El 16 de marzo de 1968 un regimiento de soldados norteamericanos masacró a la indefensa población civil de la aldea vietnamita de My Lai.
Esta horrorosa matanza causó un gran escándalo internacional en la época y conmocionó a la opinión pública estadounidense, la cual a partir de entonces empezó a darse cuenta de que clase de guerra era la que libraban sus hombres en ese lejano país llamado Vietnam.
Pese a la crueldad de esta matanza, seria injusto juzgar por ella a todos los soldados norteamericanos que combatieron heroicamente en Vietnam para apoyar el régimen de Vietnam del Sur. Matanzas iguales a estas o peores cometían sistemáticamente las tropas de Vietnam del Norte o del Vietcong.
Vietnam era un verdadero infierno verde, donde la lucha política se confundía con el nacionalismo y donde la mayoría de los soldados occidentales no sabían realmente porque mataban o porque morían.
Lo peor de todo fue que la matanza quedó impune, sembrando un grave precedente, ya que los crímenes de guerra de los ejércitos occidentales son muy pocas veces castigados. Esperemos que nunca más sucedan episodios como el de Mi Lai y que los ejércitos de todo el mundo respeten siempre a la población civil.
Esta horrorosa matanza causó un gran escándalo internacional en la época y conmocionó a la opinión pública estadounidense, la cual a partir de entonces empezó a darse cuenta de que clase de guerra era la que libraban sus hombres en ese lejano país llamado Vietnam.
Pese a la crueldad de esta matanza, seria injusto juzgar por ella a todos los soldados norteamericanos que combatieron heroicamente en Vietnam para apoyar el régimen de Vietnam del Sur. Matanzas iguales a estas o peores cometían sistemáticamente las tropas de Vietnam del Norte o del Vietcong.
Vietnam era un verdadero infierno verde, donde la lucha política se confundía con el nacionalismo y donde la mayoría de los soldados occidentales no sabían realmente porque mataban o porque morían.
Lo peor de todo fue que la matanza quedó impune, sembrando un grave precedente, ya que los crímenes de guerra de los ejércitos occidentales son muy pocas veces castigados. Esperemos que nunca más sucedan episodios como el de Mi Lai y que los ejércitos de todo el mundo respeten siempre a la población civil.
-La masacre: En la mañana del 16 de marzo de 1968, la Compañía C del 1º Batallón de la 20ª División de Infantería, y la Compañía B del 4º Batallón de la 3ª División de Infantería, enmarcadas en la “Task Force Barker” lanzaron un asalto aéreo de “búsqueda y destrucción” en el área de la aldea de Son My, al este del Distrito de Son Tinh, Vietnam del Sur. Tras despejar el área de aterrizaje con el fuego de los helicópteros artillados, ambas compañías se prepararon para descender y encaminarse a sus respectivos objetivos.
El objetivo de la Compañía C era eliminar a las tropas del 48º batallón del Vietcong, que según los servicios de inteligencia, tenían su base en una aldea denominada en clave como My Lai-4.
Tras descender de los helicópteros en el área designada y no encontrar resistencia, el capitán Ernest L. Medina ordenó un movimiento envolvente para tomar la aldea, la 2ª sección avanzaría desde el norte, mientras, la 1ª sección entraría en el poblado por el sur.
Tras llegar a su destino sin encontrar rastro del enemigo, la 2ª sección empezó, sin motivo evidente, a abatir a los campesinos que se encontraba a su paso, arrasando la mitad norte del poblado, arrojando granadas dentro de las chozas y matando a los vietnamitas que salían de ellas.
Las mujeres jóvenes fueron violadas para después ser asesinadas fríamente.
Tras acabar con todo ser vivo, la 2ª sección se trasladó 30 minutos después al poblado de Bihn Tay, donde continuaron las violaciones y matanzas de civiles.
Mientras tanto, la 1ª sección, bajo las órdenes del teniente William L. Cassey emulando a sus compañeros de la 2ª sección, arrasó la zona sur de My Lai, disparando a todo lo que se movía y violando a las mujeres para después ejecutarlas sádicamente.
Ni siquiera el ganado se salvó, los soldados norteamericanos acabaron con los animales y quemaron los cultivos y chozas.
Todos los aldeanos que habían sobrevivido a los primeros ataques fueron reunidos en una acequia de regadío. Mientras se les mantenía allí dentro, el teniente Cassey empezó a interrogarles sobre las posiciones del Vietcong.
Mientras el teniente interrogaba a un monje budista, un niño de unos 2 años de edad salio de la zanja de la acequia, el teniente lo arrojó dentro de la zanja y le mató de un disparo.
El capitán Medina al escuchar el violento fuego, pensó que el enemigo estaba contraatacando y ordenó a la 3ª sección que avanzara hacia el poblado para reforzar al resto de secciones.
La 3ª sección “termino el trabajo”, pese a que muchos soldados estaban horrorizados por las escenas del pueblo, remataron a los aldeanos malheridos y terminaron de quemar lo que aún no había ardido.
En total, murieron 347 personas, 100 de ellas en la acequia, todos los muertos eran aldeanos y sus familias: ancianos, mujeres y niños.
El capitán Medina informó que habían contado 90 cuerpos de Vietcong.
El oficial de prensa de la 11ª División anunció que se había dado muerte a 128 enemigos, se habían capturado valiosos prisioneros y se había incautado varias armas.
Según el mismo informe, durante la acción, 20 civiles vietnamitas resultaron muertos a consecuencia de “quedar atrapados en el área de batalla”.
Las fuerzas norteamericanas sufrieron 2 muertos y 10 heridos en acción, todos por la acción de trampas explosivas que el vietcong había dejado sembradas por la zona excepto un soldado que se hirió en la pierna al tratar de desencasquillar la pistola de un compañero.
Testimonios:
“Minutos después de entrar a My Lai, un soldado apuñaló con su bayoneta a un granjero vietnamita de mediana edad, sin ninguna razón aparente.
Luego, mientras la víctima estaba en el suelo jadeando para respirar, el soldado lo remató.
Este mismo soldado agarró después a otro hombre que estaba siendo detenido, le disparó en la nuca, tiró su cuerpo en un pozo, y lanzó una granada M-26 dentro del mismo…
Un soldado encontró a una joven mujer con un niño de unos cuatro años de edad. La obligó a satisfacer sus deseos sexuales mientras apuntaba con su arma a la cabeza del niño, amenazando con matarlo.
Otro soldado, que acababa de violar a una joven, la metió el cañón de su M16 en la vagina y apretó el gatillo. Un jefe de escuadra dijo a sus soldados que no le gustaba lo que estaban haciendo, pero que había que cumplir las órdenes.
El escenario era un completo caos donde reinaba la confusión, por doquier había gente que corría y gritaba, algunos de los soldados temían ser víctimas de los disparos de sus enloquecidos compañeros.
Dos niños heridos, de una edad aproximada de cinco y ocho años, salieron corriendo y llorando de una choza en llamas, un soldado les disparó a los dos en el pecho y los hombros. Cuando se le preguntó por qué los había matado, el soldado respondió: “Porque ya estaban medio muertos”. ”
Tras entrar en la aldea con su grupo de mando y escolta, el Capitán Medina disparó dos veces a una mujer que caminaba por un arrozal, llevando una pequeña canasta de paja, hiriéndola gravemente.
El Capitán Medina se acercó a la mujer herida, registró la canasta de paja y encontró dentro abastecimientos médicos, tras eso luego procedió a dispararle dos veces a la cabeza.
Cuando un sargento sudvietnamita que hacia de interprete preguntó al Capitán Medina por qué habían matado a tantos civiles, éste le respondió: “Sargento Minh, no pregunte nada, esas fueron las órdenes.”
-Consecuencias.
Aparte de los testimonios de los periodistas, los pilotos de los helicópteros también dieron parte de las atrocidades que estaban presenciando.
El centro de operaciones tácticas notificó al Teniente Coronel Barker (obviamente el jefe de la “Task Force Barker” dentro de la cual estaba encuadrada la compañía C) que varios pilotos habían reportado al comandante de su compañía que estaban matando a civiles inocentes.
Barker rápidamente dio órdenes para que se investigara el asunto y si era cierto que se cesará el fuego inmediatamente
Aparte de los estremecedores testimonios de periodistas y soldados, el fotógrafo tomó varias fotografías de los civiles masacrados y posteriormente surgieron varios soldados “arrepentidos” que contaron la verdad al mundo.
El 16 de marzo de 1971 Calley fue juzgado por el asesinato de 22 civiles.
Fue sentenciado a cadena perpetua y trabajos forzados.
Más tarde la pena se redujo a 20 años y luego a 10 años. Finalmente, fue liberado el 19 de noviembre de 1974, después de tres años y medio de arresto domiciliario. Ningún oficial superior fue responsabilizado.
Sin embargo, las dudas sobre si las órdenes para cometer la matanza vinieron desde arriba continúan hasta hoy en día. Según el Capitán Eugene Kotouc, oficial de inteligencia de la “Task Force Barker”, recuerda que Barker dijo que la aldea debía ser destruida.
El Capitán Kotouc afirmó: “Barker quería que el área quedara limpia, la quería neutralizada, y quería que los edificios quedaran destruidos.
Quería que las chozas fueran incendiadas, que los túneles fueran rellenados, y luego quería que el ganado y las gallinas se soltaran, se mataran o se destruyeran. Quería neutralizar el área.”
El testimonio del Sargento Hodges también apunta a que la matanza fue premeditada, como escarmiento para los poblados que apoyaban al vietcong:
“Se nos explicó claramente que no debía haber prisioneros. La orden que nos dieron era la de matar a todos en la aldea. Porque todos los que estaban en ella eran del Vietcong. (…)
Nos dijeron claramente que nadie en la aldea se debía salvar.”
El Sargento de 2ª Clase Bacon refrenda lo dicho por Hodges: “Debíamos matar a todos los miembros del Vietcong y a sus simpatizantes en la aldea”.
El Sargento Charles West también esta de acuerdo: “Era una misión de búsqueda y destrucción, debíamos acabar con todo.”
Según estos testimonios, el Capitán Medina les dijo a sus hombres: “Disparen a todo lo que se mueva”.
Sea como fuera, si fue un “error” de los jefes de sección, provocado por el “estrés de combate” como mantiene la versión oficial del ejercito o si fue una matanza predeterminada por el ejercito, “para dar ejemplo” y acabar con el apoyo de los campesinos al Vietcong, la verdad es que fue algo horrible que jamás se debería repetir.
En mi opinión, ejemplos como del de Mi Lai ha habido siempre en los conflictos bélicos y por desgracia siempre les habrá. Cuando los soldados son derrotados y tienen la moral baja, sus ansias de venganza y la fatiga de combate les hace cometer atrocidades.
Además en las “Guerras de Guerrillas”, siempre las poblaciones rurales suelen apoyar a los guerrilleros y por eso siempre se busca acabar con esos apoyos de la forma que sea. Sin aldeas que les den suministros los guerrilleros no pueden pelear.
Por eso, creo que en el caso de Mi Lai se buscaba abiertamente dar un ejemplo a las aldeas de la zona, meterles miedo para que dejaran de apoyar al Vietcong con suministros y voluntarios (el 90% de guerrilleros del Vietcong provenía de las zonas rurales).
No creo que el Teniente Coronel Barker diera la orden de matar civiles, pero sus órdenes sugieren que daba a sus hombres “carta blanca” para hacer lo que quisieran.
En todo caso, el responsable directo, aparte del teniente Calley que tendría que haber pasado el resto de su vida en la cárcel, era el capitán Medina, ya fuera por acción o por omisión, él era el que estaba al mando y por tanto el responsable de lo que sus hombres hicieran.
Es deber de la población civil controlar a sus fuerzas armadas para que no salgan del marco de los Derechos Humanos, sobre todo debemos estar vigilantes hoy en día, con tantos conflictos abiertos.
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