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La Lucha De Yemen Por Su Soberanía


ANTECEDENTES HISTÓRICOS.

El actual Estado de Yemen nace de la fusión en 1990 de la República Democrática Popular de Yemen del Sur y de la República árabe de Yemen del Norte. Estos dos Estados han tenido procesos históricos diferentes.
  La historia de Yemen del Norte remonta a más de diez siglos de presencia de los zaiditas (variante chií) en la región del norte, logrando la independencia como Estado respecto del imperio otomano en 1919, bajo la forma de una monarquía feudal. 

En 1962, al calor de los movimientos panárabes y nacionalistas, antimonárquicos y antifeudales, impulsados con la era Nasser, se proclama la República. Pero los EEUU, Reino Unido, Arabia Saudita y el Sha de Persia envían mercenarios para apoyar a los elementos reaccionarios del antiguo régimen feudal e impedir que se consolide la República. 

El conflicto desemboca en una dura guerra, con miles de víctimas y que dura desde 1962 a 1970. Finalmente, el gobierno republicano no es derrotado pero sale debilitado del conflicto. 

No tiene los medios de democratizar completamente el país, de iniciar una revolución cultural ni de industrializarlo. Yemen del Norte se estanca en el estado feudal y la revolución republicana no ha podido tener su verdadero desarrollo.

Yemen del Sur tiene un proceso diferente. En el siglo XIX, es colonizado por los británicos para bloquear la expansión de los franceses que se han hecho con Yibuti y de los rusos que se extienden hacia Asia Central. Forma parte de la conquista de una serie de zonas estratégicas en el Cuerno de Africa y en torno al paso de Ormuz y en el camino a la India. 

El núcleo central de lo que será Yemen del Sur es la ciudad portuaria de Adén construida por el Imperio Británico, para quien desempeñará un papel importante. Por otra parte, todas las personas que el Reino Unido juzga peligrosas en su colonia india –nacionalistas o comunistas- son enviadas en exilio a Aden. 

Así, Adén se convirtió en un centro de difusión de ideas progresistas que se extenderán por el mundo árabe y por el Cuerno de Africa. Desde la ciudad portuaria se extiende y desarrolla un movimiento independentista, anticolonial y marxista que conducirá mediante una lucha de guerrillas a la expulsión de los británicos y a la creación en 1967 de la República Democrática Popular de Yemen.

Estará gobernada por el Partido Socialista Yemeni, como coalición de diversos elementos progresistas heredados en parte de los prisioneros de Adén. 

Hay comunistas, nacionalistas, liberales y baasistas alineados con Siria o Irak. Yemen del Sur se convierte entonces en el Estado árabe más progresista de la región y conoce los mejores años con una reforma agraria, igualdad de sexos, más cultura, y toda una serie de medidas progresistas y solidaridades internacionales con movimientos revolucionarios, pero no logran crear una base industrial.

 Los comunistas encuadran el partido y mantienen una cierta cohesión, pero cada vez que hay que hacer frente a una situación complicada saltan las contradicciones como consecuencia de las diversas corrientes en presencia y la ausencia de un proletariado con peso.



Yemen del Norte y Yemen del Sur hasta su unificación.

Estas contradicciones van a conducir a guerras internas importantes y al debilitamiento del partido. Esta debilidad y quizá la perspectiva de la caída de la URSS que fue un gran apoyo de Yemen del Sur, llevó a lo que Samir Amin calificó como un suicidio, es decir a la unificación con el Yemen del Norte tribal de Saleh –en el poder desde 1978-. 

En ese sentido se expresa el que fuera el último presidente de Yemen del Sur antes de la unificación en 1990 y luego, vicepresidente del Yemen unificado desde esa fecha, Ali Salem al-Said. Viene a decir que los acuerdos de unificación no fueron cumplidos por Saleh, que no se pudo realizar un referéndum de confirmación de la unificación con el Norte, que no se instauró una sociedad laica como se había acordado, que el esfuerzo y la aportación económica del Sur fue mucho mayor, que se fue desmontando la reforma agraria y que el Sur quedó inmerso en una gran pobreza. Por todo lo cual, Ali Salem al-Said dimitió de la vicepresidencia y tuvo que exiliarse.

En 1994, el Sur frustrado por la negativa experiencia de la unificación, se rebela e intenta separarse, lo cual condujo a una brutal guerra entre el Norte y el Sur. O más bien a una invasión en toda regla del Sur por parte del Norte para liquidar todos los vestigios del socialismo, con importantes matanzas de militares y civiles, expulsando a miles de funcionarios y militares de sus puestos de trabajo y privatizando de nuevo las tierras que habían sido requisadas. 

Sin embargo, Saleh, para poder salir victorioso de esta contienda tuvo que echar mano de todas las fuerzas reaccionarias de la región, como Arabia Saudita, y las fuerzas imperialistas con EEUU a la cabeza, y tuvo que reactivar el yihadismo integrista nacional e internacional forjado en la guerra de Afganistán, de la mano entre otros, de destacados militares como el hermanastro de Saleh, Ali Mohsen al-Ahmar, y el carismático líder militar Tariq al-Fadhli.

UN PROCESO DE TRANSICIÓN FRUSTRADO Y SUS PROTAGONISTAS (2011-2015)

El conflicto de 2011 que condujo tras un largo tira y afloja a la dimisión forzada del presidente Ali Abdullah Saleh, se venía forjando desde hacía tiempo.

 Llevaba 33 años en el poder (desde 1978) y su gobierno fue un gobierno corrupto, ineficaz, represivo y dictador, que sumió al país en la mayor pobreza y falta de perspectivas, y en la que el dictador que se acaparaba todo para sí, fue creándose muchos enemigos, incluso dentro del ejército, siendo asimismo abandonado por sectores de las clases dominantes a los que fue marginando. Saleh, sin embargo, siempre tuvo como aliados estrechos e incondicionales a los EEUU y a Arabia Saudita.



Al comienzo del levantamiento, el cuarenta por ciento de la población de Yemen vivía con menos de $ 2 por día.

Sus mayores enemigos se encontraban por una parte en el Norte, los hutíes, y por otra en el Sur, donde había todo un conglomerado de partidos y grupos, más o menos ligados a la tradición de izquierdas del Sur y en alguna manera al partido Socialista de Yemen del Sur, constituyendo lo que se ha venido en llamar el “Movimiento del Sur” o Al-Hirak, que se venía estructurando desde 2007, aunque años antes ya se venían practicando manifestaciones de protesta, en forma de atentados, contra el Estado central y en pro de la secesión. Entre sus líderes se encontraban antiguos dirigentes de la República Democrática Popular de Yemen.

La mala experiencia vivida tras la unificación de Yemen en 1990, la brutal guerra de 1994 contra el Sur y la situación de dependencia y pauperización posteriores, hacen que gran parte de los sectores del “Movimiento del Sur” apuesten por la secesión como mejor alternativa.

El zaidismo del Norte, una variante chiita que tiene sus orígenes en el siglo VIII, ha tenido muchas tensiones y guerras con el poder central de Saleh –hasta seis guerras- puesto que les ninguneaba a sus practicantes, les marginaba del poder y de la economía, y mantenía una actitud sectaria y poco abierta con sus creencias y sus prácticas religiosas.

Hussein al-Houti, fundó en 1992 un movimiento para renacer el zaidismo. En 2003, el movimiento pasó abiertamente al terreno político, organizando protestas contra EEUU por la invasión de Irak. En 2004, Saleh ordenó el arresto de Hussein, y el movimiento respondió lanzándose a una rebelión abierta contra el Gobierno. 

Las autoridades mataron a Hussein, pero el movimiento zaidista lanzó una insurgencia intermitente contra el gobierno, liderado por su hermano menor Abdul Malik al Houthi hasta que en febrero de 2010, el Gobierno y los rebeldes hutíes acordaron un cese el fuego. En 2011, los hutíes se unieron a las protestas contra el Presidente Saleh.

A partir pues, sobre todo desde el entorno de 2004, el zaidismo fue adquiriendo una vertiente política antiimperialista, democratizadora y participativa, abierta a otras corrientes, reivindicativa de las necesidades económicas y sociales de la sociedad de su entorno, pero con una decisión firme que se traducía en estructuras políticas y militares muy eficaces, en una tenaz resistencia armada, adoptando el nombre de hutíes derivado del que tenía el fundador de este movimiento, Hussein Al-Houthi y estructurados en el movimiento llamado Ansarulá (Ansar Allah)

La conjunción del malestar de todas las fuerzas democráticas, del Norte y del Sur, incluido el de sectores de las clases dominantes marginados por Saleh e importantes sectores del ejército, también descontentos, condujo en 2011, a crear una fuerte presión contra Saleh, para que se produjeran importantes cambios democráticos, económicos y sociales. 

En lo que respecta al ejército, la Guardia Republicana, dirigida por el hijo de Saleh, siguió básicamente leal al presidente, pero cuando se suponía había de proteger el palacio presidencial, una parte de ella es la que atacó al presidente el mes de junio de 2011, dejándolo gravemente herido, por lo que tuvo que abandonar el país para curarse de sus heridas antes de volver a ocupar el poder. 

La Primera División Blindada también se posicionó del lado de los manifestantes, y asimismo por ejemplo, la milicia de una de las principales federaciones tribales, la de la tribu de los Hasid, dirigida por Sadiq al-Ahmar, apoyó el movimiento de la revuelta. 

Es interesante destacar también, el papel crucial que desempeñó un destacado líder militar de Saleh, Tariq al-Fadhli, que se posicionó en su contra y en defensa del Movimiento del Sur.

La historia de este militar condensa en cierto modo la del propio Yemen. Así, su padre fue un administrador de lo que fue la colonia inglesa de Aden, poseedor de grandes tierras en ese sur del Yemen. Cuando se produjo la revolución que condujo a la República Democrática Popular de Yemen del Sur, las tierras de su padre fueron requisadas. 

El todavía era pequeño. Pero cuando tuvo 18 años fue voluntario con la Yihad a luchar contra los comunistas rusos en Afganistán como venganza por la expropiación de los comunistas yemeníes de las tierras de su padre. Terminada la guerra de Afganistán, cuando Saleh se enfrentó en 1994 con los comunistas de Yemen del Sur, al-Fadhli reclutó fuerzas yihadistas que eran excombatientes en Afganistán, para ir en auxilio de Saleh, jugando un papel importante en esa contienda. 

Pero 15 años después, desengañado con la política de corrupción y concentración de riquezas de Saleh, se volvió en su contra y se posicionó con el Movimiento del Sur, lo que supuso un importante refuerzo para este movimiento.

La arrogancia de Saleh y el apoyo de sus incondicionales (Arabia Saudita entre otros) lo mantuvieron un cierto tiempo todavía en el poder, reprimiendo violentamente a las manifestaciones pacíficas. Pero al final, tratando de evitar lo peor, sus incondicionales le forzaron a dimitir, pero asegurándole total inmunidad y un proceso de transición controlado. 

Así, tras la dimisión de Saleh en febrero de 2012, le sucedió quien había sido su ministro de la Guerra en 1994 y responsable directo de la represión contra Yemen del Sur durante este año, y a su vez su vicepresidente desde el mismo año, Abd Rabbuh Mansur al-Hadi, y que será el nuevo presidente en funciones.


La propuesta de Hadi para abrir supuestamente un proceso constituyente nuevo fue la de la Conferencia de Diálogo Nacional(CDN) a realizarse entre las distintas fuerzas políticas. 

Esta Conferencia se realizó a lo largo de los meses entre marzo 2013 y enero 2014, pero no resolvió ninguno de los problemas pendientes en Yemen. La falta de consenso sobre una nueva estructura federal era uno de los mayores problemas. En septiembre 2013 se creó un subcomité de 8 representantes de cada parte, del Norte y del Sur, que fue el encargado de buscar una solución al problema. 

Se llegó a un acuerdo absolutamente ambiguo, como era que la República de Yemen, un estado unitario con 21 gobernaciones, se debería convertir en una entidad federativa, pero sin concretar nada más. 

De hecho el Comité 8+8 no logró ponerse de acuerdo sobre el número de nuevas regiones federales (dos, cinco o seis) o de sus límites. En lugar de ello, el comité subcontrató estas decisiones a otro comité bastante poco representativo, elegido a dedo y presidido por el presidente Hadi, que se dedicó a estudiar los parámetros de un sistema federal. Este comité de 22 miembros, llamado Comité de las Regiones, delimitó en menos de dos semanas 6 nuevas regiones federales. 

La mayoría de los principales movimientos políticos como el partido Socialista de Yemen, el salafista Rashad, el Movimiento del Sur (Herak) y los hutíes rechazaron la propuesta, porque se hacía un reparto desigual de los recursos y las riquezas, porque no respondía a la historia de Yemen y porque en última instancia se hacía una distribución en función de intereses caciquiles prosauditas.



Mapa de la propuesta de regiones federales de Yemen rechazada por la mayor parte de partidos.


Los hutíes, con una gran potencia y experiencia militar, hartos de la situación sin salida en que se encontraba el país, y en el contexto de una gran subida de los precios de los carburantes que agudizaba la crisis del país, en septiembre 2014, tomaron militarmente la capital Sanáa, y emplazaron al presidente Hadi a realizar cambios democratizadores, modificar el borrador de Constitución y federar Yemen en dos, Norte y Sur. 

Tuvieron conversaciones con otros grupos políticos para buscar una salida y recibieron un importante apoyo popular. 

El presidente Hadi, dijo que estaba dispuesto a aplicar las reformas pedidas por los hutíes, firmando un Acuerdo de Paz y Reconciliación en ese sentido, acuerdo que no será cumplido.

EL 20 DE ENERO DE 2015, EN VISTA DEL INCUMPLIMIENTO DEL ACUERDO DE SEPTIEMBRE 2014, LOS HUTÍES SE APODERAN DEL PALACIO PRESIDENCIAL DE SANÁA, HACIÉNDOSE FORMALMENTE CON EL PODER.


Al de unos días realizan en el palacio presidencial, con la presencia de importantes fuerzas y diversas personalidades, una Declaración Constitucional, donde plantean la creación de una Asamblea Nacional transitoria de 551 miembros que reemplazaría al disuelto Parlamento, la creación de un Consejo Presidencial compuesto por 5 miembros que cumpliría la función de la presidencia de la República, la realización después, de elecciones presidenciales y legislativas y una política exterior basada en el principio de buena vecindad y no injerencia en los asuntos internos de otros países.


Hutíes en armas en Yemen.

A finales de enero 2015 el presidente Hadi dimite. Los hutíes presionan a los grupos políticos para llegar a acuerdos y pone un plazo, cumplido el cual, si no había acuerdos impondría su propia solución. De hecho, la mayoría de las organizaciones políticas yemeníes acuerdan, a primeros de febrero 2015, crear un Consejo presidencial interino para gestionar el país durante un año, para intentar sacar al país de la crisis, agravada con la reciente dimisión del presidente Hadi, 

Así, 9 partidos y grupos, incluida una facción del grupo independentista de sur Herak, acuerdan la constitución del citado Consejo presidencial de cinco miembros y que estará encabezado por Ali Naser Mohamed, uno de los presidentes de Yemen del Sur antes de la unificación de 1990.

 El Movimiento del Sur, partidario en su mayoría de la secesión, siempre ha visto los sucesos del país como desde cierta distancia. Los grupos que no entran en dicho acuerdo son los Hermanos Musulmanes (al-Islah) y otros grupos salafistas y sunitas radicales y prosaudíes, que siempre jugarán la baza del imperialismo y Arabia saudita.

A FINALES DE FEBRERO DE 2015 EL DIMITIDO PRESIDENTE HADI ESCAPA DE LA CAPITAL SANÁA A LA SEGUNDA CIUDAD MÁS IMPORTANTE, ADÉN, CIUDAD QUE DECLARÓ LA CAPITAL DE FACTO.

El 14 de marzo de 2015, los hutíes y otras fuerzas rechazan las conversaciones que quieren realizar en Riad, Arabia Saudita y los países del Consejo de Cooperación del Golfo para tratar de los problemas yemeníes.

 El 21 de marzo, al día siguiente de dos atentados con bomba contra dos mezquitas en Yemen que mataron a al menos 142 chiitas, el movimiento revolucionario yemeni Ansarula anunció una movilización pública y pidió al Ejército y a las fuerzas de Seguridad que hicieran frente al terrorismo takfiri.

LAS FUERZAS REBELDES, HUTÍES Y FRACCIONES DEL EJÉRCITO POSICIONADAS A FAVOR DEL CAMBIO, AVANZAN RÁPIDAMENTE HACIA EL CONTROL DEL SUR, TOMANDO PRIMERO LA TERCERA CIUDAD DE YEMEN, TAIZ Y LUEGO ADÉN, EL 23 DE MARZO DE 2015, DE DONDE HADI HUYE A ARABIA SAUDITA.

Las fuerzas contra las que se enfrentan son los sectores suníes de los Hermanos Musulmanes –al Islah– y salafistas muy relacionados con Arabia Saudí, fuerzas de Al Qaeda y seguidores del militar islamista y fanático ultra, Ali Mohsen al-Ahmar, uno de los principales represores de los hutíes, pero que tras su derrota frente al avance de éstos en las inmediaciones del Palacio presidencial, se exilió en Arabia Saudita. 

De hecho los hutíes señalaron por su parte, que el motivo detrás del avance no era dominar el país, sino unir al país contra Al Qaeda y el ISIS que poseen un considerable poder en la región suroeste del país, liquidar el poder de Hadi y plasmar la Declaración Constitucional, logrado lo cual se retirarían al Norte.

INTERESES EN LA INTERVENCIÓN MILITAR CONTRA YEMEN. EL CUERNO DE ÁFRICA Y YEMEN EN LA GEOESTRATEGIA IMPERIALISTA.

Yemen del Norte y luego el Yemen unificado, siempre han sido el patio trasero de Arabia Saudita, obsesionada por el chiismo del Norte, por la situación estratégica del país, sus riquezas y los territorios fronterizos en disputa, por lo que siempre ha intervenido en su política interior como está haciéndolo ahora. Pero los intereses en juego, y hablamos de los del imperialismo, van mucho más lejos. 

En primer lugar, como ruta petrolífera vital.

“El Oleoducto de Sumed (…) da una alternativa al Canal de Suez para el transporte de petróleo desde el Golfo Pérsico hacia Europa y el Mediterráneo”

En el cruce de Yemen, Djibouti, Eritrea y Somalia, el estrecho de Bab el-Mandeb relaciona el Golfo de Adén y el Mar de Arabia. El petróleo y otras mercancías procedentes del Golfo Pérsico deben franquear Bab el-Mandeb antes de entrar en el Mar Rojo y en el canal de Suez. 

En 2006, el departamento de Energía de Washington informaba que un volumen de alrededor de 3,3 millones de barriles de petróleo transitaba cada día por este estrecho de vía navegable hacia Europa, EEUU y Asia. 

Lo esencial del petróleo, es decir 2,1 millones de barriles por día, toma la dirección del Norte por Bab el-Mandeb hacia el complejo Suez/Sumed que desemboca en el Mediterráneo. 

El oleoducto Sumed, partiendo del Canal de Suez, atraviesa Egipto por el sur de El Cairo y desemboca cerca de Alejandría en el Mediterráneo. 

Da una alternativa al Canal de Suez para el transporte de petróleo desde el Golfo Pérsico hacia Europa y el Mediterráneo.




7 puntos estratégicos para el transporte de petróleo por vía maritima.

LA MILITARIZACIÓN POR LOS EEUU Y LA OTAN DEL ENTORNO DEL ESTRECHO DE BAB EL-MANDEB, FORMA PARTE DE SU ESTRATEGIA DE CONTROL DE LAS PRINCIPALES RUTAS MARÍTIMAS DE HIDROCARBUROS Y SUS PUNTOS MÁS SENSIBLES COMO SON LOS ESTRECHOS –ASÍ COMO DEL CONTROL DE LAS VÍAS TERRESTRES DE OLEODUCTOS Y GASODUCTOS-.

Casi la mitad de la producción mundial de petróleo, unos 90 millones de barriles diarios (datos de 2015), se transporta actualmente por vía marítima, según dice la Administración de Información de Energia de EEUU (EIA). La mayor parte de este crudo atraviesa en un momento dado uno de los siete “cuellos de botella” de transporte marítimo, es decir uno de los siete estrechos más importantes.

Estos son además de los de Bab el-Mandeb y el Canal de Suez/Oleoducto de Sumed, el Estrecho de Ormuz que une el Golfo de Oman con el Golfo Pérsico y por donde transita el 20% del crudo mundial, lo que representa 17 millones de barriles diarios de petróleo, y punto de tensión entre Irán y EEUU; el Estrecho de Malaca, uno de los “cuellos de botella” más importantes a nivel mundial, que separa la costa occidental de la península malaya y la isla indonesia de Sumatra, por donde hace años pasaban 15 millones de barriles diarios, cifra incrementada sensiblemente debido al rápido crecimiento de las economías en el sudeste asiático; 

El Canal de Panamá, la vía comercial más importante de América, con 14000 barcos que lo cruzan cada año, y según datos de 2011, 755.000 barriles de petróleo lo cruzan cada día, siendo sus usuarios principales los EEUU, China, Japón y Chile, en un proceso de ampliación al triple de capacidad, al que habrá que añadir el previsto Canal de Nicaragua; asimismo hay que incluir en esta lista los Estrechos daneses, que son tres canales que conectan el mar Báltico con el Mar del Norte por Dinamarca, y por donde pasan 3 millones de barriles de petróleo al día, así como los Estrechos de Turquía (Dardanelos y Bósforo), con una circulación de 50.000 buques anuales y 3 millones de barriles diarios de petróleo.

EL CONTROL MILITAR DE ESTOS CANALES POR LOS EEUU Y LA OTAN, ESTÁ DESTINADO A PRIVAR DE SU APROVISIONAMIENTO DE PETRÓLEO A CHINA, LA UE O CUALQUIER OTRA REGIÓN O PAÍS QUE SE OPONGA A LA POLÍTICA DE LOS EEUU.

Sabiendo que volúmenes importantes de petróleo saudí transitan por Bab el-Mandeb, el control militar de este punto por los EEUU sirve también para disuadir a Arabia Saudita de contratar futuras ventas de petróleo a China u otros países en una moneda que no sea el dólar, como lo explicaba Robert Fisk, periodista del diario británico The Independent.

 Asimismo, los EEUU están por otra parte en posición de amenazar el transporte petrolero chino desde Port-Soudan en el Mar Rojo, puerto de salida al mar del petróleo de Sudán, justo al norte de Bab el-Mandeb, y que representa una importante vía de aprovisionamiento energético de China.

Pero además de la consideración de Bab el-Mandeb como vía de paso estratégico de petróleo, no hay que olvidarse del deseo por parte de Arabia Saudita de crear un oleoducto que atraviese Yemen para dar una salida cómoda a su petróleo por el puerto de Adén, además de la existencia probada de enormes reservas petrolíferas en toda la zona, a un lado y otro de la zona marítima, lo que la convierten con más razón, en zona geoestratégica importante.

 Así, en la región que llaman de la “Cuarta Parte Vacía” (The Empty Quarter) en el desierto de Rub’al-Khali, uno de los mayores desiertos de arena del mundo y situado en los territorios de Arabia Saudita, Yemen, Oman y Emiratos Arabes Unidos (EAU), existe una gigantesca bolsa de petróleo que ha sido ocultada por los EEUU y sus aliados en tanto no haya un “control” político total de la zona por parte de estos, en sintonía entre el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y Yemen, para explotarla económicamente. 

Y asimismo existe otra bolsa gigantesca de petróleo en la zona de Ogaden de Etiopía, cuya explotación permitiría unificar el Cuerno de África bajo la dirección de Etiopía, dentro de la mirada vigilante y controladora de los EEUU. 

Y en relación a estos dos “Eldorados” existe el proyecto de crear dos grandes ciudades, ambas Al-Noor, una en Yibuti y la otra en Yemen, que serían unidas a través de un puente de 28 km y que cruzaría el estrecho de Bab el-Mandeb. 

Son proyectos hegemonizados por los EEUU con la colaboración muy directa y estrecha de Israel y Arabia Saudita, y del que podrían repartir una parte del pastel a Yemen y los otros miembros del CCG y a los países africanos del Cuerno de África.

La importancia geoestratégica del Cuerno de África tiene que ver también con la política de destrucción de Somalia que han practicado los EEUU, la utilización para fines militares del conflicto que hubo de los piratas, las bases militares de Yibuti, Somalilandia y de la isla de Diego García en el Indico, la presencia de Al Qaeda en Somalia (al igual que ha sido propiciada en otros países africanos), el fraccionamiento de Sudán de la mano de Israel, la introducción del Africom en África y la presencia militar norteamericana en gran cantidad de Estados africanos tanto del Cuerno de África, como de África Central y Occidental, siempre en torno al petróleo y grandes riquezas africanas y bajo la coartada de luchar contra Al Qaeda.

INTERVENCION MILITAR DEL IMPERIALISMO CONTRA YEMEN (2015- )

1. UNA GUERRA GENOCIDA.

Frente al avance rebelde, Arabia Saudita pronto activará y pondrá en práctica con bombardeos continuados sobre Yemen, la coalición que junto con Israel y los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) ha ido forjando, la “Otan de Oriente Medio”, como reacción al muy odiado y temido acuerdo EEUU-Irán, incluso ampliada en esta ocasión a más países, con la compensación de fabulosos créditos económicos, de al menos 22.700 millones de dólares. 

Así, en esta coalición formarán parte, además de las monarquías del Golfo, Jordania, Marruecos, Sudán, Turquía y de una forma más figurativa que real Egipto y Pakistán. Por detrás de todo ello, por supuesto, el director de orquesta, EEUU, y sus aliados, Israel, Francia y Reino Unido.


Así, el 25 de marzo de 2015 inician una campaña brutal de bombardeos, la inicialmente denominada “Tempestad decisiva”, que trata de destrozar lo mismo objetivos militares que civiles, con el fin de crear terror en la población para formalmente restablecer en el poder al ex presidente Abdu Rabu Mansur Hadi pero en realidad para someter a Yemen a los intereses de Arabia Saudi y sus aliados, principalmente las potencias imperialistas.

LAS POTENCIAS OCCIDENTALES Y SUS REGÍMENES DE DÉSPOTAS ÁRABES TRATAN DE REVERTIR UNA REVUELTA POPULAR EXITOSA QUE ASPIRABA A LLEVAR UN GOBIERNO CONSIDERABLEMENTE MÁS DEMOCRÁTICO AL PAÍS MÁS POBRE DE LA REGIÓN ÁRABE, SUPERANDO LAS DÉCADAS EN QUE LANGUIDECÍA COMO UN CLIENTE SAUDÍ.


Abdo Rabu Mansur Hadi, en el Palacio Presidencial en Saná.


“Durante más de tres años -se ha llevado a cabo- una campaña de bombardeo ininterrumpida contra objetivos frecuentemente civiles. 

Así, hospitales, mercados, mezquitas, funerales, salones de bodas, hogares familiares, granjas, plantas de tratamiento de aguas y servicios públicos de energía, han sido destruidos sin piedad. Incluso los cementerios han sido bombardeados.”

La guerra de Yemen es una auténtica guerra genocida, en la que las fuerzas sauditas y emiratíes, que reciben miles de millones de dólares en armas británicas, estadounidenses y francesas, están llevando a cabo ataques aéreos con aviones de guerra procedentes de dichos países, y utilizando bombas –incluidas las de racimo que están prohibidas-, misiles, helicópteros de ataque, potencia naval y apoyo logístico, durante más de tres años, en una campaña de bombardeo ininterrumpida contra objetivos frecuentemente civiles. 

Así, hospitales, mercados, mezquitas, funerales, salones de bodas, hogares familiares, granjas, plantas de tratamiento de aguas y servicios públicos de energía, han sido destruidos sin piedad. Incluso los cementerios han sido bombardeados. 

Además, Arabia Saudita –ante la incapacidad por otra parte de sus tropas de tierra, todas mercenarias- está recurriendo a contratar miles de mercenarios sudaneses, eritreos y colombianos además de contar con los quinientos militantes del ISIS fletados desde Siria por Turquía en cuatro aviones para luchar contra las fuerzas populares de Yemen. 

Según varios grupos pro derechos humanos, Riad y sus aliados han lanzado más de 16.000 ataques aéreos desde el inicio de la ofensiva, golpeando más de 1500 áreas residenciales, 200 edificios escolares, 60 fábricas y 44 mezquitas.

La industria se encuentra paralizada y arrasada por los bombardeos, sin electricidad ni agua en la gran mayoría de las casas y con un bloqueo económico significativo, por tierra, aire y mar, sobre un país que importa el 90% de los alimentos que se consumen, impidiendo la entrada de alimentos, medicinas y productos de primera necesidad. 

Todo esto está llevando según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas a la peor crisis humanitaria del mundo, con 19 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria y protección, 7 millones de personas que se enfrentan a la inanición, 8 millones de personas sin acceso al agua potable, mas de 3 millones de desplazados, más de un millón de menores malnutridos y más de 13000 personas asesinadas y decenas de miles de heridos como consecuencia de esta guerra.

Además en abril de 2017 se comenzó a registrar un brote de cólera debido a la insalubridad de las fuentes de agua. En menos de 6 meses hubo más de 2000 muertos (en 2017) y se han registrado más de medio millón de afectados.

 La escasez de ayuda humanitaria al país por el bloqueo de la coalición y la indiferencia internacional a esta situación augura que tanto la hambruna como las enfermedades y los heridos sin atender continuarán siendo una negra realidad en la vida de Yemen. La última barbaridad ha sido el asedio de Hodeida, principal puerto de acceso de alimentos y medicinas de Yemen, con el insensible y asesino objetivo de matar de hambre a toda una población para que se someta a la voluntad occidental, saudita y emiratí, por dominar el país. Esto es, se trata de crímenes capitales como los juzgados en Nuremberg.

Hay que decir por otra parte, que las violaciones sistemáticas de las convenciones de Ginebra en Yemen, sobrepasan a las de muchas guerras actuales, igualan a las denunciadas a Israel en su represión en Gaza pero en Yemen son silenciadas.

EL SILENCIO INTERNACIONAL SOBRE ESTAS VIOLACIONES Y EL APOYO A LOS BOMBARDEOS SALVAJES DE YEMEN, ESTÁ RATIFICANDO LA DESAPARICIÓN DE TODA REFERENCIA LEGAL EN MATERIA DE GUERRA.

A partir de primeros de mayo de 2015 se crea un Alto Consejo Popular para la Movilización General de Yemen. El citado órgano comprende a diferentes partidos, movimientos, sindicatos, asociaciones, líderes religiosos y activistas. 

El propósito de la formación del Consejo será “unir y reforzar el frente local contra la agresión saudí” y “establecer un diálogo con todos los grupos políticos y sociales yemeníes”. El Consejo también se encarga de apoyar a los frentes yemeníes con ayuda militar y financiera.

El 28 de julio de 2016, se constituye el Consejo Político Supremo (SPC por sus siglas en inglés) como organismo ejecutivo de dirección de Yemen formado por Ansarula y el Congreso Popular General de Saleh. Es un organismo compuesto por diez miembros y su presidente será Saleh Ali al-Sammad hasta que es asesinado en un ataque aéreo el 19 de abril de 2018. 

Cientos de miles de yemeníes, que según algunas fuentes rebasaban el millón, se manifestaron el sábado 20 de agosto de 2016 en Saná, la capital de Yemen, para expresar su fuerte apoyo a un cuerpo político recién formado para gobernar el país frente a la campaña militar saudí dirigida a reinstaurar en el poder al ex presidente Abed Rabbo Mansur Hadi. 

Un año más tarde, de nuevo, cientos de miles de personas se reúnen en la capital yemení, Saná, para conmemorar el tercer aniversario de la Revolución del 21 de Septiembre de 2014 en el país y condenar la sangrienta guerra saudí contra la nación.


Un millón de yemeníes se manifiesta a favor del Consejo Político Supremo.

En el marco de los diálogos yemeníes-yemeníes en Mascate, la capital de Omán, en agosto de 2015, se firmó un acuerdo de 10 puntos, según el cual, los revolucionarios yemeníes del Norte comenzarían su retirada de las regiones del sur del país y entregarían el control de estas zonas al Movimiento del Sur de Yemen (Al Harak), y así mismo, se reconoce que los revolucionarios asuman el control de Sanáa, la capital yemení, y de las regiones del norte, bajo el liderazgo del movimiento popular yemení Ansarolá.

DESDE 2015 A LA ACTUALIDAD DEL CONFLICTO.

INTERVENCION MILITAR DEL IMPERIALISMO CONTRA YEMEN (2015-) (CONTINUACIÓN)
LOS DIVERSOS ACTORES EN LA GUERRA.

Contrariamente a lo que afirman los medios occidentales, las milicias hutíes no practican una política confesional sino que realizan una misión patriótica.

 Son de hecho, la punta de lanza de las fuerzas soberanistas de Yemen, las fuerzas más consecuentes y aguerridas, algo semejante al Hezbollah libanés. 

A pesar de su identidad confesional, manifiestan una visión panislámica y panárabe, ganándose así la simpatía de una amplia franja del Ejército nacional yemení, incluida la Guardia republicana así como el apoyo de numerosas tribus suníes, lo cual explica el importante papel que están jugando en la guerra. 

El hecho de que los yemeníes zaidíes pertenezcan a una rama chiita del islam, por cierto heterodoxa y la más cercana al sunismo, no significa ni mucho menos, que sean marionetas de Teherán. Aunque Irán ha condenado la intervención militar de su enemigo saudita y tiene relaciones con los hutíes, siempre ha negado como lo han hecho los propios hutíes, su apoyo militar a estos.

DESDE EL PRIMER MOMENTO DE LA REVUELTA DE 2011 CONTRA EL GOBIERNO DE ALI ABDULLAH SALEH, SECTORES DE CIERTA IMPORTANCIA DEL EJÉRCITO SE POSICIONARON CON LOS HUTÍES Y LOS REBELDES.

Con la intervención militar de Arabia Saudita contra Yemen en 2015, Saleh junto con una parte importante de su partido, Congreso Popular General (GPC) y de sectores del Ejército bajo su influencia, se pusieron de parte de los hutíes, jugando un importante papel en la lucha contra los invasores, contra los mercenarios, Al Qaeda y los sectores aliados de Hadi. Con este posicionamiento de Saleh, el partido GPC se dividió en una facción pro Saleh y en otra pro Hadi. 

Mas tarde, con la traición de Saleh a los hutíes y a las fuerzas soberanistas, al ponerse en contacto con Arabia saudita y a su servicio, y tras ser ejecutado por aquellos a finales de 2017, el GPC se fracturó aún más, aunque una parte importante de los antiguos seguidores de Saleh prometió lealtad a los hutíes. 

Esta parte pro-huti de la GPC continuó apoyando al gobierno rebelde de Saná y eligió a Sadeq Ameen Abu Rass como nuevo presidente de GPC. Otro grupo de leales a Saleh y del GPC se alió con Hadi y la Coalición Internacional liderada por Arabia Saudita, pero se mantuvo separada y eligió al hijo de Saleh, Ahmed Saleh como nuevo líder de facto. Mientras tanto, el sobrino del presidente, Tareq Saleh comenzó a organizar un nuevo ejército privado para esta facción del GPC.


Situación militar en Yemen, el 4 de abril de 2018. Color verde: hutíes// color rosa: Hadi y sus aliados// color amarillo: Movimiento del Sur//Color blanco: Al Qaeda e ISIS

LAS FUERZAS QUE COMPONEN EL LLAMADO MOVIMIENTO DEL SUR O HERAK, HAN TENIDO UNA TRAYECTORIA BASTANTE ZIGZAGUEANTE Y VOLUBLE EN TODO EL PROCESO.

Aunque procedían de la tradición izquierdista de lo que fue Yemen del Sur, pareciera ser que por lo que fuera han ido perdiendo las referencias originarias de izquierda –posiblemente la fuerte represión habida contra este movimiento tras la sublevación de Yemen del Sur en 1994, el constante bombardeo de los drones norteamericanos en Yemen del Sur supuestamente contra Al Qaeda pero posiblemente más bien destinados a la militancia del Movimiento del Sur ya desde al menos 2009, e incluso los enfrentamientos directos con Al Qaeda, son factores que han podido incidir en su deriva ideológica-.

Participaron en el movimiento popular de 2011 contra Saleh e incluso en las iniciativas habidas contra la política de Hadi en consonancia con los hutíes. 

Pero a partir de un momento determinado, que parece se situaría en el entorno de la ocupación de Adén por los hutíes y los sectores soberanistas del Ejército, bastante coincidente en el tiempo con la intervención militar en Yemen de la Coalición liderada por Arabia Saudita, adoptaron una postura anti-huti, pro-Hadi, y pro-Coalición, estableciendo una alianza más estrecha si cabe con los Emiratos Arabes Unidos (EAU). 

Es decir han adoptado una alianza equivocada, han andado completamente desnortados, cuando lo suyo hubiera sido aliarse con los hutíes y negociar con ellos y otras fuerzas soberanistas, en primer lugar la manera de desembarazarse de los condicionamientos del imperialismo sobre Yemen, y en segundo buscando lugar las vías más adecuadas de democratización y soberanía de Yemen del Norte y de Yemen del Sur.

De hecho el Movimiento del Sur recibió un gran apoyo militar por parte de los EAU e incluso participaron muy activamente en la “reconquista” de Aden en julio de 2015 para las fuerzas de la Coalición en coordinación con EAU y en lucha contra los hutíes y sus aliados. 

Los EAU, aun siendo aliados de Arabia Saudita y miembros de la Coalición, han manifestado sus propios intereses no siempre convergentes con los de Arabia Saudita. Los EAU no han visto con buenos ojos el apoyo sin fisuras de Arabia Saudita y de Hadi a los Hermanos Musulmanes de Islah y a Al Qaeda e ISIS como tampoco lo hacia el Movimiento del Sur, y los EAU contemporizaba más con los planteamientos autonomistas y en última instancia secesionistas de estos, mientras que Arabia saudita como Hadi apostaban por la unidad de Yemen y no estaban por secesiones en Yemen. 

En este sentido la postura del Movimiento del Sur, ha sido la de defender supuestamente su territorio contra los “invasores” hutíes, la de aliarse para ello con la Coalición –especialmente con los EAU-, para después defender su propia autonomía y dado el caso, la secesión. 

Los EAU, aunque han organizado y financiado decenas de miles de mercenarios, e invertido 2300 millones de dólares en pagar salarios mercenarios, han dado gran importancia a su alianza con el Movimiento del Sur. 

Mientras que los EAU operaban más bien en el Sur, Arabia Saudita y Hadi, operaban más bien el Norte. Los intereses económicos de los EAU hay que situarlos en la búsqueda de la apropiación de la mayor parte posible del pastel económico al que nos hemos referido anteriormente, en relación a los planes sobre el Cuerno de África.

 De hecho los EAU han jugado muy fuerte realizando grandes inversiones en el puerto de Aden, hasta llegar a comprarlo mediante la Dubai Ports World, como participando en el asedio frustrado del puerto de Hodeida del que quería hacerse con su control, lo que se suma a la compra de los puertos de Berbera y Asah de Somalilandia y Eritrea.

A PARTIR DE ABRIL DE 2017 SE VA A PRODUCIR UN PROCESO DE TENSIONES ENTRE EL MOVIMIENTO DEL SUR Y HADI CONDUCIENDO A SU DISTANCIAMIENTO.

Así, el 27 de abril de 2017, el presidente fugitivo Hadi destituyó como gobernador de Adén al general mayor Aidarus al-Zoubaidi, un militar muy popular en la capital por su papel en la actual guerra.

 La destitución pretendía acabar con la llamada a la secesión sureña exigiendo la retirada de banderas y otros símbolos. 

Esta decisión rompió el trato implícito entre ambas partes por el que combatirían en una primera fase a los hutíes para posteriormente debatir las diferencias sobre la secesión del Sur. 

Hadi logró el efecto contrario, provocó importantes revueltas populares donde se quemaron carteles con el rostro de Hadi. A pesar de todo el despliegue del dispositivo militar, el nuevo gobernador propuesto por Hadi, tuvo que abandonar Adén horas después de su llegada alegando cuestiones de seguridad. 

El 4 de mayo de 2017 –aniversario del inicio de la guerra civil yemení (1994)- al-Zoubaidi leyó la ya histórica Declaración de Adén en la que se declaró como nuevo líder de Yemen del Sur y creó una delegación para establecer un consejo político-militar que iniciara el proceso de independencia respecto al Norte de Yemen.


Aidarus al-Zoubaidi, líder del Consejo de Transicion del Sur.

Esto supuso un gran obstáculo para la Coalicion árabe. Mantener la apuesta por Hadi suponía reprimir a Hirak (Movimiento del Sur), el principal proxi militar emiratí. Suponía otra derrota política de Hadi, el principal proxi político saudí. 

Una semana después de la Declaración de Adén, el 11 de mayo de 2017, se constituye el Consejo de Transición del Sur (STC), como organización secesionista, liderada por el ex gobernador de Aden, Aidarus al –Zoubaidi como presidente y con el exministro del Estado Hani Bin Breik como vicepresidente. Pretende consecuentemente gestionar los territorios de Yemen del Sur.

 Su Consejo consta de 28 miembros de los que 5 son gobernadores de provincias del Sur y dos son ex ministros del Gobierno. 

La Asamblea Nacional del Sur, compuesta por 303 miembros procedentes de todo el Sur, tuvo una primera sesión parlamentaria en Aden el 26 de diciembre de 2017. 

El 28 de enero de 2018, separatistas leales al STC toman el control de las oficinas centrales del gobierno yemení en Adén, en un golpe de Estado contra el gobierno dirigido por Hadi. El presidente del STC, Aidarus al-Zoubaidi anunció el estado de emergencia en Aden y que el STC ha comenzado el proceso de derrocamiento del control de Hadi sobre el Sur.

EL STC SE HIZO CON EL CONTROL DE ADÉN, TRAS LA BATALLA DE ADEN, DEL 28-31 DE ENERO DE 2018.

Yemen se encuentra dentro de la estrategia “contra el terror” de EEUU ya desde 2009, tras el atentado fallido en un avión de la línea Amsterdam-Detroit, el 26 de diciembre de 2009, de un nigeriano portador de explosivos, que supuestamente había sido entrenado por Al-Qaeda en Yemen.

“Lo que para EEUU es una coartada para justificar su presencia militar, para Arabia Saudita se convierte en el objetivo de crear “Califatos” o feudos wahabitas que disputen territorios al chiismo y extiendan su reinado y hegemonía regional.”

El 20 de enero de 2009, Nasir al-Wahayshi, el jefe de Al-Qaeda en Yemen, anuncia la formación de un grupo único a sus órdenes para toda la Península Arábiga, “Al-Qaeda de la Península Arábiga” también llamada AQAP o Asnar al-Sharia, con militantes de Yemen y los restos de la desmantelada red de Arabia Saudita. 

Dos importantes cuadros de esta organización serán expresos de Guantánamo, el saudita Abu-Sayyaf al-Shihri (nº 372), adjunto del jefe máximo, y el que será jefe militar, Abu Muhammad al-Awfi, (nº 333). 

Ya sabemos por otra parte, que Guantánamo es una fábrica, donde los EEUU crean militantes de Al-Qaeda para utilizarlos donde les interesa. 

Arabia Saudita, siempre fiel vasallo de los EEUU, siempre dispuesto a desestabilizar los países que le ordene su señor, y siempre obsesionado por combatir el chiismo e impulsar las formas más agresivas y extremas del sunismo wahabita, colaborará todo lo que haga falta con armas y capital para extender Al-Qaeda. 

Lo que para EEUU es una coartada para justificar su presencia militar, para Arabia Saudita se convierte en el objetivo de crear “Califatos” o feudos wahabitas que disputen territorios al chiismo y extiendan su reinado y hegemonía regional. 

Los aparentes ataques contra Al Qaeda, son en realidad un buen medio para prestigiarla y fortalecerla, al igual que ha estado sucediendo con el ISIS por parte de EEUU y sus aliados en Irak y Siria.


Daesh crucifica a un comandante no identificado del movimiento popular yemení Ansarolá, 21 de agosto de 2017.

Algunas de las funciones que ha tenido para los EEUU el impulsar al Qaeda y el ISIS en Yemen del Sur, ha sido la desestabilización de Yemen, la creación de un estado de guerra permanente que de pie a intervenciones –como con drones por ejemplo, ya desde 2009 al menos- con Al Qaeda como coartada, para liquidar físicamente la militancia de izquierda, para crear confusión con el alineamiento secesionista oportunista de Al Qaeda al igual que el Movimiento del Sur, para introducir valores wahabistas reaccionarios entre la población, para fomentar el sectarismo y las guerras de religión entre chiíes (hutíes) y suníes, para asegurarse el dominio y el control sobre Yemen como territorio y como país, como lugar geoestratégico de alta importancia para el control del transporte de hidrocarburos por el Golfo de Aden y el Mar Rojo, convirtiendo a Al Qaeda en uno de los principales guardianes de las reservas petrolíferas y de recursos del Sur para en su día ser utilizados por Arabia Saudita, EAU, EEUU y sus aliados occidentales dentro de los grandes planes de expansión y saqueo que tienen diseñados para la región.

El otro gran aliado que nunca puede faltar para estas tareas, son los Hermanos Musulmanes, el “alma” de Al-Qaeda, los suministradores de militancia para Al Qaeda, y siempre al servicio del imperialismo, y que en el caso de Yemen, se trata de la organización Al-Islah, quienes siempre han colaborado en las tareas represivas contra el chiismo, contra los hutíes y en 1994, en la guerra contra el Sur. 

Un militar de gran prestigio, Ali Mohsen al-Ahmar, hermanastro de Saleh y brazo derecho suyo durante mucho tiempo, luego distanciado, antichiita y anticomunista furibundo, el antiguo jefe de la primera División Acorazada del ejército yemení, uno de los máximos responsables de la represión contra los hutíes, siempre ha jugado un papel importante en favor de la yihad y su variante de Al Qaeda, desde los tiempos de Afganistán, hasta los más recientes de Al-Qaeda, impulsando el sunismo radical incluso en territorio zaidí, dentro de su guerra contra el chiismo. Asimismo Al-Islah ha sido en todo momento un baluarte fundamental del títere Hadi, y de la política expansionista y genocida de Arabia Saudita y los EEUU, y un punto de apoyo seguro más allá de las “veleidades” del Movimiento del Sur.

LA ONU, COMO SIEMPRE, AL SERVICIO DEL IMPERIALISMO.

En la Resolución 2216 del Consejo de Seguridad de dicho organismo de 14 de abril de 2015, se pide la retirada unilateral de las fuerzas populares y el embargo de armas contra ellos, respaldando la postura de Arabia Saudita y justificando por otra parte todos los bombardeos. 

Cosa que no sirvió para nada. Francia por su parte, gran suministrador de armas de las terroristas monarquías del Golfo, justifica sus bombardeos, como ha justificado siempre todas las intervenciones militares asesinas del imperialismo. 

Las negociaciones de Ginebra sobre Yemen, fracasan. Las negociaciones terminaron sin un acuerdo sobre una tregua, sin fijar ninguna fecha para nuevas discusiones, según anunció el emisario de Paz de la ONU, el subsecretario general Ismail Ould Sheij Ahmed.

 La delegación de Sanáa representó a 13 partidos mientras que la de Riad, representante del dimitido presidente Hadi, rehusó mantener conversaciones directas con aquella. 

Por otra parte, uno de los líderes de Al Qaeda de Yemen, Abdul Wahhab al Humaiqani, estuvo participando en las conversaciones de Ginebra dentro de la delegación saudí, sin que por otra parte fuera detenido a pesar de estar en múltiples listas negras como terrorista.


https://www.revistalacomuna.com/geopolitica-y-antiimperialismo/yemen-lucha-soberania-parte-3/

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