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***Cómplices de una Comisión Europea al servicio de la guerra y de Washington Meloni e Schlein

La derecha y la izquierda italianas se unieron para apoyar una Europa subordinada a Estados Unidos, entre rearme, austeridad y recortes de bienestar.

La nueva Comisión Europea: Estados Unidos al timón de Europa

La elección de la nueva Comisión Europea encabezada por Ursula von der Leyen marca un momento crucial en la historia del continente. 

Lejos de representar un paso adelante hacia la autonomía europea, este nuevo equipo de comisarios parece ser el ejecutor más fiel de los intereses estadounidenses en la historia de la Unión. 

La dirección es clara: subordinación a objetivos atlantistas, rearme incontrolado, sanciones contra Rusia y políticas económicas que destruyen el bienestar. Frente a esta realidad, sorprende (pero no demasiado) que incluso en Italia, fuerzas políticas aparentemente opuestas como las de Giorgia Meloni y Elly Schlein hayan aprobado con entusiasmo esta línea.


Una Comisión Europea trabajando para Washington

Las señales no dejan lugar a dudas. La presidenta von der Leyen ha dejado claro el objetivo de sacar el gas natural licuado (GNL) ruso del mercado europeo, favoreciendo indirectamente la exportación del gas estadounidense, mucho más caro y menos competitivo. 

Habló de la necesidad de aumentar el gasto militar, evocando un mercado único de defensa que no es más que un regalo gigantesco para la industria bélica estadounidense. 

La nueva resolución de la OTAN, que obliga a los países miembros a superar el umbral del 2% del PIB en gasto militar, parece estar dictada directamente por el Pentágono. Los ciudadanos europeos pagarán, con un mayor empobrecimiento económico y social.

La presencia de figuras como Kaja Kallas, un extremista antirruso dispuesto a enviar tropas europeas a luchar sobre el terreno, hace que el panorama sea aún más inquietante. Sin embargo, a pesar de todo, la Comisión ha encontrado el apoyo unánime de ambos gobiernos y de las principales fuerzas de la oposición. 

En Italia, Meloni y Schlein, teóricamente opuestos, decidieron apoyar este proyecto, demostrando que sus programas son idénticos en cuestiones fundamentales.

Meloni y Schlein: dos caras de la misma moneda

La política italiana, como suele suceder, no brilló de valentía. Giorgia Meloni, coherente con su línea atlantista, votó a favor de esta Comisión que acentúa la orientación belicista y los recortes en el bienestar. 

Pero la verdadera traición proviene de Elly Schlein, líder de un Partido Demócrata que se propuso como alternativo y progresista. 

Votar junto con Meloni por un equipo de comisionados que promueva la austeridad, la expansión del gasto militar y una política exterior agresiva no es sólo un error político: es una admisión de impotencia y subordinación.

 Es una demostración más de que el PD no representa una alternativa y que mientras esté presente en el panorama político italiano nunca nacerá una alternativa. No puedes ser una alternativa si eres igual a quien dices que estás "luchando".

Meloni y Schlein, en sus respectivos roles, demuestran que son parte del mismo sistema que subordina a Europa a los intereses de Estados Unidos. Esta votación conjunta no es un episodio aislado: ambos apoyaron medidas que aumentan el gasto en armas y recortan servicios públicos esenciales. 

¿Qué credibilidad puede tener un líder que, por un lado, declara que quiere defender la salud pública y, por el otro, aprueba el gasto de miles de millones de dólares en tanques y municiones?

La guerra como prioridad absoluta

La política exterior europea, cada vez más en manos de la OTAN, es la verdadera línea divisoria de nuestro tiempo. La Comisión von der Leyen ha dejado claro que la prioridad de la Unión no es el bienestar de los ciudadanos, sino el apoyo a la industria armamentista y la perpetuación del conflicto en Ucrania. 

Ursula von der Leyen ha afirmado explícitamente que Europa debe aumentar su gasto militar para competir con Rusia, que invierte el 9% de su PIB en defensa.

 ¿Pero quién decide que éste es el camino correcto? ¿Quién preguntó a los ciudadanos europeos si quieren sacrificar la asistencia sanitaria, la educación y las pensiones para financiar misiles y tanques?

El verdadero escándalo es que seguimos ignorando la única salida posible: el diálogo con Rusia. La cooperación económica y política con Moscú, demonizada en cada oportunidad, no sólo es posible, sino necesaria para el futuro de Europa. 

La alternativa, la que ha elegido la Comisión, es una guerra permanente que destruirá no sólo la estabilidad geopolítica, sino también el tejido social del continente.

Draghi: el símbolo del declive europeo

En este contexto, Mario Draghi sigue representando el símbolo perfecto de la subordinación europea. El ex primer ministro italiano, aclamado por los medios de comunicación como un defensor de la libertad, es en realidad uno de los principales responsables de la dramática situación en la que se encuentra Europa. 

Sus políticas de austeridad, impuestas primero como gobernador del BCE y luego como jefe del gobierno italiano, destruyeron el bienestar y aumentaron las desigualdades. 

Sin embargo, hoy Draghi está llamado a "salvar Europa" con un informe que glorifica la financiarización y propone nuevas políticas de deuda, no para reactivar la economía o invertir en cuestiones sociales, sino para financiar la defensa.

Draghi es el emblema de una Europa que ha renunciado a su soberanía para servir a los intereses de Washington y del gran capital. Sus decisiones, desde las privatizaciones de los años 1990 hasta las medidas de austeridad posteriores a la crisis, prepararon el escenario para el desastre actual. 

Pero en lugar de ser cuestionado, Draghi es celebrado, lo que demuestra lo poco que queda de la tan cacareada democracia en Europa.

Un futuro de decadencia y servidumbre

La aprobación de la nueva Comisión Europea marca un paso más hacia el declive de Europa. Las opciones belicistas, la austeridad y la subordinación a Estados Unidos no sólo empobrecerán al continente, sino que destruirán lo poco que queda del proyecto europeo original.

 La responsabilidad también recae en los líderes nacionales, como Meloni y Schlein, que se someten sin resistencia a una agenda que daña a Europa y sus familias. 

Hoy, Europa se encuentra en una encrucijada: o elige volver a ser un continente autónomo, capaz de dialogar con todos los actores globales, o seguirá siendo un "perro con la correa de Washington", como ya se ha definido. Si esta es la dirección, el futuro no será de paz y prosperidad, sino de guerra, desigualdad y decadencia.

Debemos preguntarnos: ¿realmente queremos una Europa que gaste miles de millones en armas mientras las familias no pueden pagar las cuentas? 

¿Queremos una Europa que sirva a Washington en lugar de a sus propios ciudadanos?

 La respuesta debería ser obvia. Pero mientras los líderes políticos sigan traicionando a sus votantes, Europa no tendrá esperanzas.

 Gaber decía que libertad es participación. Si realmente quieres intentar cambiar algo, tienes que participar. 

Porque nada cambia desde el sofá. Arremanguémonos y demos nuestro aporte, una alternativa es posible y estamos trabajando para construirla.

https://giuseppesalamone.substack.com/p/meloni-e-schlein-le-donne-piu-pericolose

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