Mientras el invierno se acerca, los pueblos de Europa comienzan a vislumbrar las consecuencias de las decisiones de sus gobernantes, que han optado por someterse a las políticas de Estados Unidos.
De acuerdo con el gerente general de la empresa turca GazDay Energy Consulting, Mehmet Dogan, Europa tiene sus reservas de gas natural al 80 %, y pese al plan de ahorro declarado, este volumen no es suficiente, en caso de un invierno duro.
“En un escenario de invierno frío, el gas en los depósitos europeos llegará a su fin a finales de enero”, afirmó el sábado el empresario criticando a la Unión Europea (UE) por congelar el proyecto del gasoducto ruso Nord Stream 2 y los altos precios que el mercado experimenta por esta política irresponsable.
Al respecto, aseveró que la suspensión de este proyecto “fue el primer golpe que aportó al ámbito energético la guerra [en Ucrania]”.
Dogan advirtió de que los europeos no podrán llenar sus depósitos hasta el nivel deseado, ya que el invierno está por venir y Rusia, por otro lado, disminuirá el suministro de gas a la región, un hecho que, a su juicio, provocará que su industria y pueblo se trasladarán a zonas más cálidas, entre ellos los países norteafricanos o a la propia Turquía.
Actualmente, los países europeos se enfrentan a una crisis energética profunda que se debe a las sanciones con efectos adversos de Occidente contra Moscú tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania el 24 de febrero pasado.
De hecho, los embargos que tuvieron como finalidad debilitar la economía de Rusia, han tenido efecto búmeran, puesto que desde junio Moscú ha iniciado el corte del flujo de gas a países europeos, tal como había prometido, que no paguen la energía en rublos.
El ministro ruso de Energía, Nikolai Shulginov, aseguró hace pocos días que los países europeos no podrán independizarse del gas ruso hasta 2027.
Subrayó que para entender cuán real es la creencia de europeos sobre la posibilidad de rechazar el gas ruso se debe esperar el próximo invierno.