El general Singlaub
Contexto de la llegada de Singlaub al poder en la WACL
La creación de la WACL no se tradujo automáticamente en un avance de la estrategia anticomunista. Al contrario. En Asia, el acercamiento de Estados Unidos a la República Popular China facilitó la consolidación de los estados comunistas asiáticos, incluyendo no sólo a Corea del Norte sino también a un Vietnam reunificado que había vencido a sus enemigos en el Sur del país.
El eurocomunismo parecía dar, por su parte, un halo de respetabilidad política a las fuerzas comunistas reformistas en Europa.
A ello se unió una gestión de Roger Pearson al frente de la WACL que había llevado a la organización al borde de la insignificancia.
Las fuerzas más reaccionarias de EEUU se oponían sin embargo al avance de las fuerzas revolucionarias e izquierdistas al sur del Río Bravo.
Aunque las dictaduras de Pinochet y Videla parecían haber asegurado el control de la zona sur del continente, la insurgencia avanzaba en Centroamérica.
Era preciso desplazar el centro de la lucha anticomunista y antiprogresista a esa zona del continente americano. Reagan, pero también, John “Jack” Singlaub, serían la respuesta contrainsurgente contra las fuerzas que amenazaban puntos estratégicos para EEUU, en particular el Canal de Panamá.
Apenas entrada la década de los años 80, el General Singlaub tendría un papel determinante en la historia aquí relatada, haciéndose de forma progresiva con la Liga Anticomunista Mundial.
El militar estadounidense tenía una muy larga trayectoria de implicación en la formulación y desarrollo de la estrategia de contrainsurgencia de los EEUU y de apoyo a sus acciones encubiertas en todo el mundo.
Miembro de la OSS en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, en 1949 se integra en las estructuras de la nueva CIA en China.
En ese país, participaría en la formación de la guerrilla del Kuomintang de Chang Kai-shek, en lucha contra los japoneses y las fuerzas de Mao Tse-Tung. Durante la guerra de Corea, Singlaub se convierte en jefe de puesto de la CIA.
En los años 60, en Vietnam, participa de nuevo en la organización contrainsurgente. Algunas fuentes señalan que, como jefe del MACSOG (Military Assistance Command Studies and Observation Group) participa directamente en la llamada Operación Phoenix.
La carrera militar de Singlaub terminaría en Corea, país al que es enviado en 1976 como jefe del mando estadounidense. Su oposición pública a la retirada de las tropas de ese país lleva a su destitución en 1977, una decisión que jamás perdonaría a Jimmy Carter.
Se convertirá a partir de entonces en uno de sus más fervorosos críticos, apoyando de forma activa la candidatura de Ronald Reagan. Antes de retirarse, sin embargo, Singlaub aún encontrará tiempo para trasladar sus conocimientos en contrainsurgencia como instructor en Fort Benning.
1981-1986: El control de la acción de la WACL
Tras solicitar la jubilación, Singlaub asume la dirección de formación del American Security Council, una asociación maccartista que Eisenhower vinculaba al complejo militar-industrial, y la copresidencia de la National Coalition for Peace Through Strength (Coalición Nacional por la Paz a través de la Fuerza) junto a Daniel O’Graham.
Esta organización era la principal fuerza impulsora, en el Congresos estadounidense, de una línea dura y de rearme contra la Unión Soviética, lo que por entonces se traducía en una radical oposición al presidente Carter y al tratado SALT 2. Es en ese papel opositor a una estrategia de acuerdos con la URSS en el que Singlaub contactará con la WACL.
Ante el riesgo de decadencia de la WACL, Singlaub inicia a primeros de los 80 un proceso de reestructuración que, de partida, implica la reorganización de su sección estadounidense. El nuevo US Council for World Freedom (USCWF, Consejo Estadounidense para la Paz Mundial) se constituye en 1981 en Phoenix, Arizona. Su creación sigue en pocos meses al acceso a la Presidencia de los EEUU de Ronald Reagan a quien la ultraderecha más militarista había apoyado, con convicción y con éxito, frente a Carter.
John Singlaub asume la presidencia de la USCWF y la responsabilidad de consolidar su organización. Daniel O’Graham, otro halcón procedente de las fuerzas armadas, antiguo alto mando de la DIA, será su vicepresidente. Con anterioridad, éste había ocupado puestos en comités honorarios de los amigos americanos de la ABN de Stetsko.
Después de establecer el USCWF, Singlaub asume con posterioridad la presidencia de la WACL para relanzar la lucha contra el comunismo en el mundo, un papel que asumirá de forma directa entre 1984 y 1986.
El papel de la WACL en este periodo y su fin
En los años 80, el papel de la WACL fue el de concentrar todos los esfuerzos, incluidos los económicos, en facilitar la estrategia de liquidación en América Latina del comunismo, y de cualquier fuerza relacionada con él, aunque fuera de manera remota, como la que representaba el movimiento a favor de la Teología de la Liberación.
Su principal baza fue manipular el temor a un supuesto ataque de una URSS que, a través de Cuba o Nicaragua, parecía encontrarse a las puertas de EEUU. Tomar la iniciativa, aunque fuera al margen de la ley, o perecer. En eso se convirtió el dilema central de la vida política americana para justificar su línea dura.
El principal marco de actuación fue Centroamérica, con acciones de bloqueo político y económico a Cuba; intervención, directa o indirecta, en Granada y Nicaragua para hacer caer a sus gobiernos; y prevención, aunque fuera a través de la máxima represión, de cualquier cambio político revolucionario en Guatemala, Honduras y El Salvador.
En todos los casos, estas acciones se integraban en una política exterior activa que pretendía derrotar al comunismo en América Central.
En especial en América Latina, pero no únicamente, la actuación de Singlaub se caracterizó por el apoyo a la acción militar encubierta, con transferencia de armas a través de empresas como GeoMilitech, o la captación de fondos para la contrarrevolución.
Es probablemente en ese contexto en el que, además de mantenerse el tradicional apoyo de Taiwán y Corea del Sur, surge con fuerza la colaboración de países de la zona del Golfo, dispuestos a financiar acciones de formación guerrillera en los países centroamericanos.
Arizona se convierte entonces en un centro de actuación clave, teniendo la USCWF su sede en Phoenix. Un antiguo enlace de la CIA con los contras en Costa Rica empieza a trabajar para el USCWF en Tucson, ciudad en la que monta una rama de la organización.
La colaboración con los saudíes tendría algunas curiosas coincidencias territoriales. Por ejemplo, por el Islamic Center de Tucson pasarán por entonces personajes como Wael Hamza Jelaidan o Wadi El Hage.
Durante la presidencia del centro de Jelaidan, entre 1984 y 1985, según un artículo de 2002 del Washington Post que cita a miembros del ICT, la mezquita facilita dinero, apoyo y en ocasiones combatientes a las fuerzas yihadistas que se enfrentan a los soviéticos en Afganistán.
El papel de la WACL en el impulso en ese periodo de la guerra en Afganistán contra la URSS es, sin duda, un hecho a destacar.
Se realiza a través del impulso al Committee for a Free Afghanistan, una organización que contará inicialmente con financiación del American Security Council.
El grupo realiza numerosas conferencias y otros actos a primeros y mediados de los 80 con la intención de organizar en Estados Unidos el apoyo a la causa muyahidín, recaudando en paralelo fondos. Realiza al mismo tiempo una campaña activa de lobby con el Congreso.
El primer presidente del CFA sería el Teniente General Daniel Graham. Singlaub combinará igualmente la presidencia de la WACL con la participación en el consejo asesor de la organización pro-afgana.
El estrecho vínculo entre esta actuación y la Administración Reagan se refleja simbólicamente en el saludo que éste realiza en el encuentro de 1984 de la WACL en San Diego.
En el acto, Reagan destaca que la organización está desempeñando un papel de liderazgo en el “galante combate desarrollado por los auténticos combatientes por la libertad de nuestros días”. Apenas un año después, en Bitburg, presentaría sus respetos a los soldados caídos de las Waffen-SS.
En la reunión de San Diego, Singlaub anuncia el lanzamiento de una campaña de ayuda privada a la Contra, orientada a superar los controles impuestos a Reagan por el Congreso. Singlaub liderará a partir de entonces los esfuerzos mundiales de apoyo a esa causa.
En gran medida, esta política, se confundirá con el escándalo Irán-Contra.
John Singlaub con la Contra Nicaraguense en 1985
Es llamativo que se vincule a Singlaub por ese periodo con la SOPAG (Special Operations Policy Advisory Group), un grupo asesor, conformado por militares y exmilitares, que se habría encargado de modelizar la intervención secreta estadounidense en Afganistán, preconizando su extensión a Nicaragua, Angola, El Salvador, Camboya, Etiopía y otros.
Se trataba de una opción por un modelo de conflicto de baja intensidad en el que el recurso al terror es sin embargo posible, aunque siempre enmarcado en una lógica de defensa formal de los derechos humanos.
William Walker encarna perfectamente ese cínico papel como embajador en El Salvador durante el periodo en el que se asesina a Ignacio Ellacuría y otros jesuitas.
En octubre de 1986, la acción encubierta de la red de Oliver North se viene abajo cuando uno de sus aviones es derribado en Nicaragua, capturando su gobierno a uno de los miembros de la tripulación.
La administración de Reagan, a través de William Graham Walker, reacciona señalando que se trata de un avión que forma parte de la operación privada de Singlaub.
Singlaub, por su parte, reacciona con desprecio señalando que él no gestiona una operación destinada al fracaso. Reconoce, no obstante, haber ayudado a la Contra a obtener armas fuera de los EEUU.
El inicio del Irán-Contra en noviembre de 1986 es el principio del fin para las distintas estructuras de intervención contrainsurgente pensadas por Singlaub.
En 1987, se revoca la exención fiscal a la USCWF por sus actividades a favor de la Contra nicaragüense.
Cuando culmine finalmente el escándalo Irán-Contra, en 1987, lo destruye todo, entre otras a la WACL.
Es posible que Singlaub ya abandonara la organización en torno a septiembre de 1986, manteniendo sólo la presidencia de la USCWF.
Como consecuencia de las dificultades financieras, la NARWACL, la North American Regional World Anti-Communist League, compuesta por las secciones americana y canadiense de la WACL, es incapaz de mantener su reunión anual en 1988-89.
Para agosto de 1989, la oficina de Phoenix de la USCWF había cerrado.
Pero, ¿qué fue de los ucranianos?
Durante el periodo en el que la USCWF asumió el control absoluto de la WACL, algunos miembros significativos de la diáspora anticomunista ucraniana siguieron teniendo una presencia relevante.
De hecho, Lev Dobriansky, uno de los personajes históricos vinculados al movimiento anticomunista, formaba parte del USCWF.
El vínculo de la ABN con la WACL se mantuvo, además, durante el periodo Singlaub. En la reunión de Munich del ABN, el 25 de junio de 1982, Singlaub señaló que su objetivo era organizar a todas las fuerzas anticomunistas en el mundo para contener la amenaza comunista y conseguir su “final e inequívoca desaparición”.
Se sabe que el grupo de Stetsko participó en la campaña pro-afgana.
El líder ucraniano de la ABN murió en 1986 y fue sustituido por su esposa, Slava, en la dirección de la organización. Myron B. Kuropas habla de su discurso en la conferencia anual de la WACL en Taipei en 1987 cuando participó en el acto como delegado de la USCWF, aún presidida por Singlaub.
Aunque la WACL acabaría por desaparecer como tal, el modelo de intervención que impulsó Singlaub, de apoyo a la línea de la Administración Reagan, tendría continuidad a partir de entonces, aunque con otras formas y en colaboración frecuente con administraciones demócratas.
Entre los múltiples ejemplos, destacará la participación del MPRI en el desenlace final de la guerra de Croacia.
A finales de los años 70, su principal dirigente, Vernon Lewis, fue uno más de los militares que, junto a Singlaub, promovieron la llegada de Reagan a la presidencia de los Estados Unidos.
El golpe de Maidan responde a línea de intervención que, previamente, había llevado a la caída de Milosevic y la desintegración final de Yugoslavia.
A nadie le puede sorprender, por ello, que un antiguo miembro de las organizaciones anticomunistas vinculadas a la WACL, en concreto al USCWF, tuviera un papel protagonista en el proceso. Se trata del actual senador John Sydney McCain III.
El senador McCain se vincula al USCWF a primeros de los 80 y participa en su consejo asesor.
Esta participación coincide en el tiempo con el inicio de una carrera política que ya en 1982 se traduce en su elección para el Congreso.
Según el propio McCain habría dimitido del Consejo en septiembre de 1984, pidiendo en mayo de 1986 que se retirara su nombre del encabezamiento de los escritos del grupo.
Para entonces había dejado de querer verse asociado con el grupo de Singlaub.
En cualquier caso, McCain seguía siendo miembro del consejo del USCWF cuando, como nuevo miembro del Congreso, votó a favor de la asistencia militar estadounidense a la Contra nicaragüense.
Sin embargo, la colaboración de los McCain con las organizaciones anticomunistas era mucho anterior, como revela el compromiso previo del padre del senador con la WACL en Asia.
Aún más que la revolución Naranja, Maidan representa la culminación del sueño de personajes que, como Dobriansky y Stetsko, dedicaron su vida al modelo de Ucrania anticomunista que inspira al régimen hoy en el poder.
No deja de tener algún componente de reparación a todas las víctimas del furibundo anticomunismo de los años 60 a 90 que casi nadie se acuerde de ellos en la Ucrania moderna.
Ni siquiera entre los militantes de la ultraderecha nacionalista.
https://slavyangrad.es/2016/12/12/singlaub-y-la-culminacion-de-la-estrategia-de-erradicacion-y-liquidacion/