Jueves 21 de Enero del 2010, México. Maeliosa O’Hauallachain, un cura irlandés que presuntamente agredió entre 1981 y 1982 a una mujer que por entonces contaba con 14 años, está siendo juzgado estos días por un tribunal de Dublín, que ha escuchado la historia de la víctima, a quién el párroco impuso una penitencia por "su pecado".
sacerdote Maeliosa
Pese a que el párroco ha negado todos los cargos que se le imputan, la mujer, que ahora tiene 42 años, ha relatado al jurado como el cura abusó de ella y le dijo que no contase a nadie lo sucedido.
Según su relato, el padre O Hauallachain la manipuló para que no explicara nada y le llevó a un estado de ansiedad que la empujó al alcohol a los 15 años e, incluso, a embadurnarse de crema antiséptica para quitarse el olor.
"Me sentía fatal, sucia. Sentía que había un olor en mi cuerpo", recoje el periódico. "Le tenía miedo. Sentía que si rompía mi silencio, Dios me haría daño".
La primera agresión habría sucedido, según ha contado la víctima, cuando la joven iba a realizar el acto de la confesión.
En el momento en que la chica se arrodió tras una pantalla y dijo "perdóneme Padre porque he pecado" el sacerdote "se volteó y dijo 'Ah! eres tú". En ese momento sentó a la muchacha en sus rodillas y mientras ella le contaba sus pecados la rodeó y la besó en los labios.
En el juicio, la mujer ha explicado que en ese momento el cura se levantó y cerró la puerta del confesionario y empezó a tocarle los senos.
"Puso mi mano en el bolsillo de su hábito y me hizo juguetear con su pene", ha dicho la supuesta víctima. Sin embargo esto no fue un incidente aislado, el párroco habría abusado de la víctima hasta agosto de 1982.
Según su relato, el padre O Hauallachain la manipuló para que no explicara nada y le llevó a un estado de ansiedad que la empujó al alcohol a los 15 años e, incluso, a embadurnarse de crema antiséptica para quitarse el olor.
"Me sentía fatal, sucia. Sentía que había un olor en mi cuerpo", recoje el periódico. "Le tenía miedo. Sentía que si rompía mi silencio, Dios me haría daño".
La primera agresión habría sucedido, según ha contado la víctima, cuando la joven iba a realizar el acto de la confesión.
En el momento en que la chica se arrodió tras una pantalla y dijo "perdóneme Padre porque he pecado" el sacerdote "se volteó y dijo 'Ah! eres tú". En ese momento sentó a la muchacha en sus rodillas y mientras ella le contaba sus pecados la rodeó y la besó en los labios.
En el juicio, la mujer ha explicado que en ese momento el cura se levantó y cerró la puerta del confesionario y empezó a tocarle los senos.
"Puso mi mano en el bolsillo de su hábito y me hizo juguetear con su pene", ha dicho la supuesta víctima. Sin embargo esto no fue un incidente aislado, el párroco habría abusado de la víctima hasta agosto de 1982.
