horas hicieron 48 millas (italianas).
2. A las 02 horas de esa madrugada del viernes, la Pinta -que encabezaba la línea de fila- avistó la tierra, estimando que la costa se hallaba a dos leguas. "En mi opinión -explica Audije- es lícito pensar que la Santa Maria (en la que navegaba Colón) seguía aguas a la Pinta, a una distancia de no menos de dos millas" .
3. De acuerdo con estos datos y equivalencia puede estimarse que en el momento de gritar" !Tierra!", la Santa María se encontraba a dos leguas y media de la costa que tenía por la proa.
4. En otras palabras, cuando Colón y otros hombres vieron la extraña luz, la Santa Maria estaba a 14.5 leguas de tierra. Es decir, 80,5475 kilómetros.
Imagen 4: Nadie en la carabela de Colón podía alcanzar a ver tierra a esa hora de la noche.
Estos 80 kilómetros estaban siendo navegados por las tres carabelas a lo largo del paralelo que pasa por la isla avistada: la conocida hoy por San Salvador y en aquel entonces por Guanahaní. Pues bien, dicha isla tiene una extensión de 15 kilómetros cuadrados y por ella discurre el trazo del paralelo 24 grados N. Efectuados los correspondientes cálculos matemáticos, el oficial de la Armada Española llegó a la siguiente conclusión: la luz avistada por Colón y su gente tenía que estar a la altura mínima de 425 metros. Si tenemos en cuenta que la Isla de Guanahaní tiene colinas, sí, pero que la más alta no supera los 43 metros, ¿a qué conclusión podemos llegar? ¿Qué fue lo que vieron desde la Santa Maria?
En aquel tiempo, ni Colón ni el resto de la marinería conocían las dimensiones del planeta. Para el Almirante, aquella luz fue un hecho objetivo y manejada por alguien. Su razonamiento fue correcto pero se equivocó en algo: la luz en cuestión no podía estar en tierra. Ochenta kilómetros, además, es una distancia excesiva como para distinguir una hoguera situada en cualquier punto de la costa. La vieja polémica parece aclarada en favor de Juan Rodríguez Bermejo, alias Rodrigo de Triana. Fue él, y no Colón, quien vio tierra por primera vez. Lo observado por el Almirante a las diez de la noche del 11 de octubre de 1492 fue otra cosa...
Fotos: IVÁN BENíTEZ
www.planetabenitez.com
www.jjbenitez.com