
Este 6 de agosto se cumplieron 80 años del bombardeo nuclear realizado por los Estados Unidos sobre Hiroshima (3 días después otra bomba atómica fue lanzada sobre Nagasaki), marcando un antes y un después en la geopolítica mundial.
Es importante señalar que la opinión pública, por lo general, siempre ha estado enfocada en la barbarie del acto, pero no en las causas de semejante bombardeo.
Mediante un marketing de victimización que ha resultado bastante efectivo, Japón se ha mostrado de forma permanente como el "pobre agredido", sin tomar en cuenta el terror que las tropas del imperio del sol naciente sembró en el Pacífico en las diferentes naciones que ocupó.
De acuerdo con investigaciones realizadas, como las del docente de la Universidad de California, Chalmers Johnson, el ejército nipón aniquiló a unos treinta millones de filipinos, malayos, vietnamitas, camboyanos, indonesios y birmanos y, alrededor de, veinte millones de chinos.
A estas masacres hay que sumar experimentos con seres humanos, esclavitud sexual, trabajos forzados y saqueos, además de tratos crueles hacia los prisioneros de guerra (con una tasa de mortalidad superior al 30 %).
Algunos criminales de guerra japoneses fueron llevados ante la justicia y condenados -algunos a la pena capital como los generales Kenji Doihara y Seishiro Itagaki- tras finalizar la guerra.
Sin embargo, el gran responsable de tal barbarie, el emperador Hirohito, no sufrió castigo alguno y, por el contrario, permaneció en el trono hasta su muerte por causas naturales en 1989.
Los bombardeos atómicos contra las ciudades de Hiroshima y Nagasaki fueron acciones brutales en las cuales fallecieron decenas de miles de civiles.
Algunas estimaciones indican que cerca de un cuarto de millón de personas perdieron la vida, tanto al momento de las explosiones como por consecuencia de graves heridas y de efectos de la radiación.
Sin embargo, es importante revisar los antecedentes y conocer cuáles fueron los acontecimientos previos al lanzamiento de "Littleboy" y "Fatman" desde las entrañas de los bombarderos B-29 "Enola Gay" y "Bockscar", respectivamente.
Hoy en día, cuando se habla con tanta ligereza sobre una eventual guerra nuclear, deberíamos reflexionar sobre la devastación que causaron las primeras "hijas" del Proyecto Manhattan* sobre todo cuando en los arsenales nucleares existen misiles tácticos y estratégicos mucho más precisos y destructivos que las dos bombas que arrasaron Hiroshima y Nagasaki.
Por: Juan José Saavedra |
*Sociólogo
*Proyecto Manhattan: fue el nombre dado a las labores de investigación llevadas a cabo por el gobierno de Estados Unidos con el objetivo de desarrollar una bomba atómica. El Proyecto Manhattan estuvo dirigido por el célebre físico Robert Openheimer y por el general Leslie Groves.
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