La revelación de los Panama Papers sería parte de un plan para desplazar a naciones utilizadas para la evasión de impuestos.
El Gobierno de Estados Unidos afirmó que “toma muy en serio” y está revisando todas las denuncias de corrupción develadas por la filtración masiva de los Panama Papers, incluidas las acusaciones que podrían tener un vínculo con el país o con su sistema financiero, afirmó Télam.
Sin embargo, la prensa internacional ha especulado sobre cuáles son los verdaderos intereses de la Casa Blanca con los 11 millones de escritos que muestran cómo funcionan los paraísos fiscales y cómo grandes personalidades han movido el dinero de manera clandestina por todo el planeta durante las últimas décadas.
Según el portal web del diario panameño Crítica, EEUU se ha convertido en la actualidad en la mejor opción para trasladar las cuentas bancarias de los más ricos y poderosos para evitar pagar impuestos y ocultarlo de los gobiernos de otros países.
“Tras arremeter contra otras naciones por ayudar a los estadounidenses más acaudalados a esconder su dinero, ahora EEUU está emergiendo como un paraíso fiscal de primer orden para los extranjeros adinerados y con cierta influencia mundial”, agregan.
Afirma el rotativo que la entidad financiera europea Rothschild, con una fuerte influencia en la Reserva Federal estadounidense, y otros importantes bancos con sede en Suiza, las islas Bermudas o las islas Caimán, abrió y trasladó las fortunas de sus clientes extranjeros a nuevas sucursales en los estados de Nevada y Dakota del Sur.
De acuerdo con Rusia Today, el medio británico The Guardian reconoció que los documentos que filtró en principio el diario alemán Süddeutsche Zeitung, y posteriormente fueron suministrados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), manejado desde Washington, sólo hace énfasis en aquellas personas de países que incumplen sanciones impuestas por EEUU.
El diario argumenta que, si no hay estadounidenses en la lista, es por el acuerdo para el fomento del comercio al que llegaron Panamá y EEUU en 2010. Son doce los líderes mundiales que tienen algún tipo de cuenta vinculada a ese despacho de abogados de Panama, “aunque gran parte de la evasión fiscal se realiza a través de EEUU y, sobre todo, de Londres y de las Islas Vírgenes”, añade.
Para EEUU los Panama Papers serían entonces parte de una maniobra para acabar con paraísos fiscales como Panamá, y, en consecuencia, eliminar la “competencia” y convertirse en el único paraíso fiscal real del mundo al que los ricos y multimillonarios desplacen sus capitales para ser limpiados y blanqueados, apunta Crítica.
Harold Urrieta