Parecía que nunca iba a llegar, pero la insumisión ya está en Israel. Y no sólo eso, sino que cada año se organiza mejor, algo que preocupa a los jefes del ejército y al gobierno.
Las autoridades hasta ahora adoptaban la política del avestruz. Temían que combatir abiertamente la insumisión, la objeción de conciencia y las deserciones, fuera contraproducente y en lugar de disminuirlas provocara un efecto llamada.
Sin embargo, el fiscal general del Estado, Meni Mazuz, ha decidido tomar cartas en el asunto después de que el año pasado el 28% de los jóvenes consiguieran, muchos mediante subterfugios, evadirse del servicio de armas.
Mazuz responde a una petición del ejército dirigida específicamente contra "Perfil Nuevo", una organización que aconseja a los reclutas sobre los métodos más eficaces para eludir el servicio.
La organización ha establecido una serie de estrategias que sirven a los reclutas para alegar ante los médicos militares enfermedades de todo tipo que son difíciles de diagnosticar y que automáticamente liberan de las armas a quienes las padecen.
Este fenómeno es nuevo en Israel, pero se extiende con una mancha de aceite en una sociedad donde está muy mal visto todo aquel que no ha cumplido los tres años de mili que tocan a los varones y los dos que corresponden a las mujeres. Presión social
La presión sobre los insumisos es tal, que M., un joven que se negó a ingresar en el ejército hace tres años ha recomendado a sus hermanos menores que no sigan sus pasos para no ser señalados durante toda la vida por amigos y conocidos.
Israel se venga de los insumisos de muchas maneras. Por ejemplo, existen urbanizaciones en las que no se puede comprar una casa si no se ha pasado por el ejército. Esta singular norma, que deciden los propios vecinos, estaba dirigida en un principio contra los árabes, que no hacen el servicio, pero ahora también se aplica a los judíos.
La página de "Perfil Nuevo" alardea de ofrecer "información detallada y fiable sobre los procedimientos que permiten obtener la exención del servicio militar", así como "apoyo moral" a quien opte por este camino.
El fiscal sospecha que "Perfil Nuevo" está contribuyendo a que los jóvenes obtengan la exención militar "fraudulentamente", algo que está penado por la ley.
De hecho, la ley considera que es delito "incitar a la insumisión". Las autoridades nunca habían procesado a nadie, así que Perfil Nuevo será la primera organización que tendrá que defenderse ante los jueces de tal acusación.
En su página, "Perfil Nuevo" aconseja a los jóvenes lo que deben decir a los médicos para ser calificados como enfermos mentales acogiéndose a la sección denominada ‘perfil 21’ que exime a ciertos reclutas del servicio.
http://www.publico.es/internacional...
Los soldados israelíes insumisos son muy escasos. En la primera guerra de Líbano hubo 130. En la primera intifada, 165. En la segunda intifada no llegaron a dos docenas.
Y en la segunda guerra de Líbano (2006) sólo hubo uno. Estas cifras no incluyen a los soldados que pactan con sus jefes no ser destinados a los territorios ocupados o al frente, sino a otras posiciones más tranquilas dentro de Israel. Por su escasez, el número de insumisos en Israel no admite comparación con la mayoría de los países occidentales.
El perfil del insumiso es “varón, nacido en Israel, ashkenazi, secular, muy educado y burgués”.
En el pasado existió una organización llamada Ometz le-sarev (Valor para rechazar) integrada por insumisos y objetores, pero tras una escasa aceptación del grupo por parte de la sociedad, se disolvió en 2003.
Respecto a los homosexuales, a los que se identifican como tales en un principio no se les recluta, y a los que aparecen durante el servicio militar se les recomienda que dejen el servicio.
No obstante, la proporción de jóvenes no reclutados ha crecido muy significativamente en los últimos años, aunque a este grupo no se les considera ni “insumisos” ni “objetores”. Hace 30 años, en 1980, no se alistaron el 12,1 por ciento de los jóvenes en edad de hacerlo, y en 2007 la cifra alcanzó el 25 por ciento. Un 11 por ciento de ese 25 por ciento son ultraortodoxos.
Pero a estos números hay que añadir los de los soldados que por un motivo u otro son licenciados antes de tiempo, generalmente porque se escaquean, y que en 2007 ascendieron al 17,5 por ciento entre los hombres y a un 40 por ciento si también se incluyen las mujeres.
La motivación de los soldados israelíes es del 70 por ciento, un porcentaje muy alto si se le compara con el resto de países.
Hasta 1999, es decir doce años después del inicio de la primera intifada, no se incluyó en el currículo militar la materia teoría y tácticas de guerrilla. Ahora, en cambio, ocupa un lugar destacado en el currículo. Lo encuentro curioso, si no extraño.
Me parece que empezaron bastante tarde a estudiar la táctica guerrillera.
http://blogs.publico.es/balagan/201...
Las autoridades hasta ahora adoptaban la política del avestruz. Temían que combatir abiertamente la insumisión, la objeción de conciencia y las deserciones, fuera contraproducente y en lugar de disminuirlas provocara un efecto llamada.
Sin embargo, el fiscal general del Estado, Meni Mazuz, ha decidido tomar cartas en el asunto después de que el año pasado el 28% de los jóvenes consiguieran, muchos mediante subterfugios, evadirse del servicio de armas.
Mazuz responde a una petición del ejército dirigida específicamente contra "Perfil Nuevo", una organización que aconseja a los reclutas sobre los métodos más eficaces para eludir el servicio.
La organización ha establecido una serie de estrategias que sirven a los reclutas para alegar ante los médicos militares enfermedades de todo tipo que son difíciles de diagnosticar y que automáticamente liberan de las armas a quienes las padecen.
Este fenómeno es nuevo en Israel, pero se extiende con una mancha de aceite en una sociedad donde está muy mal visto todo aquel que no ha cumplido los tres años de mili que tocan a los varones y los dos que corresponden a las mujeres. Presión social
La presión sobre los insumisos es tal, que M., un joven que se negó a ingresar en el ejército hace tres años ha recomendado a sus hermanos menores que no sigan sus pasos para no ser señalados durante toda la vida por amigos y conocidos.
Israel se venga de los insumisos de muchas maneras. Por ejemplo, existen urbanizaciones en las que no se puede comprar una casa si no se ha pasado por el ejército. Esta singular norma, que deciden los propios vecinos, estaba dirigida en un principio contra los árabes, que no hacen el servicio, pero ahora también se aplica a los judíos.
La página de "Perfil Nuevo" alardea de ofrecer "información detallada y fiable sobre los procedimientos que permiten obtener la exención del servicio militar", así como "apoyo moral" a quien opte por este camino.
El fiscal sospecha que "Perfil Nuevo" está contribuyendo a que los jóvenes obtengan la exención militar "fraudulentamente", algo que está penado por la ley.
De hecho, la ley considera que es delito "incitar a la insumisión". Las autoridades nunca habían procesado a nadie, así que Perfil Nuevo será la primera organización que tendrá que defenderse ante los jueces de tal acusación.
En su página, "Perfil Nuevo" aconseja a los jóvenes lo que deben decir a los médicos para ser calificados como enfermos mentales acogiéndose a la sección denominada ‘perfil 21’ que exime a ciertos reclutas del servicio.
http://www.publico.es/internacional...
Insumisos, objetores
Algunas observaciones sacadas del libro Israel and its Army. From Cohesion to Confusion, de Stuart A.Cohen, del que ya hablamos hace algunos días.Los soldados israelíes insumisos son muy escasos. En la primera guerra de Líbano hubo 130. En la primera intifada, 165. En la segunda intifada no llegaron a dos docenas.
Y en la segunda guerra de Líbano (2006) sólo hubo uno. Estas cifras no incluyen a los soldados que pactan con sus jefes no ser destinados a los territorios ocupados o al frente, sino a otras posiciones más tranquilas dentro de Israel. Por su escasez, el número de insumisos en Israel no admite comparación con la mayoría de los países occidentales.
El perfil del insumiso es “varón, nacido en Israel, ashkenazi, secular, muy educado y burgués”.
En el pasado existió una organización llamada Ometz le-sarev (Valor para rechazar) integrada por insumisos y objetores, pero tras una escasa aceptación del grupo por parte de la sociedad, se disolvió en 2003.
Respecto a los homosexuales, a los que se identifican como tales en un principio no se les recluta, y a los que aparecen durante el servicio militar se les recomienda que dejen el servicio.
No obstante, la proporción de jóvenes no reclutados ha crecido muy significativamente en los últimos años, aunque a este grupo no se les considera ni “insumisos” ni “objetores”. Hace 30 años, en 1980, no se alistaron el 12,1 por ciento de los jóvenes en edad de hacerlo, y en 2007 la cifra alcanzó el 25 por ciento. Un 11 por ciento de ese 25 por ciento son ultraortodoxos.
Pero a estos números hay que añadir los de los soldados que por un motivo u otro son licenciados antes de tiempo, generalmente porque se escaquean, y que en 2007 ascendieron al 17,5 por ciento entre los hombres y a un 40 por ciento si también se incluyen las mujeres.
La motivación de los soldados israelíes es del 70 por ciento, un porcentaje muy alto si se le compara con el resto de países.
Hasta 1999, es decir doce años después del inicio de la primera intifada, no se incluyó en el currículo militar la materia teoría y tácticas de guerrilla. Ahora, en cambio, ocupa un lugar destacado en el currículo. Lo encuentro curioso, si no extraño.
Me parece que empezaron bastante tarde a estudiar la táctica guerrillera.
http://blogs.publico.es/balagan/201...