****En su célebre conferencia maratónica anual, se notó a un presidente Putin triunfante y bajo control de los eventos locales/regionales/globales, pese a las delicadas vicisitudes, todavía ominosas a 29 días de la asunción de Trump, con quien está dispuesto a dialogar la dinámica hacia un nuevo orden que hoy se vislumbra ineluctablemente tripolar (https://bit.ly/3UFAVwG).
En contraste a la aplastante mayoría cacofónica de los omnipotentes multimedia de la anglósfera, que comparan en forma propagandística la caída del régimen de Bashar al-Assad (BaA) con el colapso de EU en Saigón, Putin exhibió su agudo sarcasmo y la seguridad del fulgurante futuro de Rusia como uno de los hacedores del nuevo orden mundial tripolar: con su íntimo asociado, el mandatario chino Xi Jinping, y un hiperrealista Trump quien entiende por dónde soplan los vientos.
Sin rubor, el ministro británico de defensa, John Healey, del tambaleante gobierno Starmer, aseveró alucinantemente en su visita a Ucrania que “la caída de Asad es una derrota estratégica para Putin (https://bit.ly/3DkSRGP)”.
A una pregunta del canal NBC de EU, vinculado a su complejo militar industrial, Putin replicó que Ustedes quisieran presentar cuanto sucede en Siria como un fallo o una derrota de Rusia, ya que “llegamos a Siria hace 10 años para impedir la creación de un enclave terrorista como el que observamos en otros países, por ejemplo, en Afganistán. En general (sic), hemos logrado nuestros objetivos (https://bit.ly/404iKDF) y (https://bit.ly/3ZOPQpJ)”.
No es lo mismo Siria con BaA ocho años antes de la operación especial de Rusia en Ucrania, que hoy, cuando Ucrania está prácticamente derrotada y con una nueva Siria de yihadistas decapitadores, al borde de la balcanización.
A mi juicio, el nuevo orden mundial ineluctablemente tripolar se define en Ucrania, no en Medio Oriente que sufre su muy cantada transformación cartográfica notarizada desde 1980 (https://bit.ly/3ZQQbIL ; El colapso de Siria forma parte del plan para desestabilizar las fronteras de Rusia, India y China).
Putin reveló que Rusia evacuó a 4 mil combatientes iraníes a Teherán y agregó que se relocalizaron en Líbano e Iraq: 2 países a mayoría chiíta.
Hace una década la presencia del ejército ruso en la base aérea de Hmeimin y el puerto naval de Tartús tuvo un significado estratégico para la salida de Moscú al mar caliente del mar Mediterráneo.
Hoy, la hermenéutica rusa, 10 años después, con su triunfo virtual en Ucrania y su control de facto del mar Negro, además de su alianza tácita con Turquía, adquiere un mayor significado cuando puede conseguir nuevas plataformas para su política panafricana de expansión desde Sudán, pasando por Egipto/Libia, hasta Argelia.
Por alguna razón, cada día más prístina, Rusia e Irán dejaron caer prácticamente al muy novato BaA (a diferencia de su superdotado padre Hafez) para favorecer el neo-otomanismo del sultán Erdogán.
¿Prefirieron Rusia e Irán su colaboración, para no decir nueva alianza, con Erdogán en lugar del desechable BaA?
¿Optaron Moscú y Teherán por la más redituable política futurista de los BRICS+, de mayor irradiación?
Dejo de lado los ditirambos mutuos que han intercambiado públicamente los mandatarios de Rusia y Turquía –que antes era solamente miembro de la OTAN y ahora también de los BRICS+– a raíz del intento del golpe de Estado de la CIA contra el sultán Erdogán (https://bit.ly/49OgHHk). ¿Y qué tal si la suerte de la región se selló en Kazán, incluida la de Siria, y pocos se dieron cuenta de ello?
Se empiezan a vislumbrar más tratativas tras bambalinas para la configuración de la nueva cartografía del Medio Oriente que va desde el Gran Israel hasta el neo-otomanismo de los sunnitas islámicos, mientras la chiíta Irán voltea a ver hacia su corredor geoeconómico Norte-Sur vinculado con India y China (Nueva Siria con reajuste RIC (Rusia/India/China): ¿sin Siria?; https://bit.ly/3ZYbuJD).
¿Firmarán su Acuerdo estratégico Rusia e Irán el 25 (sic) de enero como revire al colapso de Siria?
Por Alfredo Jalife Rahme
