Hernán Cortés y otros hechos desconocidos sobre el canal de Panamá

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El mensaje cifrado de la Pedra do Ingá

El mensaje cifrado de la Pedra do Ingá
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Para revelar el misterio del antiguo poblamiento del Nuevo Mundo es necesario conocer y estudiar los sitios arqueológicos del continente, con el fin de buscar relaciones entre ellos. 
 
En mi reciente viaje a Brasil tuve la oportunidad de estudiar el gran petroglifo llamado Pedra do Ingá, situado al interior del Estado del Paraíba, a aproximadamente 80 kilómetros del Océano Atlántico.

La Pedra do Ingá es una enorme roca horizontal de unos 24 metros de longitud y 3 metros de altura. En total, hay más de 450 dibujos incisos en la piedra. La mayoría de estas incisiones son aparentemente abstractas, pero según algunos investigadores, la Pedra do Ingá esconde un antiquísimo mensaje cifrado.

En efecto, la mayor parte de los arqueólogos no se inclina a apoyar la interpretación de la mayoría de los petroglifos o de las pinturas rupestres, por el simple hecho de que a veces no se encuentran evidencias arqueológicas en las cercanías de las incisiones o de los pictogramas.

Uno de los investigadores de lenguas y escrituras antiguas más notables del siglo pasado fue el italo-brasilero Gabriele D’Annunzio Baraldi, quien nació en San Prospero, cerca a Módena (Italia), y murió en Brasil en el 2002. Efectuó varios estudios del petroglifo de Ingá y fue quien descubrió la ciudad perdida de Ingrejil, en 1984. Baraldi analizó también el famoso disco de Festo hallado en 1908 en la isla de Creta y varias placas de oro descubiertas en algunas cavernas de Ecuador.

En su visión atlante, algunos grupos de humanos originarios de la mítica isla se habrían salvado de inundaciones y terremotos catastróficos dirigiéndose tanto al este, o sea hacia Europa, como al suroeste, hacia Brasil.

Baraldi sostuvo que el idioma tupí-guaraní, hablado por muchas etnias suramericanas, tiene un lejano origen común con la lengua hitita, perteneciente al famoso pueblo indoeuropeo que prosperó en Anatolia 18 siglos antes de Cristo. Más precisamente, Baraldi declaró que en el petroglifo de Ingá está narrada la historia de la catástrofe que destruyó a Atlántida, o bien el diluvio universal, que sucedió 9500 años antes de Cristo. Los caracteres incisos en el petroglifo serían similares a los usados en la lengua primordial que se hablaba en Medio Oriente hace 18000 años, en plena era glacial.

Si bien parece extraño que las incisiones que fueron hechas en épocas desconocidas en la Pedra do Ingá tengan una lejana afinidad con la lengua hitita, efectivamente algunos signos parecen recordar antiguas escrituras hoy perdidas, que quizá hacían parte de un alfabeto antiquísimo que se hablaba en el Medio Oriente durante el período glacial.

De este alfabeto primordial, que algunos famosos estudiosos (por ejemplo el eminente genetista Luigi Luca Cavalli Sforza), llaman “nostrático”, pudieron haberse originado tanto la lengua sumeria y egipcia, como las indoeuropeas, urálicas, altaicas, semíticas y dravídicas.

Analizando la Pedra de Ingá, se pueden ver muchos signos que, según Baraldi, fueron hechos utilizando moldes cuando todo el monolito era un enorme pedazo de lava fundida, después de la erupción de un antiguo volcán.

Por ejemplo, se percibe un signo muy similar al qoph fenicio, o bien un círculo con una línea vertical al centro, que corresponde a la q latina.

De hecho, hay que agregar que las tesis de Baraldi fueron indirectamente confirmadas por algunos eminentes lingüistas, como por ejemplo el estadounidense Joseph Greenberg, quien incluyó muchas lenguas amerindias en la familia nostrática. Según esta tesis, el tupí-guaraní derivaría del Nostrático, pero no como pensaba Baraldi, es decir, con una colonización directa del Atlántico, sino más bien según la teoría clásica del poblamiento americano, a través del estrecho de Bering.

Cuando llegué al petroglifo de Ingá, tuve de inmediato una extraña percepción. Me pareció encontrarme frente a un mensaje cifrado que algunos antiguos viajeros quisieron dejar a la posteridad.

Personalmente, no creo que los autores del magistral grabado hayan sido los antepasados de los indígenas americanos. Según mi opinión, es posible que un pequeño grupo de humanos, quizá de origen afroasiático, haya atravesado el océano después de eventos catastróficos y haya representado luego su Historia en una enorme roca fundida, utilizando moldes o simplemente hachas de piedra. Este código cifrado pudo realmente haber sido escrito en una lengua derivada del nostrático, y si así fuera, la Pedra de Ingá sería el código cifrado más antiguo de toda la Historia humana.

Es todavía muy pronto para poder escribir la última palabra sobre la Pedra de Ingá y sobre la evolución del nostrático, pero estoy convencido de que sólo con estudios comparados de arqueología, genética, y lingüística, se podrá un día revelar el enigma del poblamiento antiguo del planeta, el cual, por ahora, está aún envuelto en el misterio.

YURI LEVERATTO
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