El expresidente del Gobierno, José María Aznar, en Panamá junto a Lilian Tintori,esposa del terrorista venezolano preso Leopoldo López
Por Francisco González Tejera
La cola del hambre se alzaba hoy hasta la esquina remota, gente desesperada de distintas edades esperaban durante toda la mañana la bolsa de comida del Banco de Alimentos.
El final de la calle La Naval, donde el Puerto de la Luz en Las Palmas abre sus puertas al mundo.
Ojos que miraban con miedo, otros con hambre, mujeres con niños y niñas en sus brazos, bebés, ancianos, algunas personas migrantes mendigando la comida del mes para no morir de inanición.
Me vinieron a la mente los siniestros rostros de personajes como Aznar, Zapatero, “El falangito” Albert Rivera, Felipe González y otros emisarios del régimen español en la digna Venezuela.
El comienzo de la campaña electoral en un territorio extranjero, pidiendo “democracia”, “libertad”, cuando en su propia España la gente está pasando hambre, más de cinco millones de niños y niñas según Unicef y Save the Children sufriendo desnutrición, 25.000 suicidios por motivos económicos en los últimos cinco años, personas desempleadas, desahuciadas de sus viviendas, víctimas de la mafia bancaria, que se quitan la vida por no aguantar más la presión, las amenazas y el chantaje de estas corporaciones financieras criminales.
Me acordé viendo la cola del hambre de los 280.000 enfermos dependientes fallecidos (asesinados), en menos de dos años, por la retirada de las ayudas. La palabra “terrorismo” inundó mi cerebro entristecido, avergonzado de ver a personas decentes haciendo cola para poder comer en la europea patria de la corrupción y el saqueo.
Ahora vienen estos crápulas de la vida loca y el dinero fácil, de los recortes salvajes, los yates de lujo, sueldazos por no hacer nada en multinacionales mediante las puertas giratorias, las privatizaciones, las Reformas Laborales y el genocidio social programado a dar lecciones en Venezuela, próceres bastardos del capitalismo salvaje, que no conciben que un pueblo pueda decidir libremente su futuro, que no se avergüenzan de que en España millones de personas sobrevivan sin ingresos en la exclusión social, en la pobreza extrema, generada por la corrupción política generalizada de sus gobernantes.
No tienen escrúpulos en aliarse con la mafia opositora y fascista venezolana, aún a sabiendas de que ha usado el terrorismo contra un gobierno legítimo, elegido por el pueblo guste o no guste, con observadores internacionales de Naciones Unidas en cada una de las elecciones desde la época del honrado presidente Hugo Chávez.
Queda claro que el objetivo es meramente económico por la riqueza petrolera de un estado soberano, que obvian a otros gobiernos terroristas como el de Colombia que asesina a cualquier opositor a través de sus criminales escuadrones de la muerte, como el de Israel que lleva varias décadas asesinando y masacrando al heroico pueblo palestino.
Para esto no se moviliza esta gentuza, aquí no hay prebendas, ni sobres o maletines repletos de dólares o billetes de 500 euros manchados de sangre inocente.
Son la vergüenza del mundo quienes olvidan a su masacrado pueblo para hacer negocio con su particular forma de entender la “democracia”.
Publicado por Odio de Clase