20 años después todavía no se ha hecho justicia.
La masacre ocurrió el 14 de enero de 1990, cuando 60 paramilitares respaldados por el ejército irrumpieron en la comunidad de Pueblo Bello (Colombia). Los paramilitares obligaron a varios habitantes de la comunidad a tumbarse boca abajo en el suelo, para después escoger y secuestrar a 43 personas que se las llevaron por la fuerza en dos camiones. Los paramilitares pudieron atravesar sin problemas al menos dos controles de seguridad del ejército.
Desde entonces, las familias de las 43 personas secuestradas han tratado de conseguir que se haga justicia por el homicidio y la desaparición forzada de sus seres queridos. La mayoría de estas familias siguen intentando determinar la suerte de las personas cuyo paradero aún se desconoce.
En una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se hace referencia a la construcción de un monumento adecuado que recuerde los hechos de la masacre de Pueblo Bello. Ésta es una de las obligaciones que el gobierno colombiano aún no ha cumplido, al igual que la de actuar de forma decisiva para poner a disposición judicial a todas las personas implicadas en el secuestro, el homicidio y la desaparición forzada de los 43 miembros de la comunidad de Pueblo Bello. Para los familiares de las personas que murieron, la construcción de este monumento es parte importante de la reparación por el sufrimiento que han padecido.
Amnistía Internacional te anima a participar en la construcción simbólica de un monumento en homenaje a los “desaparecidos” en Pueblo Bello. Montaremos una mesa de información y recogida de firmas el próximo 9 de mayo, de 12:00 a 14:00 horas, en la calle Fuencarral, a la altura del número 45 y empezaremos la construcción del monumento a las 13:00.