Palestina: Un grito en la oscuridad: Hind Rajab, “Por favor, ven, ven y llévame”

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Cuba: Captura de los primeros prisioneros de guerra sudafricanos.

Tropas Especiales de Cuba. Los hombres – hombres en Angola (1975 – 1976). 8va Parte

Captura de los primeros prisioneros de guerra sudafricanos. 50 Aniversario


Un hecho fortuito fue fundamental para que los prisioneros de todos los bandos ganaran en salud.

 El 13 de diciembre de 1975 eran capturados los primeros cuatro soldados sudafricanos en una emboscada en territorio de nadie, a unos 6 km de la defensa cubano -angolana, muy cerca de la Loma Congreso, ubicada entre el río Nhía y Catofe. Era un pequeño grupo de reparaciones que acudía a reparar un equipo averiado.

En esta acción tuvo un papel relevante el jefe de un pelotón de tropas especiales del MININT que tenía la misión de contener, a toda costa, cualquier avance sudafricano por ese lugar. Estos fueron los hechos:


Relato del suboficial tropa especial del MININT participante en la acción y cuya identidad queda pendiente por esclarecer al corresponsal de guerra Pepín Ortiz:

"A unos 300 ó 400 m de la emboscada, uno de los dos compañeros que me seguían me avisan que venía un camión de la dirección del enemigo hacia donde estábamos nosotros. 

Pensé que se trataba de un equipo nuestro y les dije en tono confiado: no importa, ése es de los nuestros. Cuando se aproximó el vehículo los compañeros me advierten gritándome, mientras corrían para emboscarse: ¡Oye, es el enemigo! Rápidamente les respondí: Bueno, vamos a hacerle frente aquí.

Venían dos de los cuatro sudafricanos con los fusiles FAL por fuera del camión. Yo los veo y me sorprendo, verdad que me sorprendí. Entonces me paré en el medio de la carretera y les hice señas, les grité que se pararan. 

Doy gritos de que se paren, les digo algunas malas palabras, pero ellos no me entienden. 

Pero como venían a una velocidad tremenda se me pasaron como unos 60 m hacia atrás. Entonces, les rastrillé el AKM y ellos no me entendían, me hacían señas con la mano como diciéndome: ¿qué tú quieres?

Al verme solo, dieron tremenda marcha atrás y se pararon frente a mí. Yo rastrillé el fusil, pero no me funcionó. Cuando ellos se percataron del hecho se lanzaron al pie de la carretera por la banda opuesta del camión y me hicieron fuego cerrado. 

Me sentía quemado, desbaratado, pero después de algunos minutos logré manipular el fusil. El enemigo estuvo haciendo fuego contra mí por espacio de varios minutos: dale que te doy, dale que te doy. 

Me quedaba un depósito de balas de 40 y otro de 30.

Logré mantener a raya a los sudafricanos y pude con ecuanimidad pedir fuego a los compañeros míos que estaban emboscados y que esperaban mis órdenes. 

Les grité, les dije que me tiraran. Claro está, uno teóricamente, militarmente, pide el fuego, pero cuando uno se siente como yo me sentía, lo pide algo desordenado. 

En ese intervalo me preguntan: ¿Dónde tú estás? Respondí de inmediato: Estoy aquí frente por frente a los tipos estos. Entonces mis compañeros le tiraron hasta con bazuca y todo. Al segundo bazucazo se rindieron todos. Los cogimos boca abajo sobre las hierbas y con los fusiles como a 10 m del lugar.

Cuando al fin terminó el encuentro y me palpé el cuerpo, aún pensaba que estaba quemado, herido. 

Mi AKM estaba atravesada por el guardamano superior por dos impactos. No sé cómo no me mataron".

Los primeros cuatro sudafricanos capturados dijeron llamarse Johannes Gerhardus Terblanche, cabo del ejército, Robert Wilson, Graham Danney y Robert Wiehan, soldados de la SADF.

Hace algún tiempo gracias a las posibilidades del Internet, en una oportunidad pude contactar a Robert Wilson cuya ayuda fue fundamental para la correcta identificación de uno de los soldados sudafricanos que había error con su nombre.

Gracias a mis amigos veteranos de las tropas especiales del MININT hoy sabemos que por la parte cubana participaron José Elia Salgado, alias El Moro, Guillermo Rodríguez Guevara, Mario Soto, Reinaldo Rodríguez Perdomo. Seguimos investigando en aras de esclarecer lo más posible este hecho histórico.

En el curso de guerra más adelante, otros cuatro sudafricanos más serían hechos prisioneros por las fuerzas cubano – angolanas. Los combates serán objeto de análisis en futuros artículos.

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