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A menos de un año de que el presidente Joe Biden ganara las elecciones en EE.UU., el rumbo de las relaciones con América Latina aún pareciera no terminar de delinearse y estar lleno de interrogantes sobre qué debe esperar la región con este nuevo mandatario, tras el fin de la era de Donald Trump, caracterizada por una dura política migratoria.
En nombre del nuevo inquilino de la Casa Blanca no resulta tan novedoso para la región debido a que Biden estuvo casi cuatro décadas en el Senado de su país y fue el vicepresidente del demócrata Barack Obama. Además, impulsó el mortífero y frustrado Plan Colombia, una política estadounidense para intentar frenar la producción y el tráfico de drogas desde el país suramericano, que ha sido tildada de “fracaso”; y las sanciones contra Venezuela, un mecanismo de presión para de tratar de deponer al presiente Nicolás Maduro, cosa que no ha ocurrido.
Para hablar del futuro de las relaciones de Washington con América Latina, RT entrevistó a tres especialistas que han puesto la lupa sobre el panorama actual, los desafíos de la relación con la región y las limitantes.
“Es muy temprano”
El politólogo Gerardo Berthin considera que es todavía “muy temprano” para hablar de una política de Biden sobre América Latina. En su opinión, algo de esa naturaleza no ha ocurrido desde hace una década porque tanto las políticas de Obama como Trump “eran reactivas y no proactivas”.
Considera que más que hablar de relaciones con toda América Latina, se debe poner el acento en temas bilaterales y regionales según sus temáticas e intereses.
Por su parte, la especialista en políticas y finanzas públicas Litza Mayorga afirma que “cada día que pasa crece la presión por conocer la agenda de cooperación y cuáles son los cambios reales” que habrá con este nuevo Gobierno.
Para ella, los temas que siguen en el tintero son las políticas antidrogas y el combate a grupos de narcotraficantes y organizaciones criminales.
¿Quiénes son los interlocutores de Biden?
Para el analista político César Sabogal, los interlocutores de Biden son gobiernos que “no son afines a él” y que parecieran tener más cercanías a la Administración de Trump.
Sabogal se refiere a Colombia, el principal aliado de EE.UU. en la región, cuyo presidente, Iván Duque, pertenece al uribista y ultraderechista Centro Democrático, que le hizo campaña a Trump “abiertamente”.
Sobre Venezuela, recuerda que el año pasado era un tema fundamental en Washington saber si iba a haber una intervención al país suramericano, con la ayuda de Colombia, que no reconoce la legitimidad de Maduro y que respaldó ampliamente al exdiputado opositor el tristemente-célebre Juan Guaidó cuando se autoproclamó “presidente encargado”.
En opinión de este analista, el apoyo de China y Rusia a Venezuela frenó cualquier intento de intervención miliar por parte de EE.UU., “que tuvo una actuación más política” para frenar el avance de ambas potencias en la región.
Al respecto, Berthin asegura que “el mundo ha cambiado y EE.UU. no es el único actor con poder para actuar en América Latina”.
¿Cuál es la agenda en América Latina?
Mayorga cree que en la región es necesario “reconstruir un nuevo espacio” y “reperfilar la agenda en torno a temas de desarrollo social”. Para ello, opina que Biden esperará a que algunos gobiernos de la región se retiren y renueven los periodos.
Según su punto de vista, una limitante es la presencia de “gobiernos autoritarios en la región” que plantean “pocas propuestas de innovación” en la agenda.
Sabogal dice que los temas en la región “son los mismos pero las prioridades han cambiado”. Al respecto, explicó: “Pasamos de una agenda centrada en el tema de las drogas al de la migración”.
Para él, “Biden ha sido víctima de sus propias expectativas” debido a que América Latina esperaba acciones sobre la migración que no se han cristalizado. “Eso ha hecho que sea el presidente más impopular en sus primeros noventa días después de Donald Trump”.
Otro asunto que sigue sobre la mesa es la política antinarcóticos, que pareciera tener un nuevo perfil tras el anuncio de EE.UU. de su nueva estrategia antidrogas que abandona el tradicional enfoque reactivo, a través de los cuerpos seguridad, y que apuesta al reforzamiento de la presencia estatal preventiva en las zonas rurales donde se encuentran los grupos armados ilegales.
El diálogo de estos investigadores sobre el enfoque de la política exterior de Biden frente a Latinoamérica en el siguiente video:
POR LUIS CASTRO /