Un reporte informa del regreso del principal asesor de Bin Laden, fundador de Al-Qaeda, a la ciudad de Nangarhar, en Afganistán, país bajo control de Talibán.
El periódico emiratí The National difundió el lunes un vídeo que muestra a Amin al-Haq, la mano derecha de Osama Bin Laden, pasando en un vehículo por un puesto de control de Nangarhar, mientras es recibido con entusiasmo.
Al-Haq, de 61 años, fue una figura clave del grupo terrorista Al-Qaeda en la década de 1990 y se desempeñó como jefe de seguridad de Bin Laden cuando este se escondió en las montañas Tora Bora, cerca de la frontera con Paquistán, después de la invasión liderada por Estados Unidos en 2001.
Al-Haq fue arrestado en Paquistán en 2008, pero fue liberado en 2011. Se dice que formaba parte de una comisión para la liberación de militantes detenidos antes de que los talibanes tomaran el control de Kabul, capital afgana, el 15 de agosto.
Michael Smith II, analista sobre terrorismo y experto en grupos extremistas, afirma que Al-Haq era conocido como una figura simbólica entre los extremistas que apoyaban a Al-Qaeda.
“El regreso deliberado de Al-Haq a Afganistán es para demostrar la fuerza y permanencia de Al-Qaeda y significa que se puede sobrevivir a una guerra global con unos enemigos equipados con recursos y tecnología superior”, aduce Smith.
A su juicio, este tipo de eventos explica por qué ha sido tan difícil declarar a los talibanes una organización terrorista respecto a los intereses estratégicos a largo plazo de Estados Unidos y sus aliados en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), así como de muchos Estados en la región del oeste y el sur de Asia.
Al respecto, Abdul Sayed, un experto independiente sobre extremismo, política y seguridad en la región de Afganistán y Paquistán, sostiene que incluso, antes de la captura de Kabul, nunca hubo separación entre Talibán y Al-Qaeda.
“Tienen una estrecha amistad y tienen una relación más profunda que antes del 11 de septiembre [de 2001].
Se apoyan plenamente el uno al otro. Los líderes talibanes siempre han dicho que no se han comprometido en las negociaciones políticas con Estados Unidos a que Al-Qaeda o cualquier otro grupo o individuo no esté autorizado a operar en Afganistán.
Los talibanes solo garantizaron que Al-Qaeda no usaría territorio afgano contra Estados Unidos y sus aliados. Al-Qaeda formará parte de la profundidad estratégica del gobierno talibán en el futuro”, ha aseverado.
El colapso de Afganistán ocurrió poco después de que comenzara la fase final de la retirada de las fuerzas norteamericanas, que a la cabeza de la OTAN invadió este país en 2001.
La guerra más larga de la historia de Estados Unidos inició con el pretexto de erradicar a los talibanes y termina, regalándoles el poder en Kabul, ahora mucho más fuertes que hace veinte años.
Según estima el proyecto “Costos de Guerra” de la Universidad Brown, en el estado estadounidense de Rhode Island, la invasión de Estados Unidos a Afganistán segó la vida de más de 241 000 personas, entre ellas al menos 72 000 civiles.
El mismo estudio informa que los contribuyentes estadounidenses gastaron 2,26 billones de dólares en esta guerra.
https://www.hispantv.com/noticias/afganistan/498158/alqaeda-bin-laden-taliban