***Casi dos años después de los atentados terroristas que volaron los gasoductos Nord Stream, la propaganda estadounidense dio a luz su versión. Como era de esperar, niega la implicación de Washington.
De acuerdo con 'The Wall Street Journal', es Ucrania el autor intelectual y material de ataque, mientras que el papel de la potencia norteamericana, supuestamente, radicó en tratar de pararle los pies.
La versión que vende el diario estadounidense es la siguiente: el plan de sabotaje contra los Nord Stream nació una noche de borrachera de mayo de 2022 entre oficiales de alto rango y empresarios ucranianos. El propósito era privarle a Rusia de los ingresos por la venta de gas a Alemania.
La iniciativa le encantó tanto a Volodímir Zelenski, hoy caducado presidente de Ucrania, que no tardó en aprobarla. El encargado de materializarla fue el entonces ministro de Defensa, Valeri Zaluzhni, actualmente embajador en Londres.
Según 'The Wall Street Journal', sucedió que la Agencia Central de Inteligencia estadounidense supo del plan. Supuestamente, le dio un tirón de orejas a Zelenski para que no lo hiciera, pero ya era tarde.
Al recibir la orden de cancelar la operación, Zaluzhni respondió que no había manera de frenarla.
Argumentó que no tenía la comunicación con la tripulación ucraniana que ya se había desplazado en un barco al lugar para colocar los explosivos debajo de los Nord Stream en el fondo del mar Báltico. Fue así como en septiembre de 2022 los gasoductos explotaron por los aires.
¿Por qué el cuento de hadas estadounidense sale ahora?
Una de las versiones que circulan en las redes es que Washington y sus aliados, inspirados en el reciente canje de prisioneros con Rusia, buscarían ofrecer a Moscú a los supuestos responsables del ataque contra los Nord Stream con tal de recibir a cambio una nueva porción de espías occidentales.
Lo único cierto en toda esta historia es quién es su mayor afectado: la economía alemana puesta de rodillas al quedarse sin los hidrocarburos rusos, a bajo precio y con un suministro seguro.
ℹ️ Víctor Ternovsky