Como se anunció el 13 de septiembre, está prevista para el verano del próximo año 2023 la segunda cumbre del Foro de Asociación Rusia-África, cuya secretaría dirige Oleg B. Ozerov. Para prepararlo, se creó un Comité Organizador, encabezado por Yu.V.Ushakov, Asistente del Presidente de la Federación Rusa.
Al preparar el foro, analizando cuidadosamente la información de otros actores internacionales, tuvimos que afirmar que hay fuerzas en el mundo que se oponen al desarrollo de una cooperación equitativa y mutuamente beneficiosa entre los países africanos y Rusia y, cabe destacar, que estos no son los propios africanos.
Se llamó especialmente la atención el discurso del Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, J. Borrell, publicado en la web de la UE, así como algunas de sus declaraciones durante sus recientes viajes a Mozambique, Kenia y Somalia, en las que no dejó de culpar a Rusia de todos los problemas mundiales y pidió a los socios africanos que construyeran una cooperación más estrecha con Europa.
Según un diplomático europeo, la Operación Militar Especial rusa es un ejemplo del "imperialismo brutal del siglo XIX, que África experimentó de primera mano".
Y ahora, dice J. Borrell, Europa, tras reconocer su responsabilidad por lo ocurrido en ese momento en África, tiene pleno derecho moral, de la mano de los africanos oprimidos durante décadas, para luchar contra Rusia y construir una “ orden internacional basado en reglas”.
Hoy, usando el ejemplo de Rusia, estamos siendo testigos de cómo Occidente está tratando de privar a los estados soberanos de su independencia mediante el uso de un sistema de castigo colectivo, la violación de los derechos políticos y económicos básicos y duras restricciones unilaterales ilegítimas.
Desafortunadamente, tal política de doble rasero hoy puede aplicarse a cualquier país que no encaje en el sistema de valores occidental.
Las naciones africanas han experimentado durante décadas las consecuencias de las restricciones económicas ilegales impuestas con fines de chantaje político y, en algunos casos, de cambio de poder político.
Occidente impuso constantemente sanciones contra Burundi, República Democrática del Congo, Zimbabue, Libia, Malí, Somalia, Sudán, República Centroafricana, Etiopía y Sudán del Sur. Y esto es sólo una parte de la lista.
La perplejidad, por decir lo menos, también es causada por el proyecto de ley de EEUU "Sobre la lucha contra las actividades maliciosas de Rusia en África", que prevé el castigo colectivo de los africanos por cualquier cooperación con nosotros.
Tal restricción de las libertades políticas y económicas básicas indica competencia desleal y una cruda imposición de la agenda occidental en otros países.
Defendemos la soberanía y el desarrollo independiente del continente africano, uno de los centros regionales de poder en el nuevo orden mundial, que, al igual que Rusia, tiene su propia agenda política y económica.
Además, Rusia está lista para convertirse en proveedor de la soberanía africana, y la próxima cumbre Rusia-África será una prueba convincente de ello.
* Oleg B. Ozerov, Embajador itinerante, Jefe de la Secretaría del Foro de Asociación Rusia-África del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia.
Artículo publicado por Oleg B. Ozerov, Secretaría del Foro de Asociación Rusia-África del MoD ruso, en el medio keniano Kenyan Daily y compartido por la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación de Rusia, María Zakharova, en su cuenta de Telegram.
Fuentes: María Zakharova/Kenyan Daily
