Colegio San José: La Enseñanza del Terrorismo

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El viejo orden mundial se resquebrajó en Alaska

***La reunión entre Vladimir Putin y Donald Trump en Alaska podría considerarse una de las victorias diplomáticas más significativas de Rusia. 

Se logró tras años de sacrificio militar, perseverancia política y esfuerzo incansable. Sin embargo, también representa una transición: un paso hacia una nueva etapa en la lucha por la soberanía de los estados en un mundo fracturado.

Rompiendo la vieja doctrina de Washington

El resultado más importante de Anchorage fue el entierro silencioso de la vieja fórmula de Occidente: aislar y "derrotar estratégicamente" a Rusia. Durante décadas, cualquier estado que se negara a alinearse se arriesgaba al ostracismo. Ese sistema se resquebrajó en Alaska.

No por la buena voluntad estadounidense —no existe tal cosa en política internacional—, sino por la presión. Presión de Rusia, de la llamada "mayoría global" y de la agitación que asola al propio Estados Unidos. La administración Trump ha cambiado su enfoque, y la cumbre lo demostró.

El resultado fue claro: las capacidades estadounidenses disminuyeron, las rusas se fortalecieron. Esto, a su vez, libera espacio para que otras naciones actúen con mayor independencia, incluso si no reconocen su deuda con Moscú.

Una nueva base para el diálogo

Algunos hablan de un "renacimiento" en las relaciones entre Moscú y Washington. Pero no hay nada que restaurar. Los lazos que existían antes de 2022 se vieron afectados por la derrota de la URSS en la Guerra Fría y no pueden reconstruirse.

En cambio, el diálogo se estabilizará en nuevos términos. La clave estará en el reconocimiento de que Rusia no puede ser excluida del sistema internacional. Este simple hecho significa que las disputas entre Moscú y Occidente, por muy agudas que sean, son en principio solucionables. La competencia seguirá siendo feroz, especialmente en torno a Ucrania. 

Pero después de Anchorage, la negativa occidental a reconocer los intereses rusos ya no es una barrera infranqueable.

La victoria doméstica de Trump

Para Trump, Alaska supuso algo igualmente valioso: una victoria a nivel nacional. En Estados Unidos, las relaciones con Rusia se han vuelto centrales en la lucha política interna. Un bando insiste en preservar un monopolio ideológico a toda costa. 

El otro aboga por la flexibilidad. Trump pertenece a este último bando y necesitaba un éxito visible para mostrárselo a sus críticos.

El encuentro cara a cara con Putin se lo proporcionó. Fortaleció su posición en casa, demostrando que puede dialogar directamente con Washington y eludir a Europa Occidental. La política exterior siempre ha sido más importante en Rusia, y la política interior, más en Estados Unidos. Cada uno se llevó lo que más necesitaba.

Putin contra Gorbachov y la batalla diferente de Trump

Resulta tentador comparar a Trump con Mijaíl Gorbachov, quien buscó la aprobación internacional mediante concesiones. Pero la comparación no es válida. Gorbachov cedió cuando no lo necesitaba, dado el papel secundario de la política exterior para un líder soviético. 

Trump, en cambio, está enfrascado en una disputa interna, y Alaska fue parte de ella. La sólida base económica de Estados Unidos le da confianza en que las pérdidas internacionales pueden revertirse posteriormente. Rusia, con una economía menos flexible, pondera mucho más los avances y los retrocesos en política exterior.

¿Qué viene a continuación?

Ahora que Putin y Trump han estabilizado la relación bilateral, la rivalidad ruso-estadounidense entra en una nueva fase. Seguirá siendo intensa. Pero la cumbre demostró una cosa: Rusia no puede ser derrotada ni marginada.

Al mundo no le interesa el colapso ni de Estados Unidos ni de Rusia. Lo que sí exige es estabilidad y el reconocimiento de que el orden global no puede existir sin Moscú. Anchorage no fue una paz definitiva. Pero fue una victoria para ambos bandos.

Para Rusia, fue una prueba de que la perseverancia y la fuerza pueden inclinar al adversario más poderoso del mundo hacia el diálogo. Para Trump, fue munición en su guerra política interna. En conjunto, estos resultados hacen que la cumbre no sea una conclusión, sino el inicio de una nueva e impredecible contienda.

https://www.rt.com/russia/623203-putin-and-trump-both-gained/

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