El mandatario se cansó de los recurrentes ataques de medios de tendencia conservadora que no han parado de criticar, a veces con sorna, su Presidencia e iniciativas.
Desde su llegada a la Casa Blanca, Obama había optado por la opción bíblica: "Poner la otra mejilla".
Eso hasta hace dos semanas cuando, notablemente hastiado por los cuestionamientos, decidió pasar a la ofensiva. Y de qué manera: acusándolos de parcializados o de meros "apéndices" del Partido Republicano.
Aunque ya venía en ebullición desde el verano, la pelea entre Obama y los medios más conservadores de Estados Unidos llegó a su punto cumbre el domingo pasado durante una entrevista de CNN con Anita Dunn, jefe de comunicaciones del Presidente, en la que se fue lanza en ristre contra el canal Fox News, propiedad del magnate Rupert Murdoch.
"La verdad es que Fox opera casi como un brazo investigativo o de comunicaciones del Partido Republicano. No es ideológico. Es una rama más del partido"dijo Dunn en la entrevista con Howard Kurtz, que también escribe para el diario The Washington Post.
Y luego añadió esta otra perla: "
Ellos trasmiten los puntos de la agenda republicana, le dan difusión a sus reportes de oposición. Y eso está bien. Pero no pretendamos entonces que son una organización de noticias, como CNN".
Comentando después su propia entrevista (http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/linkset/2005/04/11/LI2005041100587.html?hpid=topnews), Kurtz bautizó la disputa como el "tercer frente" en la guerras de Obama, contando a Irak y Afganistán.
Esto responde a una bien orquestada campaña que la Casa Blanca viene afinando para contrarrestar los ataques de las voces más conservadoras del país, muchas de ellas con espacios noticiosos o con trabajos como presentadores de Fox -como Glenn Beck, Bill O' Reilly, Sean Hannity, o Greta Van Susteren- o de radio, caso Rush Limbaugh.
La gota que rebosó la copa
Pasada la euforia de la posesión de Obama y entrados ya en materia con temas polémicos como la reforma a la salud o la crisis económica, éstos comenzaron a martillar, sin cesar, al Presidente y sus políticas.
Sin embargo, la gota que rebosó la copa fue el tono burlón y hasta triunfalista que emplearon al registrar la noticia de que el Comité Olímpico Internacional (COI) había elegido a Río de Janeiro y no a Chicago como la sede de los Juegos del 2016, pese al esfuerzo personal de Obama por lograrlo.
"Su ego cayó al piso", "noticias maravillosas", "qué regalo: se anticipó la Navidad",fueron algunas de las frases que se les escucharon.
Luego, cuando ganó el Premio Nobel de Paz, volvieron al ataque. Beck lo catalogó como una "farsa", O'Reilly dijo que debía devolverlo y para Limbaugh, el galardón fue motivo de "vergüenza nacional".
El tema ha desatado una intensa controversia en el país. Están los que creen que Obama hace bien, pues estos medios se han convertido en "cajas de resonancia" del Partido Republicano, y sólo buscan debilitarlo e ir perfilándose como la alternativa para las elecciones legislativas del 2010 y, luego, para las presidenciales del 2012.
Están los que interpretan la contraofensiva como un ataque a la libertad de expresión. El Premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman, escribió al respecto en The New York Times y fue de los primeros en opinar que los republicanos se han convertido en un partido que le apuesta al fracaso del Presidente, aún frente a cosas que son, a todas luces, positivas para el país (http://www.nytimes.com/2009/10/05/opinion/05krugman.html?_r=1).
Y hay quienes como Ed Morrisey, del Blog Hot Air (http://hotair.com/archives/2009/10/11/cnn-hey-maybe-obama-should-stop-raising-foxs-ratings/), creen que el remedio puede resultar peor que la enfermedad.
En lugar de poner a Fox News en su sitio, dice Morrisey, lo que Obama está provocando es un aumento en la sintonía de ese canal -que ya es la más alta-. Y subraya como a la CNN le toca ahora informar sobre las andanzas de su gran rival, pues la pelea se volvió noticia.
Personas como David Zurawik, del Baltimore Sun, lo que ven es una censura contra una medio que no marcha al mismo ritmo que el primer presidente negro de Estados Unidos. Según él, Obama está favoreciendo a la competencia de Fox ofreciéndole entrevistas exclusivas, suyas y de sus funcionarios. "Es un indebido abuso del poder", afirma Zurawik.
Presentador con personalidad
Kurtz, de The Washinton Post, ve un problema más de fondo, en el que son culpables todos los medios de comunicación. Según él, a lo largo de los años, el cubrimiento noticioso en E.U. se ha ido transformando en un espacio para ventilar opiniones.
Todos, dice, incluyendo CBS, NBC y los demás, han popularizado el concepto del "presentador con personalidad", que no se limita a informar sino que opina y conduce el programa hacia a un fin predeterminado.
La apuesta de Fox, intencional o no, es operar como un canal que ofrece visiones diferentes a las que vende la Casa Blanca. Algo que le genera una gran audiencia, pues aglutina a ese 48 por ciento de los estadounidenses que votaron en contra de Obama en las históricas elecciones de noviembre del año pasado.
En todo caso, esta "guerra", como la bautizó el propio Kurtz, está apenas tomando forma. A medida que avance el otoño y llegue la hora de la decisión frente a temas tan complejos y polémicos como la reforma a la salud, el tono seguirá subiendo.
Y la cosa será aún peor el año entrante, cuando los republicanos intentarán recuperar parte del control del Capitolio, que se les fue de las manos en los comicios del 2006.
El Presidente, al parecer, ya tiene los guantes puestos.
"A aquellos que se oponen al progreso sólo quiero decirles que esto apenas comienza. Yo nunca me rindo. Que me tiren lo que quieran. Estoy listo",dijo en tono desafiante el viernes, durante un discurso en Nueva Orleáns.