**El cambio de postura del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, respecto a Venezuela ocurrió en cuestión de días, justamente después de encajar una gran derrota electoral en su país y del triunfo de Donald Trump en las presidenciales de Estados Unidos, puntualizó Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa semanal Desde donde sea.
“¿A ustedes no les pareció raro ese cambio de opinión de un día para otro? —consultó el moderador a su audiencia—. A finales de octubre, Lula no dejó entrar a Venezuela a los BRICS, en la reunión de Kazán, a la que él no asistió porque se había dado un golpe en la cabeza; pero poco más de una semana después, sale diciendo que no le toca a él opinar sobre el presidente Nicolás Maduro ni sobre las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela”.
Señaló Pérez Pirela que entre ese primer Lula, prepotente y cobarde, que atentó contra Venezuela, y este Lula que ahora se muestra cauteloso y diplomático, lo que hubo en medio fueron las elecciones regionales, en las que salió con las tablas en la cabeza y el triunfo de Trump. Esos dos hechos parecen haberlo llevado a tan radical cambio de postura.
“Vamos a analizar cuál es el Lula que realmente está detrás de todos estos Lulas y para ello vamos a ver parte de la entrevista que le hizo nuestra compañera Esther Quiaro, Premio Nacional de Periodismo 2024, en su programa El Podcast de Economía, de Laiguana.TV, al economista brasileño Nildo Ouriques, quien habló de la política de entreguismo que mantiene el gobierno de Lula, de la relación de sus acciones de política exterior con las operaciones de Petrobras, de sus nexos con Guyana y así vamos a entender muchas cosas”, señaló el presentador.
En el fragmento de la entrevista que puso al aire, Ouriques afirma que “de hecho, Guyana, como país, no existe”, sino que lo que hay allí es una transnacional petrolera, la ExxonMobil, y el apoyo que Lula da a Guyana tiene que ver con las reservas de petróleo localizadas en la Amazonía.
“Hay que entender otra cosa: Petrobras está en las manos estatales, pero hay un proceso, una estrategia que ha permitido que esa empresa pública sea ocupada por los extranjeros”, dijo el economista, para luego asegurar que esas actitudes de Lula no son compartidas por los movimientos sociales brasileños.
Según Ouriques, Lula se pondrá cada vez más a la derecha y demostrará que nunca le interesó en serio la integración latinoamericana ni en lo militar ni en lo energético. “Queda claro que acá solamente vamos a avanzar si hay una verdadera revolución brasileña —dijo—. Yo creo que los pueblos no se suicidan, así que vamos a seguir peleando.
Por eso les pido a los venezolanos que tomen en cuenta la postura del pueblo brasileño, ya que el gobierno de Lula se va a inclinar cada vez más la derecha. Todos acá estamos aprendiendo de los límites y objetivos de un gobierno que se dice la izquierda pero favorece a la derecha”.
Pérez Pirela presentó también las declaraciones de Lula a CNN, en las que cristaliza su cambio de postura al decir que Maduro es un problema de Venezuela, no de Brasil, y afirma haber aprendido que hay que ser muy cuidadoso cuando se trata de otros países y presidentes.
¿Cuándo lo habrá aprendido?, se preguntó el presentador de Desde donde sea. “De pronto, Maduro es un problema de Venezuela y dice que quiere que Venezuela viva bien, y expresa su deseo de que Maduro se preocupe del pueblo venezolano, mientras él se preocupa de Brasil”.
Lula también comentó que no tiene derecho a cuestionar la decisión de la Corte Suprema de otro país, es decir que afirma exactamente, estrictamente lo contrario lo que decía antes. Y señala que su prioridad es Brasil, por lo que no puede desgastarse preocupándose por otras naciones.
“Hay que revisar qué paso después de las tristísimas y absurdas decisiones de Lula, que no nos dejaron entrar al grupo BRICS.
En el plano interno, perdió todas las elecciones regionales, salvo en Fortaleza, y después hubo un atentado suicida por parte de un bolsonarista allí mismo en Brasilia, en el mero centro de los poderes públicos de Brasil”.
Recalcó que Maduro no ha cambiado su postura, sino que está diciendo estrictamente lo que decía antes, durante y después de la reunión de Kazán: que deben respetar nuestro país. “Aquí se armó la fiesta de la extrema derecha venezolana, ya habían puesto a Lula en un lugar de honor y estaban apostando a confrontaciones. Pero resulta que ahora el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, ha dicho que no hay intención de romper relaciones diplomáticas con Venezuela. En una acción típica de huir hacia adelante, dice que Brasil reconoce Estados y no gobiernos. Están tratando de desenredar la maraña que crearon en los BRICS”, sostuvo Pérez Pirela.
Añadió que Vieira ha dicho que no pueden repetir el error que se cometió al reconocer a Juan Guaidó como supuesto presidente interino y que la única vía para lograr una solución pacífica en Venezuela es que sean los venezolanos quienes resuelvan sus problemas.
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