***La vieja declaración de guerra del imperialismo norteamericano contra el pueblo y el gobierno cubano se mantiene vigente, su espíritu sigue vivo, constantemente se perfecciona y se recrudece con el resurgimiento del neoconservadurismo en la casa blanca.
El 13 de marzo de 1960, el comandante Fidel, en un acto celebrado en las escalinatas de la Universidad de La Habana, informó a la población cubana, de las dificultades por venir y del deterioro de las relaciones bilaterales Cuba-EEUU y anuncia…" Se trata de una amenaza de tipo económico, es decir, la amenaza de matar de hambre a nuestro pueblo si nosotros nos mantenemos firmes en nuestra postura revolucionaria" adelantó Fidel.
Al cumplirse este 1 de enero, 65 años del triunfo de la revolución cubana, las aspiraciones de las sucesivas administraciones estadounidenses siguen siendo las mismas, asfixiar a este heroico pueblo.
A partir del 6 de abril de 1960, el gobierno de los Estados Unidos en su afán por derrotar a la joven revolución cubana, sentó los fundamentos de su política genocida hacia este hermano pueblo, a través del memorándum secreto del Departamento de Estado que definía la filosofía de lo que hoy se conoce como el bloqueo económico, comercial y financiero que se impuso meses después de manera unilateral contra Cuba, que se ha arreciado hasta fecha en diferentes modalidades.
El memorándum generado por Lester D. Mallory, Vicesecretario de Estado Asistente para los Asuntos Interamericanos, recomendaba lo siguiente: "La mayoría de los cubanos apoyan a Castro…el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales…hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba…una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en las privaciones a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Desde ese momento, la estrategia ha consistido, no solo en llevar hambre y miseria al pueblo cubano, sino también y, sobre todo, en hacer ver a los ciudadanos cubanos y los pueblos del mundo, que la causa de las desventuras y las limitaciones por la que ha tenido que pagar este pueblo por defender su soberanía y elegir su proyecto político, tiene sus raíces en la ineficiente gestión del gobierno cubano y no en las "sanciones" de Washington.
En este momento quienes deliberadamente o por ignorancia, restan importancia al bloqueo, o simplemente lo consideran un pretexto del gobierno revolucionario cubano, para justificar sus propias deficiencias y errores, se convierten en cómplices de esta política genocida del imperialismo norteamericano, por ende, son reservas de este.
La defensa de la revolución cubana hoy más que nunca adquiere un carácter existencial para todas las fuerzas revolucionarias, democráticas, humanistas, antifascistas amantes de la paz y del progreso social, independientemente donde se encuentren.
El Partido del Pueblo, partido de los comunistas panameños, fiel a su identidad marxista leninista, se pronuncia ante la crucial situación política por la que atraviesa el mundo, en el enfrentamiento geopolítico global, donde se deslinda la derrota del mundo unipolar encabezado por los Estados Unidos, que arrecia su política de dominación y exterminio a pueblos enteros y el surgimiento de un mundo multipolar donde se den las condiciones para la coexistencia pacífica de los pueblos, defendiendo su soberanía y autodeterminación.
Es en este contexto que se hace obligatorio crear un gran frente nacional de solidaridad en defensa del pueblo y el gobierno cubano, en la batalla por derrotar la embestida imperialista del saliente gobierno de Biden, la llegada de Donald Thump con su neoconservadurismo, para esclavizar a este hermano pueblo, que defienden su soberanía y el derecho a la autodeterminación, sin claudicar a sus principios revolucionarios.
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