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Organizaciones y pueblos de varias partes del mundo aprovechan el Día Internacional de los Desaparecidos -celebrado hoy (30)- para recordar y luchar por todas las personas que fueron detenidas y no tienen contacto con sus familiares y la sociedad en general. Solamente en Guatemala, según informaciones del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), el número de casos de desaparecidos ya llegó a los 45.000.
La desaparición forzada no es una violación rara en América Latina y el Caribe. De acuerdo con la Fundación Internacional Raoul Wallenberg, las organizaciones defensoras de los derechos humanos estiman que, entre 1966 y 1986, cerca de 90.000 personas -incluyendo niños y bebés- hayan desaparecido en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Perú y Uruguay.
La práctica es muy característica en Guatemala. De acuerdo con el informe "La desaparición forzada en Guatemala", publicado en julio de este año por el GAM, en un período de 28 años, el país ya produjo 45.000 de desapariciones forzadas. De ese total, 6.159 ocurrieron solamente entre los años de 1981 y 1983, según informaciones de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH).
Una característica recurrente en todos los casos llama la atención de las organizaciones de derechos humanos: la falta de investigación. "A lo largo de toda la historia de violaciones de los derechos humanos y de apertura de juicios no se investigó un solo caso de desaparición forzada, mucho menos se iniciaron procesos judiciales contra los responsables", afirmó el GAM.
A causa de esto, el Grupo pide que el Estado guatemalteco promueva investigaciones para encontrar a los desaparecidos y que los familiares de las víctimas tengan seguimiento psicosocial.
"Siendo este organismo [el Ejecutivo] el mayor responsable de las violaciones de los derechos humanos en el pasado reciente, el Presidente de la República es convocado a garantizar que se realicen investigaciones que permitan la búsqueda y la localización de los desaparecidos. Consideramos que este organismo puede estar representado por el Ministerio Público en el proceso de investigaciones, además de que pueda facilitar los recursos económicos para garantizar una investigación profunda", sostiene.
El informe del Grupo señala además que, a pesar de que el país tiene una "normativa legal amplia y rica en el tema de la prohibición para cometer el delito de desaparición forzada", la falta de información sobre los casos todavía impide la preparación de los procesos y que éstos se inicien. "Es importante que con la investigación se construyan nuevas figuras jurídicas, como el ‘estatus jurídico’ de ausencia por desaparición forzada que permita administrar ante el Estado y la iniciativa privada, alienar bienes, reconocer hijos y otros, pero sin que se tenga que recurrir a la supuesta muerte", comenta.
Desaparición forzada
De acuerdo con el documento publicado por el GAM, la desaparición forzada constituye la captura ilegal de una persona por agentes de seguridad públicos o privados con la intención de conseguir algún tipo de información de la víctima. Se caracteriza por la falta de investigación y, consecuentemente, por la impunidad de los autores del delito.
Amenazas a la integridad física y psíquica, tratamientos crueles, inhumanos y degradantes son sólo algunas situaciones vivenciadas por las personas desaparecidas de quienes, además, se violan sus derechos a la libertad individual, a la vida, a la defensa y a la seguridad personal y colectiva.
El GAM recuerda además que las víctimas de desapariciones forzadas no son sólo los desaparecidos, sino también sus familiares, amigos y colegas, que viven con dudas e incertidumbres en relación con el caso. "A diferencia del secuestro, la desaparición forzada no se realiza por motivos económicos, no existe nunca una nota de petición de dinero o chantaje para que la víctima aparezca viva, y busca crear más víctimas al producir temor entre la población", explica el GAM.
Para leer el informe completo: http://www.gam.org.gt/public/publi/pdf/desaparicion.pdf
Traducción: Daniel Barrantes - barrantes.daniel@gmail.com