Los secretos sucios de la farmacéutica Johnson & Johnson

El embajador de Ucrania en Israel, Yevgueni Korniychuk, afirmó que el Gobierno de Zelensky "no tolerará la humillación de sus ciudadanos al entrar en Israel" y que no hará "un gran esfuerzo para acoger a decenas de miles de [peregrinos] israelíes en Umán, con un alto riesgo para la seguridad, y con un enorme esfuerzo logístico, cuando, por otro lado, el Gobierno israelí abusa de los ciudadanos ucranianos que vienen a Israel en el marco del tratado entre ambos países".

El diplomático ya amenazó con cancelar la expedición de visados turísticos para los israelíes alegando que el 10% de los turistas ucranianos son deportados sin explicación y que sus refugiados perdieron las prestaciones del seguro médico que recibían hasta entonces de Israel.

El ministro del Interior y de Sanidad israelí, Moshe Arbel, rechazó las acusaciones del embajador ucraniano: "La política de inmigración de Israel acoge a turistas de muchos países del mundo, incluidos los ucranianos. 

En los casos en que existe la sospecha de que están utilizando su visado de turista ilegalmente para trabajar o establecerse, la Autoridad de Población, Inmigración y Fronteras actúa de acuerdo con su autoridad legal".

Las relaciones entre Kiev y Tel Aviv han empeorado sustancialmente el último año: el Gobierno de Zelensky pidió expulsar a Israel del Grupo de Contacto y Defensa de Ucrania de Ramstein por "nunca haber proporcionado ninguna ayuda real" y por temer que vendería a Rusia secretos discutidos en dichas reuniones la Embajada ucraniana acusó al país hebreo de estar "en el lado incorrecto de la historia" y la llamó "demagoga", y el primer ministro israelí criticó que "las armas que envían a Ucrania terminan en manos de quienes atacan Israel".

Fuente: Times of Israel