Vamos primero a recordar como sucedio este acontecimiento "milagroso":
Según la historia la Virgen María se manifestó al indígena Juan Diego, quien era originario de Cuautitlán, y a su tío Juan Bernardino, ambos convertidos al cristianismo pocos años atrás a raíz de la conquista española.
El Nican Mopohua, donde se refleja esta historia, dice que la Virgen le reveló el nombre «Guadalupe» a Bernardino cuando éste se encontraba enfermo de gravedad, aunque los entendidos en el tema afirman que es imposible que la Virgen se nombrara a sí misma Guadalupe, ya que Juan Bernardino no entendía la lengua castellana traída por los españoles al Nuevo Mundo.
Se dice que esta aparición de la virgen, en su advocación de Virgen de Guadalupe, se presentó en varias ocasiones ante Juan Diego el sábado 9 de diciembre de 1531 en el cerro del Tepeyac y le pidió que fuera en busca del obispo y le dijera que ella solicitaba la creación de un templo en ese lugar.
Cuenta la historia que el indígena fue en busca de Fray Juan de Zumárraga para contarle la solicitud de la virgen, siendo que Fray Juan no creyó en las apariciones.
Así fue cómo el fraile le pidió una prueba de las apariciones de la Virgen.
En respuesta a la petición del obispo, la aparición mariana le pidió al indígena que cortara unas rosas de Castilla de la cumbre del cerro Tepeyac y se las llevara al obispo.
El indígena guardó las rosas dentro de su manto o ayate (tipo de toga abierta por los lados).
Al llegar a donde estaba el obispo, éste estiró su ayate para tender las rosas sobre la mesa, con la sorpresa de que la imagen estilizada de la Virgen de Guadalupe se encontraba grabada en el manto.
La prueba para el fraile no fueron solamente las rosas, sino el milagro de la pintura de la Virgen de Guadalupe sobre el ayate.
Pero en el libro que se llama “Cartas acerca del origen de la imagen de nuestra señora de Guadalupe”, de México, que fue escrita por Don Joaquín García Icazbalceta, quien es un historiador mexicano cuyo estudio corresponde a 1883, y quien fue mandado a hacer dicha investigación por una orden, pone en duda la verdad del mito de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
En el libro y en el relato se dice que el testigo principal de las apariciones es Fray Juan de Zumárraga, pero se ha encontrado también que en todos los escritos de este fraile en ningún lugar ha dejado rastro, ni siquiera menciona la palabra Guadalupe.
De hecho él mismo niega la existencia de milagros, afirmando que él nunca fue testigo en su tiempo de milagros de los que se daban en tiempos de la Biblia.
Otra de las cuestiones que se plantean es que el indígena Juan Diego, cuando supuestamente se le apareció la Virgen, iba de Cuautitlán hacia el templo de Tlaltilolco, pero en 1531 no existía ningún templo en Tlaltilolco, es una realidad.
Otra cuestión es que dice la leyenda que el tío de Juan Diego, Bernardino, iba a recibir la extrema unción, ya que él estaba agonizando, pero en 1531 a los indígenas no se les daba ese tipo de tratamiento, lo cual esta comprobado históricamente, ya que para esa época todavía mucha gente los consideraban como animales, que no tenían alma, y si acaso se les bautizaba.
Al ver los escritos de Don Joaquín García Icazbalceta uno se da cuenta que no hay absolutamente ninguna apalabra, no hay ningún documentos histórico, no hay nada que hable históricamente de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en esa época, cuando fue un evento sumamente importante, pero nada lo menciona sino hasta el año 1648, es decir, más de cien años después de supuestamente sucedido el milagro.
Hay que tener en cuenta que curiosamente en el cerro del Tepeyac antes se adoraba Tonatiu, la madre de los Dioses, y los españoles hicieron algo muy inteligente:
Quetzalcóatl pasó a ser Jesucristo, Tlaloc pasó a ser San Juan Bautista, y Tonatiu, la mujercita, paso a ser la Virgen de Guadalupe, la madre de Dios,
Lo que sucedía en esa época era que al parecer todo el dinero de los pobladores se iba para las iglesias de provincia, y la iglesia de la capital necesitaba generar recursos, y para eso necesitaba crear algo dramático, algo impactante, algo como la aparición de alguna virgen en algún lugar de la capital.
Pienso que las apariciones de la Virgen de Guadalupe fue una gran mentira, fue inventada para someter a la cultura indígena, ya que en esos momentos de la historia los indigenas estaban revelandose contra los españoles y estos necesitaban "algo divino" para que sus intereses no se vean mermados y sigan sometiendo a los indigenas de Mexico asi como lo hicieron con toda America.
Según la historia la Virgen María se manifestó al indígena Juan Diego, quien era originario de Cuautitlán, y a su tío Juan Bernardino, ambos convertidos al cristianismo pocos años atrás a raíz de la conquista española.
El Nican Mopohua, donde se refleja esta historia, dice que la Virgen le reveló el nombre «Guadalupe» a Bernardino cuando éste se encontraba enfermo de gravedad, aunque los entendidos en el tema afirman que es imposible que la Virgen se nombrara a sí misma Guadalupe, ya que Juan Bernardino no entendía la lengua castellana traída por los españoles al Nuevo Mundo.
Se dice que esta aparición de la virgen, en su advocación de Virgen de Guadalupe, se presentó en varias ocasiones ante Juan Diego el sábado 9 de diciembre de 1531 en el cerro del Tepeyac y le pidió que fuera en busca del obispo y le dijera que ella solicitaba la creación de un templo en ese lugar.
Cuenta la historia que el indígena fue en busca de Fray Juan de Zumárraga para contarle la solicitud de la virgen, siendo que Fray Juan no creyó en las apariciones.
Así fue cómo el fraile le pidió una prueba de las apariciones de la Virgen.
En respuesta a la petición del obispo, la aparición mariana le pidió al indígena que cortara unas rosas de Castilla de la cumbre del cerro Tepeyac y se las llevara al obispo.
El indígena guardó las rosas dentro de su manto o ayate (tipo de toga abierta por los lados).
Al llegar a donde estaba el obispo, éste estiró su ayate para tender las rosas sobre la mesa, con la sorpresa de que la imagen estilizada de la Virgen de Guadalupe se encontraba grabada en el manto.
La prueba para el fraile no fueron solamente las rosas, sino el milagro de la pintura de la Virgen de Guadalupe sobre el ayate.
Pero en el libro que se llama “Cartas acerca del origen de la imagen de nuestra señora de Guadalupe”, de México, que fue escrita por Don Joaquín García Icazbalceta, quien es un historiador mexicano cuyo estudio corresponde a 1883, y quien fue mandado a hacer dicha investigación por una orden, pone en duda la verdad del mito de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
En el libro y en el relato se dice que el testigo principal de las apariciones es Fray Juan de Zumárraga, pero se ha encontrado también que en todos los escritos de este fraile en ningún lugar ha dejado rastro, ni siquiera menciona la palabra Guadalupe.
De hecho él mismo niega la existencia de milagros, afirmando que él nunca fue testigo en su tiempo de milagros de los que se daban en tiempos de la Biblia.
Otra de las cuestiones que se plantean es que el indígena Juan Diego, cuando supuestamente se le apareció la Virgen, iba de Cuautitlán hacia el templo de Tlaltilolco, pero en 1531 no existía ningún templo en Tlaltilolco, es una realidad.
Otra cuestión es que dice la leyenda que el tío de Juan Diego, Bernardino, iba a recibir la extrema unción, ya que él estaba agonizando, pero en 1531 a los indígenas no se les daba ese tipo de tratamiento, lo cual esta comprobado históricamente, ya que para esa época todavía mucha gente los consideraban como animales, que no tenían alma, y si acaso se les bautizaba.
Al ver los escritos de Don Joaquín García Icazbalceta uno se da cuenta que no hay absolutamente ninguna apalabra, no hay ningún documentos histórico, no hay nada que hable históricamente de las apariciones de la Virgen de Guadalupe en esa época, cuando fue un evento sumamente importante, pero nada lo menciona sino hasta el año 1648, es decir, más de cien años después de supuestamente sucedido el milagro.
Hay que tener en cuenta que curiosamente en el cerro del Tepeyac antes se adoraba Tonatiu, la madre de los Dioses, y los españoles hicieron algo muy inteligente:
Quetzalcóatl pasó a ser Jesucristo, Tlaloc pasó a ser San Juan Bautista, y Tonatiu, la mujercita, paso a ser la Virgen de Guadalupe, la madre de Dios,
Lo que sucedía en esa época era que al parecer todo el dinero de los pobladores se iba para las iglesias de provincia, y la iglesia de la capital necesitaba generar recursos, y para eso necesitaba crear algo dramático, algo impactante, algo como la aparición de alguna virgen en algún lugar de la capital.
Pienso que las apariciones de la Virgen de Guadalupe fue una gran mentira, fue inventada para someter a la cultura indígena, ya que en esos momentos de la historia los indigenas estaban revelandose contra los españoles y estos necesitaban "algo divino" para que sus intereses no se vean mermados y sigan sometiendo a los indigenas de Mexico asi como lo hicieron con toda America.