Teniente-coronel Gabriel Brasil fue contemporáneo de Uyrangê Hollanda durante la fase del chupa-chupa en el Pará
Por Sidney Pereira Filho
Mucha cosa aún está para ser esclarecida sobre los avistamentos y ataques la personas ocurridos en Brasil , en el Estado del Pará, en la década de 70, especialmente en la isla de Collares, donde fue más intensa la manifestación del fenómeno que asustó toda la población de aquella vasta región, el chupa-chupa.
Como se sabe, en 1977 la situación quedó insoportable para los habitantes de las áreas alcanzadas y la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) decidió entonces lanzar una ofensiva para investigación de los ataques, la llamada Operación Prato, que comenzó en septiembre y acabó en diciembre del mismo año.
La onda del chupa-chupa o “luz vampira”, como era muchas veces llamada por los ribeiros del Pará y del vecino Maranhão, fue detectada inicialmente en la región del Río Gurupi, que corta ambos estados y donde más tarde se concentrarían los casos de mayor gravedad que ya se vio en la casuística ufológica brasileña. La Operación Prato fue lanzada en un momento en que, felizmente, los ataques comenzaron a disminuir de intensidad. Pero la vida de los habitantes de aquellas áreas no fue fácil hasta que eso ocurriera, y centenares de casos de agresiones por las luces fueron registrados, de los cuales por lo menos cuatro resultaron en óbitos.
La misión militar fue la mayor iniciativa de que se ha conocimiento para investigación oficial del Fenómeno UFO en el Brasil, y fue clasificada como confidencial dentro de las normas de la Normativa para Salvaguarda de Asuntos Sigilosos.
En la mayoría de las veces los avistamentos eran nocturnos, cuando los UFOs sobrevolaban las pequeñas comunidades litorâneas y rurales, llevando pánico y terror. Según relatos de la época, los objetos tenían formato generalmente esférico, seguidos de los de apariencia cilíndrica y unos raros en forma de pez. Muchas testigos dan cuenta de que transportaban en su interior criaturas semejantes a seres humanos de estatura media. Las víctimas del chupa-chupa eran en general adultas y de ambos sexos.
Los incidentes ocurrían normalmente de forma casual, cuando estaban en sus casas, en las calles, iglesias y escuelas. Según la doctora Wellaide Cecim Carvalho, médica enviada por la Secretaría de Salud del Pará para tratar de las víctimas, que daba expediente en la pequeña unidad sanitaria de Collares, cerca de 60 a 70% de los ataques de la luz vampira eran dirigidos la mujeres.
La doctora Wellaide aún explicó a la Revista UFO que las lesiones en los alcanzados configuravam- si en quemaduras de primero a segundo grados, no superiores a 15 o 20 cm de extensión y eran localizadas, en la mayoría de las veces, sobre la región torácica. Lo que más a impresionó fue que la piel de las víctimas parecía necrosada, como si los ataques hubieran ocurrido hace días, aunque hubiera acontecido hace pocas horas. Los que eran atacados por el chupa-chupa también se quejaban de vértigo, dolores en el cuerpo, temblores, falta de ánimo, sonolência, flaqueza, rouquidón, caída de pêlos, descamación de la piel lesada y frecuentes dolores de cabeza.
“Parecia que aquella luz retiraba no sólo sangre de las víctimas, como se constató, pero también su energía vital, porque ellas no tenían más fuerzas para nada”, dice la médica.
Toda esa situación ya fue largamente expuesta y documentada por la Revista UFO y otras publicaciones, inclusive los resultados obtenidos durante la Operación Prato, la Comunidad Ufológica Brasileña tiene se valido de investigaciones constantes en la región donde ocurrieron los fenómenos y de la cooperación de algunos pocos militares que resolvieron revelar lo que sabían. Entre ellos, evidentemente, lo que más contribuciones dio para denunciar los hechos fue el coronel Uyrangê Hollanda, que comandó la operación y, 20 años tras concluida, concedió una bombástica entrevista a la UFO, revelando detalles de los procedimientos de la misión en la selva y como él y sus hombres estuvieron frente el frente con los seres extraterrestres que pilotaban las naves en la Amazônia. Pero un nuevo militar también se dispuso a revelar lo que sabe sobre las acciones secretas de la FAB en el Pará.
El teniente-coronel Gabriel Brasil, jubilado de la Aeronáutica. Aunque inicialmente reservado e indeciso cuánto hasta que punto podría llegar en sus declaraciones, el militar decidió contar mucha cosa que venía guardando para sí después de una rápida intervención del editor de la Revista UFO, A. J. Gevaerd. A pesar de no haber participado directamente de la Operación Prato, él estaba en la activa en el I Mando Aéreo Regional (COMAR I) durante su realización, y compartió informaciones con los hombres que la condujeron, en especial el coronel Uyrangê Hollanda, de quien fue muy amigo. Como también se sabe, el I COMAR fue la institución que controló las actividades de la operación.
Coronel Uyrangê Hollanda, estuvo en el mando del Operación Prato
Ya reformado, Gabriel Brasil aún guardia en su archivo personal copias de las fotos de UFOs quitadas en la ocasión por Hollanda y sus hombres en Collares. Él las presentó a este autor, pero la mayoría de ellas ya era conocida de la Comunidad Ufológica Brasileña, por haber sido varias veces publicadas por la UFO. En su entrevista, el militar también describió avistamentos de naves que tuvo personalmente en las décadas de 50 y 70, testificando que considera el Fenómeno UFO una cosa seria e inquestionáble. Durante el periodo en que estuvo en la activa, aún en la década de 80, el teniente-coronel fue jefe del extinto Servicio Regional de Protección al Vuelo de Belén (SRPV-BE). Además de eso, en la misma época, fue profesor de teoría de propagación ionosférica en la Universidad Federal del Pará (UFPA), cuando tuvo uno de los avistamentos más marcantes de vida.
UFO en medio de la noche – “Yo daba aula a la noche y en aquella época los operarios de la UFPA estaban en estado de huelga. De repente las luces del campus se borraron y yo pensé que fueran representantes de la categoría impidiendo que diéramos aula. Salí de la sala junto de los alumnos para ver lo que era y exactamente encima de la Isla del Combu había una luz amarilla con 300 a 500 m de diâmetro”, declaró el militar, refiriéndose a la isla localizada en la foz del Río Guamá, bien enfrente de la universidad y punto turístico de referencia de Belén. La luz observada, según Gabriel Brasil, era muy intensa y permaneció por varios segundos en el aire. “De repente, aquello desapareció como tuviera se teletransportado para algún lugar. Simplemente desapareció en nuestro frente”. Tras Hollanda, él es el militar que más contribuyó con la revelación de informaciones sobre la Operación Prato. Veamos la entrevista exclusiva que concedió.
UFO – El señor tiene en su acervo algunas fotos que muestran los UFOs observados durante la Operación Prato, y dije haber visto muchas otras y aún asistido a películas hechas por los militares en Collares. Lo que este material todo contiene? Las fotos son retiradas de las películas hechas por los militares de la Aeronáutica durante aquella misión en la selva. En un de ellos aparece una sonda ufológica con 80 cm de diâmetro, que fue fotografiada y filmada a la noche por el equipo del coronel Uyrangê Hollanda al lado de un coqueiro. Aquella sonda circulaba por Collares y era ella que imobilizava las víctimas y recogía materiales [Sangre de personas y muestras orgánicas y minerais del medio ambiente], según las informaciones del equipo que estuvo allá. Además de eso, yo asistí a una película, que los compañeros consiguieron, en que se ve la aproximación de una nave.
Ella había descendido del cielo y arriado una escalera para sus tripulantes salgan del objeto. Pero cuando ellos percibieron la llegada del equipo del Hollanda, subieron de vuelta en el aparato y despegaron, dejando un rastro de luz bastante intenso y permitiendo que fuera hecho bastante material fotográfico. Las imágenes mostraban también como era el funcionamiento de las tales naves, que aparentemente operaban a través de la variación de la luz [Tesis defendida por ciertos militares que tutearon en la Operación Prato]. Ahora, lo que tenía dentro de ellas para hacerse esa evaluación, nadie sabe.
UFO – Algunas fotos de la Operación Prato acabaron vaciando, pero lo que el señor, que asistió las películas, podría hablarnos sobre ellos? Lo que ellos mostraban? Lo que yo puedo informar sobre la operación militar que aconteció en Collares es que los registros resultaron principalmente en cuatro películas, que tenían duración de ocho a 10 minutos cada. En aquella época, quien comandaba el I Mando Aéreo Regional (COMAR I) era el brigadeiro João Camarão Telles Ribeiro, que reunió representantes de la sociedad y autoridades locales para mostrar el material obtenido. También vinieron para aquella reunión militares del Mando General de Tecnología Aeroespacial, de Son José de los Campos (SP). Además de ellos, creo, estaban representantes de la NASA. Las películas fueron presentadas durante el encuentro, pero tras eso nunca más se supe de ellos.
Yo siempre tuve una fuerte relación de amistad con el saudoso coronel Uyrangê Hollanda, principalmente a causa de asuntos relacionados a discos voladores, pues ambos apreciábamos el tema. En aquel acervo era posible ver actividades de los objetos voladores no identificados sobrevolando el área, pousando, despegando y hasta entrando en el agua directo, sin reducir su velocidad. Las películas también presentaban naves pequeñas entrando en otras mayores. Y aún mostraban las operaciones de las sondas, que recolectaban material.
UFO – Donde fueron parar esas fotos y películas? Debido a toda la amistad que yo tenía con el Hollanda, varias copias de las fotos vinieron a parar en mis manos, y las mantengo hasta hoy. Él también me mostró dos imágenes obtenidas en el municipio de Tomé-Açú, bien en el interior del Pará. En una de ellas aparecía una nave pousando en determinado local, lo que queda claro porque aparecen las marcas de las sapatas de la nave [Tren de pouso]. Yo también vi otra foto en la cual es posible percibir que hube a recolecta de material del suelo a una relativa altitud.
UFO – En el periodo en que fue realizada la Operación Prato, en 1977, la población brasileña sufría con la dictadura militar. Existen algunas teorías que afirman haber habido la presencia de militares norteamericanos en Collares, y que ellos habrían influenciado los brasileños para que todo el material obtenido en la misión fuera incautado y enviado a Brasilia. Lo que el señor sabe sobre esto? Yo desconozco completamente esta versión. No había ningún norteamericano aquí. En la época, yo trabajaba directamente con el brigadeiro Camarão y con certeza yo habría sabido de eso. La realidad es que él recibió una determinación allá de Brasilia para que fueran hechas investigaciones sobre el chupa-chupa, cuando entonces fue montado un grupo de trabajo que pasó varios meses en Collares. Era la Operación Prato. Muy material fue recolectado por los militares, que también hicieron los avistamentos. Me las todo fue presentado para la sociedad y sólo las películas fueron encaminadas a Brasilia. De ahí yo nunca más oí hablar de ellos. Es posible que aún existan, pero se sabe allá donde...
UFO – En la Región Amazónica existen muchos casos de avistamentos de discos voladores y hasta de contactos con seres extraterrestres. El señor sabría decir que locales exactamente ellos acontecen? Además de Collares, otra región en que los fenómenos eran y aún son constantes es a que está comprendida en el delta del Río Amazonas, yendo de allá hasta la divisa del Pará con el Maranhão. Otro local donde ocurren varios avistamentos es la región próxima del Río Tapajós, donde ellos son tan constantes que se hicieron comunes entre los ribeiros, formando parte de su cotidiano.
UFO – Además de acompañar el desarrollo de la Operación Prato y de constatar sus resultados en fotos y películas, el señor también tuvo experiencias personales de avistamentos de naves. Como ellas ocurrieron? Sí, tuve un avistamento en la década de 50, cuando estudiaba en la Escuela de la Aeronáutica, que funcionaba en el Campo de los Afonsos, en la Isla del Gobernador [Área militar donde está la Base Aérea de los Afonsos, en el Río de Janeiro]. Eran 02h00 y yo estaba de servicio en la pista de pouso y despegue de la base, cuando observé una luz descendiendo en la vertical a una velocidad increíble. Tenía un color amarelada, tipo lâmpada de sódio.
Cuando se aproximó un poco suelo, cambió de dirección en 90 grados y mantuvo aparentemente la misma velocidad, cuando la luz entonces cambió para el color verde. Eso para mí fue increíble, porque entre las leyes que nosotros conocemos, de la Mecánica de Newton y hasta la Mecánica Quântica, aquellos movimientos eran imposibles. Cualquier cuerpo cambiando de dirección sufre los efectos de masa y velocidad, y así habría una autodestruició n del mismo. Pero aquel objeto que yo vi no sufría la fuerza de la gravedad y ni el cambio de dirección. Ese fue uno de los avistamentos.
UFO – El señor tuvo más algún avistamento? Podría contarnos? El otro caso aconteció en la década de 70, cuando yo aún lecionava teoría de propagación ionosférica en la Universidad Federal del Pará (UFPA), a la noche. En una determinada época, los operarios públicos estaban en estado de huelga y el movimiento también alcanzaba la universidad. En una ocasión, estaba dando aulas cuando de repente las luces se borraron. Yo pensé que fueran algunos representantes de la categoría impidiendo que diéramos aula, y salí junto con algunos alumnos para ver lo que se pasaba.
Estudiantes de otras turmas hicieron el mismo, resultando en un aglomerado de gente en el patio del campus. Entonces, exactamente encima de la Isla del Combu, que queda justo delante de la UFPA, había una luz amarilla muy intensa, con tamaño entre 300 y 500 m de diâmetro. Aquella luz permaneció allí parada por varios segundos, cuando de repente desapareció como se tuviera se teletransportado para algún lugar. Simplemente desapareció en nuestro frente. Además de ese caso, yo también tuve otro avistamento en la década de 70, encima de las instalaciones de la Embratel, en Belén. Era alrededor de las 23h00 cuando surgió una luz blanca muy intensa, pasando la media altitud y con una velocidad increíble.
Como piloto y acostumbrado con las velocidades de las aeronaves, extrañé mucho aquello. Porque en aquella década no había, como aún hoy no hay, ninguna aeronave que pudiera volar en aquella velocidad, cruzando el horizonte tan rápidamente. Yo estimo que aquella luz estaba en torno a seis a 10 mil kilómetros por hora. Intenté fotografiar, pero fue técnicamente imposible.
Autor: Sidney Pereira Filho
Fuente: web Revista UFO, link: http://www.ufo. com.br/index. php?arquivo= notComp.php&id=3380