De acuerdo con documentos publicados por el portal de internet Wikileaks, militares estadounidenses asignados a puestos de control en Irak asesinaron a 680 civiles inocentes, entre ellos 30 niños.
Una investigación minuciosa sobre las violaciones cometidas por soldados estadounidenses en Irak, denunciadas recientemente en documentos publicados por el portal de internet Wikileaks, fue recomendada a Estados Unidos por el Ministerio ruso de Relaciones Exteriores.
"Por supuesto un estudio detallado es necesaria concerniente la aparición de testimonios sobre los asesinatos de civiles inocentes, las torturas y los abusos contra prisioneros, hechos de los cuales el mando militar norteamericano era consciente, según los medios", indicó la diplomacia rusa en un comunicado.
"Las autoridades de Estados Unidos tienen la obligación de llevar cabo una investigación minuciosa, independiente y transparente sobre todas las informaciones publicadas por los medios", continúa el texto.
Militares estadounidenses asignados a puestos de control en Irak han asesinado a 680 civiles inocentes desde que la nación norteamericana invadió al país del Golfo Pérsico en 2003, entre ellos 30 niños, según revelan algunos de los documentos filtrados por el sitio digital WikiLeaks el pasado viernes, que han desatado un escándalo internacional con quejas de Washington y dudas desde Bagdad.
Los marines del país norteamericano, que tenían la orden de disparar contra todo vehículo que no se detenga en esas alcabalas, mataron casi seis veces más civiles que miembros de la resistencia.
Supervivientes de los hechos han relatado que las tropas de invasión estadounidenses abrieron fuego en reiteradas oportunidades sin previo aviso.
Uno de los casos que incluye la extensa carpeta de archivos hecha pública por WikiLeaks sucedió el 14 de junio de 2005, cuando marines de Estados Unidos dispararon repetidamente contra un vehículo ocupado por 11 civiles que no se detuvo en el control de Ramadi, al oeste de la capital, Bagdad. La acción de los uniformados mató a siete personas, incluidos dos infantes.
El Bureau of Investigative Journalism analizó para la emisora de TV británica Channel 4 un conjunto de documentos. Al final, el grupo de investigadores concluyó que 832 personas murieron y 2 mil 200 resultaron heridas entre 2004 y 2009 en las zonas cercanas a estos puestos de control.
Del total, 681 muertos por armas de fuego eran civiles no involucrados en la guerra, 120, miembros de la resistencia contra la invasión y el resto policías y soldados iraquíes, indican los datos, procedentes del propio Ejército estadounidense.
Pero las fuerzas de ocupación también se han excedido en ataques desde helicópteros.
Por ejemplo, en febrero de 2008, en la provincia de Salahuddin, al norte de Bagdad, militares de Estados Unidos abrieron fuego contra un grupo de niños que recogía leña para la calefacción de sus hogares. El ataque fue perpetrado desde un helicóptero Apache porque los efectivo creyeron que estaban colocando minas en una carretera.
De acuerdo al parte militar, un niño de 13 años murió por los disparos y los otros cinco huyeron asustados.
Los marines del país norteamericano, que tenían la orden de disparar contra todo vehículo que no se detenga en esas alcabalas, mataron casi seis veces más civiles que miembros de la resistencia.
Supervivientes de los hechos han relatado que las tropas de invasión estadounidenses abrieron fuego en reiteradas oportunidades sin previo aviso.
Uno de los casos que incluye la extensa carpeta de archivos hecha pública por WikiLeaks sucedió el 14 de junio de 2005, cuando marines de Estados Unidos dispararon repetidamente contra un vehículo ocupado por 11 civiles que no se detuvo en el control de Ramadi, al oeste de la capital, Bagdad. La acción de los uniformados mató a siete personas, incluidos dos infantes.
El Bureau of Investigative Journalism analizó para la emisora de TV británica Channel 4 un conjunto de documentos. Al final, el grupo de investigadores concluyó que 832 personas murieron y 2 mil 200 resultaron heridas entre 2004 y 2009 en las zonas cercanas a estos puestos de control.
Del total, 681 muertos por armas de fuego eran civiles no involucrados en la guerra, 120, miembros de la resistencia contra la invasión y el resto policías y soldados iraquíes, indican los datos, procedentes del propio Ejército estadounidense.
Pero las fuerzas de ocupación también se han excedido en ataques desde helicópteros.
Por ejemplo, en febrero de 2008, en la provincia de Salahuddin, al norte de Bagdad, militares de Estados Unidos abrieron fuego contra un grupo de niños que recogía leña para la calefacción de sus hogares. El ataque fue perpetrado desde un helicóptero Apache porque los efectivo creyeron que estaban colocando minas en una carretera.
De acuerdo al parte militar, un niño de 13 años murió por los disparos y los otros cinco huyeron asustados.
teleSUR-Afp/MFD