Nicaragua: “Oenegé” de Javier Meléndez Quiñónez facturó C$88 millones anuales

El bloqueo de Cuba: crimen y fracaso

Serguéi Lavrov, en la Universidad MGIMO (Moscú, 2 de septiembre de 2024).

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***Discurso y respuestas a las preguntas ofrecidos por el Ministro de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov, durante la reunión con los estudiantes y el personal docente de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), Moscú, 2 de septiembre de 2024.

Estimados colegas,

El Rector de este centro docente acaba de decir que este año se ha admitido a muchos jóvenes brillantes. Por supuesto, eso no quiere decir que el año pasado o hace 2 años hayan sido menos. Siempre hay alumnos maravillosos en esta Universidad y las estadísticas lo confirman. Me gustaría felicitarles a todos con motivo del Día del Conocimiento.

Permítanme señalar que, de acuerdo con las estadísticas, los graduados de la MGIMO, además de pasar todos los años a formar parte de la plantilla del MAE de Rusia que es lo que hacen dos tercios de los egresados, se incorporan también a otros puestos importantes y al Gabinete de la Presidencia, sobre todo, al Gabinete de la Presidencia. 

Ello es en gran medida señal de que el diploma de los graduados de este gran centro de estudios superiores, y lo digo sin temor a exageración, lleva una especie de sello de calidad. Aplaudimos que la MGIMO forme a la mayor parte del personal del Ministerio y siempre recibiremos gustosamente a los que demuestren con los resultados de sus estudios la disposición a corresponder con los altos requisitos de la diplomacia rusa. 

Me gustaría dirigirme a los alumnos de los últimos años de carrera, pongamos juntos en práctica la Estrategia de la política exterior que aprobó el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, en marzo de 2023.

Estoy convencido de que siguen las noticias internacionales y el desarrollo de los acontecimientos en la arena internacional. La principal tendencia es el fortalecimiento de nuevos centros de crecimiento y desarrollo situados fuera del territorio de los países Occidentales. Numerosos Estados del Sur y Oriente Globales, a los que se les suele referir también como la Mayoría Mundial, y este nuevo término refleja con mucha exactitud la situación real en el mundo, están alcanzando impactantes resultados económicos y aplicando una política exterior cada vez más independiente. 

Se basan, en primer lugar, en sus intereses nacionales, en sus valores, tradiciones y modelos del desarrollo. 

A estos Estados no les gusta que les sean impuestos modelos occidentales. Están formando sus propios valores y modelos del desarrollo. No es nada cortés con respecto a otros países, muchos de los cuales representan unas grandes civilizaciones que habían evolucionado durante milenio y formado su propio y auténtico modelo del desarrollo.

Un papel importante en esta etapa del desarrollo de la multipolaridad es desempeñado por asociaciones regionales, entre ellas, la OCS, la UEEA, la ASEAN, la CEI, la Liga Árabe, la Unión Africana, la CELAC. Reforzando sus posiciones y su prestigio, BRICS cada vez con mayor frecuencia asume a nivel global el papel del coordinador informal de todos estos procesos de la integración regional.

La globalización que los países occidentales fueron promoviendo con una gran intensidad durante años fue aprobada como modelo de relaciones interestatales en las esferas de la economía, las tecnologías, las finanzas. Dicho modelo de la globalización se está desmoronando en estos momentos. 

Los principios en los que se basaba, de acuerdo con nuestros interlocutores occidentales, eran la competencia honesta, la inviolabilidad de la propiedad privada, la presunción de la inocencia, los mecanismos de mercado. Todos estos principios fueron pisoteados en un abrir y cerrar de ojos por Occidente que se planteó un único objetivo, castigar a la Federación de Rusia, en este caso concreto.

Dicha herramienta sancionadora está siendo utilizada por Occidente durante muchas décadas contra Irán, Venezuela, la RPDC. Sin embargo, no estoy hablando de esos casos concretos. Le aseguraban al mundo entero que la globalización era un bien universal y anunciaban, recuerdo perfectamente cómo lo hacían los políticos estadounidenses, que “el dólar no era propiedad de Estados Unidos, sino un eficaz mecanismo del funcionamiento de la economía mundial”. 

Ahora pueden ver, cómo está siendo manipulado el dólar que se ha convertido en la más vulgar arma. Es por ello, porque la globalización en estos momentos está adquiriendo carácter regional. Sin embargo, se percibe la tendencia de normalizar las relaciones de la interdependencia que Occidente intentó tergiversar. Dicha tendencia se seguirá manifestando, sobre todo, entre las mencionadas asociaciones regionales.

BRICS que ha llegado ya a tener 10 países miembros, con otros 30 países esperando poner integrarse en dicho grupo, asume el papel objetivo de un coordinador informal de tales procesos. Y este será uno de los vectores de la formación de un nuevo sistema multipolar. Está también el G-20 que fue creado en las mejores épocas de las relaciones entre Oriente y Occidente, entre Occidente y Sur, en la etapa, cuando había que mancomunar los esfuerzos, para salir de una crisis económica de turno. Y el G-20 desempeñó un papel muy útil en dicho proceso.

Y ahora veo los intentos de los países occidentales de “ucranizar” la agenda de las Cumbres del G-20, desde el inicio de la operación militar especial. Son unos intentos muy evidentes. Los representantes de los países occidentales busca priorizar su objetivo de condenar a Rusia entre todos los aspectos de trabajo de los países miembros que en realidad deben dedicarse a solucionar problemas financieros y económicos mundiales y no asuntos geopolíticos.

No permitimos la politización de dicho espacio de diálogo durante la última Cumbre del G-20 celebrada en Nueva Delhi. Se aprobó una declaración, en la cual se indica de una manera inequívoca que en el mundo existen determinados procesos que afectan a la economía mundial. Dichos procesos están tomando la forma de una crisis. Pueden ocurrir en diferentes regiones del mundo por las más diversas razones. Sin embargo, en el G-20 están representados los miembros del G-7, del BRICS y sus países afines.

Dicho sea de paso, el PIB conjunto en la paridad del poder adquisitivo de los países miembros del BRICS, incluso antes de su ampliación, superó el pertinente índice del G-7 que estaba de hecho aspirando a ser una especie de club exclusivo y de regulador de la economía mundial. Sin embargo, al fin y al cabo, el G-7 acabó convertido en un Estado Mayor de Estados Unidos encargado de elaborar los planes de contención del desarrollo de Rusia, China, Irán y otros países que le hacen competencia a Washington. Los miembros del G-7 entendían que no podrían lidiar con eso a solas, de modo que se vieron obligados a aceptar la creación del G-20.

Sin embargo, intentan conservar sus posiciones beneficiosas y privilegiadas, sin que exista ningún motivo para las mismas, en el FMI y en la OMC. Frenan las reformas de dichas instituciones, para poder conservar su posición predominante. Con todo y eso, el proceso en cuestión es imparable y continuará en marcha. Al hablar ante el personal del MAE de Rusia el pasado 14 de junio, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, subrayó que “las cosas no serán como antes, ni en la política global, ni en la economía, ni en la competencia tecnológica”.

 Y ahora, junto con nuestros aliados y socios estratégicos, con los países que comparten nuestra postura, estamos trabajando en la respuesta a la siguiente pregunta: “¿Y cómo serán las cosas?” Se están poniendo en práctica de manera activa los objetivos estipulados en la Estrategia de la política exterior.

Queda completamente claro que los intentos de la minoría occidental de revertir el curso de la Historia y continuar viviendo a costa de otros, que era lo que hacía durante la época colonial y en el mencionado período de la globalización están condenados al fracaso. Sin embargo, los políticos occidentales continúan haciendo declarando su exclusividad. Para los presidentes estadounidenses este postulado se ha convertido en una aseveración obligada que hacen durante su investidura.

Se conoce la frase estrella del Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien dijo que Europa era un jardín en flor, rodeado por jungla con la que había que luchar. Por lo visto, arrancándola de cuajo. 

Y mi homólogo estadounidense, Antony Blinken, no hace mucho, reflexionando sobre los próximos eventos planeados por los países occidentales y en el marco de la Cumbre por la democracia, señaló que “los que no están dispuestos a sentarse a la mesa de la democracia, formarán parte del menú”. Diría que es una declaración muy llamativa que deja al descubierto las ideas de uno.

Y, hablando de los Secretarios de Estado. La Ex Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, una de las ideólogas del neoliberalismo estadounidense, escribió hace poco en su artículo para la revista Foreign Affairs que “es futuro será determinado bien por la alianza de Estados democráticos con la economía de mercado, bien por potencias revisionistas”. Las potencias revisionistas somos precisamente Rusia, China, Irán y todos los que respetan el Derecho Internacional y no las “normas” que son priorizadas en estos momentos por Occidente en todos los requisitos formulados para otros países.

En cuanto a estas “normas” ofrecen una noción muy clara de la actitud que tiene Occidente por la Carta de las Naciones Unidas. Es verdad que la Carta contiene el principio de la integridad territorial y de la soberanía, pero bastante antes de que estipule este principio, estipula el de las naciones a la autodeterminación. Está indicado además que todos están obligados a respetar los derechos del hombre, independientemente de su raza, sexo, lengua o religión. En cuanto al derecho de las naciones a la autodeterminación, cuando Occidente necesitaba arrancarle de manera unilateral a Serbia el territorio serbio de Kosovo, declaró en 2008 la independencia del mencionado territorio, puesto que había tal principio, el derecho de las naciones a la autodeterminación.

Cuando, 6 años más tarde, a modo de respuesta a la llegada al poder en Kiev, vía Golpe de Estado anticonstitucional, de abiertos nazis que manifestaban que su objetivo era suprimir el estatus de la lengua rusa y expulsar a los rusos de Crimea, Crimea celebró un referéndum transparente al que asistió un gran número de observadores, Occidente enseguida nos acusó a nosotros y a los habitantes de Crimea de estar violando el principio de la integridad territorial de Kósovo. De esta manera el derecho de las naciones a la autodeterminación fue obviado.

Ya he mencionado que la Carta exige respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos lingüísticos y los religiosos. Occidente no les llamó la atención a sus “títeres” por haber estado erradicando la lengua, la cultura, los medios rusos durante los años transcurridos desde el mencionado Golpe de Estado. Aquellos años fueron marcados por una erradicación consecutiva de todo lo ruso. De la misma manera, ahora Occidente no les llama la atención por prohibir la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, en vez de indicarles su lugar y defender los valores democráticos tan queridos por los representantes de los países occidentales. Occidente manifiesta incluso que el régimen kievita con sus actividades está defendiendo los valores europeos. Resulta que estos son los valores tan alabados.

El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, en pasado febrero, en su Mensaje a la Asamblea Federal, señaló que “en esta etapa la punta de la lanza va dirigida contra Rusia y en vez de ella necesitan ver un espacio dependiente, languideciente y en extinción, donde puedan hacer lo que les dé la gana”. Con este objetivo fue formada una coalición militar de cerca de 50 países, siendo su objetivo el desmembramiento de Rusia. Se dedicaron a ello Napoléon y Hitler que también hizo unirse a sus filas casi a todos los europeos. Merece la pena señalar que no solo los alemanes cometieron verdaderas salvajadas y participaron en el genocidio desatado en el territorio de la Unión Soviética.

La esencia de la política occidental con respecto a nuestro país siempre consistió en que éramos demasiado fuertes e independientes y en que había “que hacer algo con eso”, preferiblemente, lograr la desintegración del país. La historia se está repitiendo. Hoy, estos 50 países vuelven a estar unidos contra Rusia bajo las banderas nazis, dada la naturaleza del régimen de Vladímir Zelenski, así como las insignias y las banderas del llamado Ejército ucraniano.

Sin embargo, no somos su único blanco: Washington busca de manera activa impedir el desarrollo normal de China, limitándole bruscamente el acceso a las tecnologías, introduciendo aranceles prohibitivos para coches eléctricos y acumuladores para los mismos. Al mismo tiempo, se indica que es una necesidad, puesto que dichos artículos son demasiado baratos. ¿Es acaso la libre interacción de fuerzas de mercado o una competencia honesta?

Ejemplos de este tipo abundan. En la región Asia-Pacífico, Washington está implantando la lógica de la confrontación de bloques. Se están creando uniones político-militares del tipo de la OTAN y la mencionada organización también se está colando en esta parte del mundo. En África, la antigua metrópoli europea, intentan por todos los medios conservas los retos de su influencia neocolonial.

Hoy cualquiera que muestre su independencia y defienda sus intereses internacionales en el marco del Derecho Internacional, no deseando seguir las normas occidentales, está en peligro. Sin embargo, queda claro que estos intentos en realidad no son sino señal de la agonía de Occidente.

Todos estos “anhelos” van en contra de la marcha objetiva del proceso histórico y están condenados al fracaso. Rusia, en su condición de una potencia mundial, aporta equilibrio a las relaciones internacionales. Tenemos un socio que es muy de fiar, la RPC. El Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de la RPC, Ji Xinping, en los documentos que firman siempre subrayan que el dúo de nuestros dos Estados aporta estabilidad a las relaciones internacionales, cumpliendo de esta forma con una importante misión.

No tenemos la intención de integrarnos en diferentes esquemas que se van elaborando sin que nosotros participemos en el proceso ni sean tomadas en consideración nuestros intereses. Continuaremos defendiendo las normas universales del Derecho Internacional y los principios recogidos en la Carta de las Naciones Unidas en su totalidad e interdependencia, evitando la postura occidental de “elijo lo que me parezca bien”.

Al mismo tiempo, el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, subrayó en más de una ocasión que “estamos abiertos a los contactos también con los países del llamado Occidente colectivo, siempre y cuando renuncien a una política abiertamente inamistosa con respecto a nuestro país”. A cualquier paso inamistoso reaccionaremos sin falta y con severidad. La elección no es nuestra, sino de quienes se pusieron de manera consciente a aplicar la línea política dirigida a destruir las relaciones con la Federación de Rusia ya demonizar a nuestro país y a nuestro pueblo. Es un aspecto nuevo en la política occidental. Hasta hace poco decían que Rusia tenía “líderes incorrectos”. 

Ahora han pasado a decir que Rusia tiene “un pueblo incorrecto”. Estamos preparados para cualquier guión del desarrollo de los acontecimientos. Sacaremos las conclusiones acerca de las intenciones de los países occidentales, en función de su actuación y no de sus declaraciones. De momento, seguiremos trabajando en el fortalecimiento de las bases de un mundo multipolar que se están creando de manera objetiva. Unas de nuestras prioridades es la creación de la arquitectura de la seguridad euroasiática y la construcción de la Gran Asociación Euroasiática.

Las estrategias que garantizan la seguridad en las que participamos de una u otra manera hasta hace poco eran exclusivamente euroatlánticas. Por supuesto, me refiero a la OTAN y al Consejo Rusia-OTAN que existía en el marco de la misma. También a la OSCE que era una estructura euroatlántica. También la Unión Europea y todos los mecanismos de cooperación que existieron entre la UE y Rusia. Aunque tenía el nombre de la Unión Europea, la dimensión euroatlántica siempre era importante en su política, economía y relaciones internacionales. Y ahora se han fundido sin más, tras haber firmado en enero de 2023 un Acuerdo con la OTAN, en el cual Bruselas asumía de buena voluntad un papel de segundo orden en dicha asociación.

Seguiremos promoviendo los procesos de la integración en la marco de la UEEA, la CEI, la OCS, la ASEAN y, por supuesto, reforzar nuestra colaboración estratégica con China, la India, Brasil y otros países que comparten nuestra postura, para cooperar en la creación de la arquitectura de la seguridad euroasiática. Son numerosos estos países, y es por ello, porque tenemos una imagen clara y comprensible del futuro, la multipolaridad basada en otro principio clave de la Carta de las Naciones Unidas, la igualdad soberana de los Estados.

Si tomamos la historia de cualquier conflicto que haya tenido lugar después de la creación de la ONU, en ninguno EEUU y sus aliados aplicaron el principio de la igualdad soberana de Estados. Por desgracia, nunca ha visto ni ven a nadie como alguien igual. Es irremediable. Sin embargo, hace falta remediarlo de alguna manera, buscando reducir y erradicar cualquier dependencia de los mecanismos financieros, tecnológicos y de otro tipo de los que presumía Occidente. Primero fue ofreciendo sus servicios a todo el mundo y ahora los utiliza contra los que desean ser independientes. Y no es que queramos ser independientes, es que lo somos. Estamos haciendo todo lo necesario para ello. No cabe la duda de que todo concluirá de la manera correcta en beneficio de nuestro país.

Pregunta: Ahora es llevada a cabo una intensa interacción de Rusia y los países asiáticos. Sin embargo, EEUU también tiene determinados objetivos políticos en dicha región. ¿Qué, en su opinión, podría convertirse en factor clave de la reorientación de Asia hacia una cooperación todavía mayor con Rusia y una participación más activa en la creación de un nuevo sistema de la seguridad euroasiática?

Respuesta: Nosotros, como bien se sabe, somos gente cortés y no imponemos nuestras normas en ninguna parte.

Al empezar a llevarse a cabo en los países del sudeste asiático procesos intensos de la integración, empezaron a unirse a los mismos países de otras partes del continente y de otras regiones. En el centro de dichos procesos se encontraba la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental). Formaron en torno a ellos toda una red de estructuras de cooperación, empezando por el Foro Regional de la ASEAN para la seguridad, las reuniones de los Ministros de Defensa de la ASEAN y de los Ministros de Defensa de los países socios del organismo, así como las Cumbres de Asia Oriental. En el marco de estos procesos, todos se unían a los principios recogidos en los Acuerdos de Bali, de acuerdo con el cual había sido creada la ASEAN. Dichos principios marcaban que la ASEAN cooperaría con sus socios en base al consenso, la apertura, la inclusividad, estos son los términos con los que se suele referir a dichos principios. Todos los asuntos habían de ser solucionados exclusivamente por medio del equilibrio de intereses. Exactamente de acuerdo con estos principios, nos unimos a las labores de las estructuras de la ASEAN, al igual que lo hicieron EEUU, Japón, Corea del Sur, la India, China, Australia y una serie de otros países.

Todo funcionó de una manera bastante eficaz, extendiéndose a cada vez mayor número de esferas, tal y como lo marcaban los avances que vamos presenciando cada día, empezando por la inteligencia artificial, las altas tecnologías, la ciberseguridad, el comercio, la seguridad marítima, es decir, todos los campos relevantes para un funcionamiento normal de un Estado en condiciones de paz y relaciones de buena vecindad.

Tiene razón en que EEUU realmente ha intensificado su actuación en Asia, sobre todo, en el sudeste asiático, en Asia Oriental y en Asia del Norte. Sin embargo, ellos actúan de una forma diferente de la nuestra, no respetan las normas elaboradas por los representantes de la ASEAN que eran considerados “núcleo” y fuerza motriz de todos los procesos que se operan en esta parte del mundo. EEUU no respeta dichas normas, su deseo es provocar una escisión dentro de la ASEAN y no esconde su propósito. Fue inventado el término de “estrategia del Indo-Pacífico”. Eso significa que Washington va formando pequeños “clubs de intereses”, por ejemplo, el AUKUS (EEUU, el Reino Unido y Australia), el QUAD, adonde se está arrastrando con intensidad a nuestros amigos de la India que lo ven con claridad e intentan evitar participar en los eventos del “cuarteto” que incluye, además de la India, a Japón, EEUU y Australia, puesto que dichos eventos tienen un carácter de entrada provocador.

Sin embargo, el proceso sigue en marcha. Se está creando el cuarteto del Indo-Pacífico (Corea, Japón, Australia, Nueva Zelanda). Se intenta crear una especie de QUAD, solo que en vez de la India formara parte del mismo Filipinas. Ya están siendo enviados al mencionado país sistemas de misiles de alcance medio y más corto anteriormente prohibidos. Fue como aparecieron en Europa en Dinamarca y ahora los habrá en Filipinas. Todo eso se hace en formatos, a los que ni a nosotros ni a los chinos ni a muchos otros países no se les invita. Las posturas son diferentes, ello quieren imponer sus normas. El mar de la China Meridional lo consideran sin más el sitio que los estadounidenses deben tener bajo su control y donde deben lo que se dice “solucionar los temas”. Y está también el Estrecho de Taiwán.

Hace poco, el consejero de Seguridad Nacional del Presidente de EEUU, Jake Sullivan, estuvo en Pekín. Mantuvo las negociaciones con el Ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi. Y allí hizo público el mantra de que EEUU mantenía la política de una sola China. Solo una, no había otra. Sin embargo, omitió que la postura occidental tiene una segunda parte. Los estadounidenses en un círculo de confianza siempre añaden que apoyan la política de una China, pero que el status quo qué no se toque. Y el status quo es de hecho dos Estados independientes.

Hace falta continuar trabajando. Seguiremos promoviendo la idea de la Gran Asociación Euroasiática. Ya existen ciertos “ladrillos” con los que se van construyendo los cimientos de la misma en las esferas económico-comercial, logística y de transporte. Estos cimientos podrían perfectamente servir como una sólida base para el sistema de la seguridad euroasiática. No es un proceso muy rápido, pero está en marcha. En 2023, la seguridad euroasiática fue tema de la I Conferencia de Minsk, en la que participaron varios Ministros, entre ellos, el servidor, algunos homólogos de los países asiáticos, de la CEI, así como el Ministro de Asuntos Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó. Nuestra estrategia de la seguridad euroasiática no cierra las puertas ante nadie. Cualquier país y organización situada en nuestro continente común tendrán la posibilidad de participar en el mismo, pero en base a los principios de la Carta de las Naciones Unidas, la paridad, la no intervención, etc. Nos espera un trabajo difícil y de larga duración.

Pregunta: Hoy en día, es difícil sobrestimar la importancia de la información en la política global. Recientemente, hemos podido observar el impacto perjudicial de las noticias falsas, deepfakes en su desarrollo. ¿Se podría resolver este problema mediante el Derecho Internacional, según usted? ¿Se están llevando a cabo negociaciones con otros países al respecto, a pesar de lo complejo de la situación geopolítica actual? ¿Qué opina Rusia al respecto?

Respuesta: Es necesario buscar métodos que satisfagan a todos y permitan regular las nuevas esferas emergentes de la comunicación humana. Principalmente para evitar su abuso con malas intenciones. Ya sea objetivos militares y políticos, criminales o simplemente para causar daño a un político o a cualquier persona.

Hablé qué Occidente hizo con la globalización, que promovía como un dominio público, y cómo simplemente aprovecha sus posiciones en este antiguo sistema de globalización como un arma para eliminar la competencia en la economía. Ese es el objetivo establecido.

En cuanto a la esfera que usted mencionó, Pável Durov resultó ser demasiado libre. Él escuchaba "demasiado lento" o simplemente no escuchaba los consejos occidentales sobre la "moderación" de su "creación". Porque todo lo que está sucediendo no sucede solo con él. Mark Zuckerberg fue citado a declarar ante el Senado de EEUU y aceptó la propuesta de colaborar, según sus propias palabras. Occidente no hace ceremonias con otras grandes plataformas.

Incluso antes de que este tipo de comunicación y interacción adquiriera una cobertura global, hace veinte años, a iniciativa de Rusia, comenzó el trabajo para establecer las bases legales para garantizar la seguridad de la información internacional. La seguridad en el ciberespacio para que este espacio no se use con fines militares o para socavar la seguridad de un país. Es un proceso largo.

Hace varios años, formamos un grupo de trabajo de composición abierta en Nueva York, donde están representados todos los países. Nosotros y otros miembros de este proceso aportamos nuestras ideas. No solo se acordarán decisiones por razones obvias, dado que hay muchas ideas de cómo utilizar el ciberespacio en beneficio unilateral. Al mismo tiempo, presentamos un proyecto de convenio sobre la lucha contra la ciberdelincuencia. Es también un objeto de negociaciones a través de un mecanismo creado por consenso con la participación de todos los países.

Pero lo que Occidente está intentando hacer con Telegram y otras plataformas, que ahora están en boca de todos debido a lo que sucedió en Francia es similar a sus acciones de abuso de la globalización.

Simultáneamente con el trabajo mencionado en la ONU, en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (un organismo especializado) se lleva discutiendo durante años la democratización de la gestión de Internet. No se logra nada. Tratamos de elaborar algunos principios voluntarios comunes. Occidente no quiere compartir otra esfera que monopolizó.

Ahora se están iniciando con dificultades negociaciones sobre la la inteligencia artificial en el marco de la Comisión sobre sistemas de armas autónomos letales, es decir, sobre el uso de la inteligencia artificial con fines militares. Existe un entendimiento general de que esto debe regularse de alguna manera, pero el proceso acaba de empezar.

En otras áreas, incluidos deepfakes destinados a difamar a alguien, he visto imágenes que me representan. Algunas hasta son ridículas.

Estoy seguro de que se elaborarán protocolos que permitirán evitar amenazas para cualquier persona.

Pregunta: En vista del aumento de la tensión en el conflicto palestino-israelí, ¿cómo ve Rusia su papel en el arreglo de la situación en torno a Palestina? ¿Qué medidas concretas se están tomando para mantener y fortalecer la paz en la región?

Respuesta: Rusia ha participado intensamente en estos procesos desde el momento cuando los países de la región alcanzaron la independencia, buscando contribuir al desarrollo positivo de la situación.

En cuanto al conflicto israelí-palestino, fuimos parte del Cuarteto de mediadores internacionales junto con Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea. En 2003, elaboramos una "hoja de ruta" que detallaba las acciones mes a mes para crear un Estado palestino y poner fin a este conflicto de muchos años. El proceso tuvo que finalizar en un año. Pasaron 20 años.

Cada vez que se toman decisiones positivas y esperanzadoras, Occidente observa cómo actuará Israel. A menudo, Israel actúa únicamente partiendo de cómo ve una u otra situación y cómo son sus propios intereses. Israel tiene todo el derecho para tener y garantizar su seguridad. Hemos declarado en repetidas ocasiones que garantizar la seguridad de Israel es uno de los pilares de nuestra postura respecto a los asuntos de Oriente Próximo.

Pero también hay intereses palestinos. En 1948 se decidió crear dos Estados: un Estado judío y un Estado árabe. El Estado judío se creó de inmediato. Nuestro país fue el primero en reconocer a Israel. Sin embargo, el Estado palestino no se creó. Además, el territorio previsto en aquel momento para el futuro Estado palestino se redujo significativamente en 1967. En la actualidad, nadie menciona el año 1948. Se habla del año 1967. Pero si ustedes miran a un mapa de aquella época y a un mapa actual de la administración palestina en Cisjordania y la Franja de Gaza, prácticamente no queda nada de esas fronteras. Se están estableciendo constantemente asentamientos en tierras palestinas. Todos se oponen a esto, incluso EEUU.

Después del ataque perpetrado el 7 de octubre de 2023, que, naturalmente, condenamos como todos los demás ataques, la reacción de Israel fue equivalente a castigar colectivamente a la población palestina. Cuando les decíamos que estaban matando civiles en la Franja de Gaza, los cargos oficiales que encabezaban diversas organizaciones gubernamentales y el Ejército de Israel afirmaban que en Gaza no había civiles, que todos eran terroristas desde los niños de tres años. Occidente no reaccionó a estas palabras. Un funcionario israelí de alto rango afirmó que no les importa Palestina como Estado, solo les preocupa la seguridad del Estado israelí.

¿Entienden que esto se parece a las acciones de otra persona: Vladímir Zelenski? Él también cree que todo le es permitido y que puede cometer cualquier crimen impunemente, incluidos ataques terroristas y eliminar el idioma ruso, todo lo ruso, en contra del Derecho Internacional.

Pero, quiero separar a los israelíes del régimen nazi. Israel no prohibió el idioma árabe. Nunca prohibió a los árabes practicar sus cultos religiosos y en general seguir sus tradiciones. Vladímit Zelenski fue más lejos que nadie. Y Occidente le aplaude en la realidad.

Últimamente, la atención en el Oriente Próximo se ha centrado en esfuerzos por restablecer la unidad palestina. Si algo depende sólo de los palestinos, y no de cómo se comporte Israel o de cómo actúen sus patrones (principalmente Washington), es el restablecimiento de la unidad en sus filas. Están divididos desde 2006. Recuerdo muy bien cómo Condoleezza Rice (era entonces Secretaria de Estado) insistió en que debían celebrarse elecciones en los territorios palestinos: en la Franja de Gaza y en Cisjordania. Según todas las estimaciones, Hamás iba ganando, porque bajo la ocupación y el bloqueo durante décadas, su postura (a favor de mostrar fuerza de alguna manera) era popular. Muchos dudaban de la celebración de elecciones porque dividiría a la sociedad palestina. Rice insistió personalmente. Dijo que la democracia debía ganar. Pero ganó la democracia en la cara de Hamás en la Franja de Gaza. Los estadounidenses se negaron a reconocerlo. Es el mismo doble rasero.

Invitamos varias veces a Moscú a todas las facciones palestinas. Estuvieron aquí en febrero del año pasado y firmaron un documento en el que manifestaban su voluntad de unirse en la plataforma de la Organización para la Liberación de Palestina. Esto es importante porque la plataforma reconoce a Israel. Pero hasta ahora todo permanece en el papel. Continuamos.

Pregunta: Mi pregunta está relacionada de algún modo con el comercio entre China y Rusia. Según la agencia de noticias Reuters, Rusia y China pueden empezar a emplear sistemas de trueque en los acuerdos agrícolas, ya que Moscú y Pekín quieren limitar los sistemas bancarios controlados por Estados Unidos.

Teniendo en cuenta que China tiene una cultura y un marco jurídico completamente diferentes, ¿cómo se puede convertir este trueque en una herramienta para realizar intercambios comerciales bilaterales?

Respuesta: Realizamos cerca del 95% de nuestro comercio con China en rublos y yuanes. No veo la necesidad de un sistema de trueque, aunque no hay nada criticable en esto. Si es conveniente y nos permite no depender de las transferencias bancarias, que Estados Unidos y sus aliados tratan de impedir por todos los medios posibles, ¿por qué no?

Son culturas y civilizaciones diferentes. Es evidente para todos. ¿Por qué debería afectar esto de algún modo a la cooperación comercial y en materia de inversiones? Nuestras relaciones con China se encuentran en el nivel más alto de la historia reciente. Tanto Rusia como China ven perfectamente las amenazas que presentan en los elementos de la globalización que fueron ideados por el Occidente y adoptados por todos los países. Ahora los países occidentales las han convertido en armas.

Se crearán plataformas alternativas de pago y liquidación en el marco de las relaciones bilaterales, los BRICS y la OCS. El Presidente brasileño, Lula da Silva, ya ha propuesto algo similar no sólo en los BRICS, donde los trabajos están en marcha. Habrá un informe especial de los bancos centrales y los ministerios de finanzas para la cumbre de Kazán. Lula da Silva propone hacer algo similar en el ámbito de la CELAC. Esta tendencia ya ha iniciado su andadura. No se puede detener.

Pregunta: Tengo una pregunta relacionada con el hecho de que Estados Unidos prepara infraestructuras para el control fronterizo del comercio entre los países de Asia Central. Los estadounidenses han transferido modernos servidores informáticos al Comité Estatal de Ingresos de Kazajstán. ¿Por qué Astaná permite tales acciones de Estados Unidos, dado que es miembro de la OTSC y, por el contrario, debería oponerse a la OTAN en vez de cooperar con este bloque?

Respuesta: ¿Con «acciones» se refiere al suministro de equipos para controlar el comercio de los países de Asia Central y los puestos de control fronterizos?

Primero, tiene usted toda la razón. Kazajstán es nuestro aliado, miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. Pero lo más importante es que Asia Central se está convirtiendo en objeto de mayor atención por parte de un número creciente de actores extrarregionales.

La Federación de Rusia tiene las relaciones más estrechas con estos cinco países. Vivíamos en la Unión Soviética. Después de que la URSS dejara de existir, mantuvimos relaciones cálidas y de aliados. Y esto es una realidad.

El volumen de nuestra actividad comercial y de inversión es notable. Crece constantemente. Al mismo tiempo, no podemos prohibir a nadie que desarrolle relaciones con aquellos socios que estén dispuestos a hacerlo, si el país interesado ve en ello una ventaja. Esto no figura en nuestras normas y principios.

Hay competencia por Asia Central. No es necesario explicarlo durante mucho tiempo. Existen formatos «Asia Central+EEUU», «Asia Central+la Unión Europea», «Asia Central+Alemania», «Asia Central+Francia», «Asia Central+Japón», «Asia Central+India», «Asia Central+Corea», «Asia Central+Irán» y «Asia Central+Turquía». También existe «Asia Central+Rusia», que se creó hace unos años. Ya se han celebrado la primera cumbre y varias reuniones ministeriales. Ahora estamos preparando la segunda cumbre. Se realizará en un futuro próximo.

Cuando nuestros socios y aliados de Asia Central desarrollan relaciones con el Occidente, no tengo la menor duda: comprenden que este último no sólo persigue objetivos claros y transparentes, sino que también quiere debilitar la influencia de la Federación de Rusia.

Esto es evidente. Y no sólo en lo que respecta a la región de Asia Central, sino en cualquier parte del mundo donde Estados Unidos detecte la presencia rusa.

Estados Unidos afirma inocentemente que está preocupado por la evolución de las relaciones de Rusia con Nicaragua. ¿Por qué? Les «preocupa» cualquier cosa en la que Rusia esté presente.

Los países de Asia Central (los cinco) son muy conscientes de la atención que les rodea. Y en el contexto de los procesos -la formación de la Gran Asociación Euroasiática y la arquitectura de seguridad euroasiática- se encuentran entre los principales actores. Están en el centro del continente euroasiático. Todas las grandes arterias de transporte que se están debatiendo actualmente y que están en proceso de diseño les afectarán de una forma u otra.

Tenemos un entendimiento total. Y es mutuo que todos los compromisos que nuestros aliados han asumido en el seno de la OTSC, la CEI y la UEEA no se vean afectados por los proyectos que otros Estados les ofrezcan.

Los Cinco de Asia Central consideran que, ante tanta atención por parte de muchos, necesitan desarrollar sus propios principios de relación con el exterior. Han creado su propio mecanismo: las consultas entre los cinco países al más alto nivel. Siguen siendo consultas informales. Pero ayudan a entenderse mejor. Secundamos este proceso.

Pregunta: Dados los acontecimientos en Siria, Ucrania y en torno a Alto Karabaj, ¿cómo tiene pensado Rusia mantener en equilibrio sus relaciones con Türkiye, para evitar la confrontación y conservar la cooperación estratégica?

Respuesta: Mantenemos con Türkiye unas relaciones sólidas. Están basadas en el respeto mutuo y contemplan que en una serie de asuntos de la agenda internacional y de las crisis regionales nuestras posturas están lejos de coincidir.

Ha empezado su pregunta con Siria. Precisamente una actitud pragmática nos permitió en su momento crear el llamado formato de Astaná formado por Rusia, Türkiye e Irán. Se logró hacer bastante en el marco de este formato, siendo el mismo el mecanismo más eficaz del arreglo de la situación en Siria. Por lo menos, se alcanzaron unos acuerdos de principio.

Primero, las Fuerzas Armadas turcas se encuentran en el territorio sirio exclusivamente para propiciar la erradicación de la amenaza terrorista. Tras solucionar dicho problema, las tropas turcas regresarán a su país. La integridad territorial y la soberanía de Siria están confirmadas de una manera inequívoca en todos los acuerdos firmados en el marco del formato de Astaná.

Segundo, en 2019, Rusia y Türkiye firmaron un acuerdo sobre la “Zona de distensión de Idlib” donde se conservaba considerable presencia de los terroristas del grupo Frente al-Nusra que ahora tiene el nombre de Hayat Tahrir al-Sham. Para aquellos momentos ya habían introducido allí sus contingentes y estaban abatiendo o expulsando del territorio sirio los mencionados grupos terroristas.

Existe el compromiso de que sea patrullada de manera conjunta la carretera M-4 que une Damasco y Alepo y tiene importancia estratégica. Mucho de lo acordado de momento no se cumple, pero para ello existen razones objetivas. La situación es bastante ambigua, puesto que numerosos actores geopolíticos buscan influir en la misma. En primer lugar, lo hace EEUU. Sin embargo, insisto en que, a pesar de todas las discrepancias, estamos acordando la manera de actuar en caso de Siria.

En cuanto a Ucrania, diría que precisamente en Estambul fue alcanzado un acuerdo en abril de 2022 que fue incluso rubricado. Sin embargo, tal y como reconocería más tarde la persona que lo había rubricado, David Arajamiya que había encabezado en las negociaciones la delegación de Ucrania, había llegado el entonces Primer ministro del Reino Unido Boris Johnson y dicho que había que continuar combatiendo. Es una filtración muy sencilla, pero desde entonces nadie la ha desmentido.

¿Y la parte turca? La parte turca estaba ayudando en esta tarea. Mantuvimos con Türkiye una estrecha cooperación, cuando el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, formuló su iniciativa sobre los envíos de los alimentos procedentes de los puertos ucranianos. El pacto fue acordado con una participación activa de Türkiye. El paquete de medidas incluía el compromiso de la ONU de levantar las prohibiciones para las exportaciones de los alimentos y los abonos rusos. La Secretaría de la ONU fracasó en el cumplimiento del compromiso asumido. La parte del pacto que tenía que ver con Rusia nunca llegó a ponerse en práctica. Todo lo que estamos exportando, lo hacemos por nuestra cuenta, puesto que conocemos las formas de lograrlo sin verse afectadas nuestras exportaciones ni las importaciones de nuestros socios que compran nuestros cereales y abonos. Sin embargo, en condiciones de escuchar una mentira, de sernos hecha sobre papel la promesa de eliminar los obstáculos para nuestras exportaciones, nos negamos a prorrogar aquella parte del pacto.

En primavera de 2024, Türkiye intentó reanudar en formato modificado el acuerdo sobre la protección de los envíos de alimentos. Estábamos dispuestos a hacerlo. Los ucranianos en el último instante dijeron que había que añadir una cláusula adicional a los compromisos de no tocar los barcos mercantes, el de la necesidad de preservar la seguridad de las centrales nucleares. Al parecer, no venía a cuento, pero aceptamos. El Presidente de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan. nos convenció de que sería un paso adelante. El actuaba con toda sinceridad e intentaba ser útil. Nosotros aceptamos la propuesta. En estos momentos, los ucranianos que lo habían propuesto dijeron que no estaban de acuerdo. Todo parece indicar que ya entonces tenían la intención de bombardear centrales nucleares.

En cuanto al problema de Alto Karabaj, diré que fue solucionado por las autoridades armenias a finales de 2022, al ser firmado el Acuerdo con Azerbaiyán con la participación de la Unión Europea. Por medio del mismo se reconocían las fronteras de 1991, en el marco de las cuales la región autónoma de Alto Karabaj formaba parte de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán.

Ahora se está hablando de las formas de legalizarlo, puesto que fue un acuerdo político. Y en este aspecto también estamos cooperando con Türkiye que tiene mucha importancia en Azerbaiyán. La parte turca hace algún tiempo empezó, con la ayuda de Rusia, el proceso de la normalización de sus relaciones con Armenia. Ahora este proceso se ha atascado, sin embargo, Türkiye conserva el interés por lograrlo y estamos dispuestos a participar. Evidentemente la normalización debe transcurrir en el contexto del resto de los problemas que deben encontrar una solución en el Cáucaso del Sur en el contexto del arreglo del problema de Karabaj.

Uno de los objetivos es restablecer la circulación de transporte entre la principal parte de Azerbaiyán y Najicheváñ. En el documento del 9 de noviembre de 2020, firmado por el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, el Presidente de Azerbaiyán, Iljam Alíev, y por el Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, se indica que la circulación de trenes y de coches sería restablecida. La seguridad de la misma correría a cargo de las unidades de Guardia Fronteriza del Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia. Así es como está indicado.

Con suma sorpresa leí hace poco una entrevista del Primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, en la que dijo que las acusaciones formuladas contra Armenia de estar ralentizando el proceso eran mentiras y tergiversaciones de la realidad. Suena extraño, puesto que primero Armenia renunció a la carretera, insistiendo en que sólo se reanudará la circulación de trenes. Azerbaiyán no veía motivos para ello y aceptó con nuestra mediación. Más tarde Armenia dijo que no habría participación de los guardias fronterizos rusos, aunque el documento lo indicaba de manera inequívoca. No nos quedaba muy claro dicho detalle, pero Ereván manifestó que se encargarían ellos mismos.

Los azerbaiyanos indican que el nivel de desconfianza y actitud inamistosa en cierto grado es demasiado alto, para que puedan sentirse seguros, al viajar a Najicheváñ por el territorio de Armenia. La capacidad o la incapacidad de cumplir un acuerdo a menudo desempeñan un papel clave.

He aducido el ejemplo de la llamada Iniciativa del mar Negro. La mitad del pacto que se refería a Rusia fue obviada, pesar de que los representantes de la ONU parecían haber desplegado ciertas actividades. No les salió nada. De la misma manera, sentimos ahora preocupación por el hecho de “haberse quedado atascados” los acuerdos tripartitos alcanzados en varias Cumbres Rusia-Azerbaiyán-Armenia.

He mencionado la reanudación de la circulación de transporte y la comisión tripartita que se encargaba del asunto. Ahora casi no se reúne. Ereván considera que hace falta estar en contacto directamente con Azerbaiyán. Si logran hacerlo, qué así sea. He mencionado la delimitación de la frontera y el hecho de haber estado indicado que Rusia ofrecería consultas sobre el particular. No quieren que lo haga y siempre intentan implicar en cualquier proceso a los países occidentales, EEUU, la Unión Europea, Francia. Es su elección, sin embargo, en primer lugar, deben llegar a un acuerdo con sus vecinos azerbaiyanos, no hay otro camino.

En todos los casos, con todas las discrepancias que existen entre Rusia y nuestros interlocutores turcos, tenemos muy claro cuáles son los intereses de cada uno. Ganas no faltan y ya hay resultados: nuestras posturas se están acercando y se están elaborando procesos acordados y paralelos que finalmente tienen carácter positivo.

Pregunta: En vista de la buena cooperación entre el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el Presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y el Ministro de Asuntos Exteriores de la República Islámica de Irán, Hossein Amir Abdollahian, ya fallecidos, y teniendo en cuenta los recientes sucesos en Irán y otras regiones, ¿podría usted decir que las relaciones ruso-iraníes permanecerán tan fuertes como antes?

Respuesta: No dudamos que las declaraciones sobre la continuidad en las relaciones con Rusia hechas por el nuevo Presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, y el Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, reflejan la sincera determinación y actitud de la nueva dirigencia iraní.

Deberíamos ultimar cuanto antes la elaboración del nuevo tratado internacional sobre la asociación integral entre Rusia e Irán. Esto marcará un paso simbólico en nuestras relaciones con la cúpula iraní. Evolucionan rápidamente.

Hay muchos proyectos, incluidos los que forman parte de una de las rutas logísticas más prometedoras, “Norte-Sur”. Es el corredor de transporte que hace posible acceder instantáneamente al golfo Pérsico desde San Petersburgo y, después, al océano Índico. Esto reduce considerablemente el tiempo de viaje y los costes de transporte.

Además, somos países adyacentes al Mar Caspio. Es un ámbito trascendental de nuestra interacción. Están en marcha muchos otros proyectos bilaterales, tanto la central electronuclear como otros proyectos de inversión conjuntos. Hablan por sí mismos y siguen elevándose los índices que caracterizan el crecimiento del intercambio comercial y la escala de inversiones. Tenemos por delante un futuro brillante.

Pregunta: Muchos estudiantes recién matriculados quieren ligar su vida con la diplomacia. ¿Qué cualidades debería poseer un diplomático en la actualidad? ¿Qué cualidades podríamos obtener durante el período de estudios? ¿Cómo transcurre su día laboral típico? ¿Cómo descansa usted, si tiene tiempo para ello en general?

Respuesta: ¿Qué cualidades se requieren para ser diplomático? Se puede enumerarlas infinitamente. En el pasado había que saber cómo llegar a un acuerdo con una parte contra otra para desatar la guerra. O, cuando empezó la guerra, ponerse de acuerdo con alguien acerca de cómo establecer la paz. O cómo consolidar con matrimonio las relaciones entre monarquías. Fue una parte crucial de la diplomacia, incluso en la historia del Imperio Ruso.

A partir de entonces, si mira usted las decisiones tomadas no solo por la Asamblea General de la ONU, sino también por los organismos especializados del sistema de la ONU, entenderá que se debe aprender absolutamente todo tipo de cosas.

Existe la OMS, en la que la diplomacia goza de mucha demanda. 

MGIMO, que va en sintonía con los tiempos, tiene la carrera correspondiente. Es una cosa seria. Las pandemias significan virus letales. Podemos ver que la lucha contra ellos entraña una gran variedad de maquinaciones. En particular, se trata de la investigación realizada en la Comisión Europea acerca de por qué y para qué (y, tal vez, a qué precio) AstraZeneca y otras vacunas occidentales fueron registradas tan velozmente, aunque no habían completado todos los procedimientos necesarios antes de formalizar el registro. En general, la diplomacia médica y de salud es un derrotero importante. Rospotrebnadzor y la Agencia Federal Médico-Biológica de Rusia instituyen laboratorios biológicos en países africanos. Esto ayude a dichos Estados a fortalecer su sistema de salud. En sentido político, son nuestras inversiones, y no en alguna industria en la que se debe excavar minerales útiles y enviarlos al tratamiento a una antigua metrópoli, sino en la instalación de infraestructura en estos mismos países.

Además, respaldamos nuestras compañías que organizan la producción de fertilizantes en África.

Funciona también la Unión Internacional de Telecomunicaciones que se ocupa de las vías para superar las consecuencias de la monopolización del internet. Es una batalla diplomática también. En este proceso participan obligatoriamente nuestros diplomáticos y representantes de las entidades rusas correspondientes.

El espacio ultraterrestre es un tema especial para batallas diplomáticas. 

Particularmente ahora, cuando Estados Unidos “de repente” decidió aprobar la resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU, prohibiendo desplegar armas nucleares en el espacio extraterrestre. 

Los estadounidenses pasaron 25 años guardando silencio y desviándose del tema, cuando China y nuestro país propusimos prohibir sacar al espacio cualesquiera armamentos, y no únicamente armas nucleares. 

El hecho de que EEUU insista en la resolución que prohíbe armas nucleares en el cosmos significa que, para él, sería el permiso para desplegar otros armamentos allí.

 Hay millones de esferas de esta índole. Existen alrededor de 20 organismos especializados del sistema de la ONU. Existe también el OIEA que no es institución especializada. Sin embargo, la diplomacia nuclear es muy popular.

Los diplomáticos trabajan por todas partes. En cuanto a las cualidades que ha de obtener para ser eficaz al terminar la carrera, sus profesores se lo contarán. 

No dudo al respecto. El profesorado de MGIMO es uno de los mejores. Combina experiencia con talentos jóvenes. No tengan miedo, escuchen a ellos. Y percíbanlo de manera creativa. Estoy seguro de que estarán listos para polemizar si ustedes tienen sus visiones propias.

En lo que se refiere a la jornada. Si logro terminar el trabajo en diez horas, esto es bien. A veces estoy ocupado por doce o más horas. 

El sábado y el domingo vengo a la oficina para la mitad del día después de hacer deporte. Paso las vacaciones en nuestra patria. Me gusta Siberia, la República de Altái, donde mis amigos y yo navegamos por el río Katún durante más de 25 años.

Colegas, por desgracia, tengo que darles las gracias. Salgo para Mongolia con miras a participar en la visita del Presidente de Rusia, Vladímir Putin. Le transmitiré un saludo de ustedes.

https://mid.ru/es/foreign_policy/news/1967598/

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