El 19 de junio de 1930, hace 91 años, se llevó a cabo una de las batallas más importantes del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, liderado por el General Augusto C. Sandino. Una batalla que fue una victoria más del EDSNN contra el intervencionismo yanqui en Nicaragua.
General Sandino, su regreso a Nicaragua
En mayo de 1929, el General Augusto C. Sandino, emprendió un largo y complicado viaje a México en busca del apoyo del presidente Emilio Portes Gil. Cruzó Honduras, El Salvador y Guatemala, entrando a México el 25 de junio.
Le acompañaron durante su estadía en México, el Capitán Gregorio Urbano Gilbert (colombiano), Teniente Rubén Ardila Gómez (colombiano), Agustín Farabundo Martí (salvadoreño), Capitán José de Paredes (mexicano), General Francisco Estrada (nicaragüense), Coronel Sócrates Sandino (nicaragüense).
Para el General Sandino, esta misión diplomática, fue una terrible batalla moral, viajó entre brumas, utilizando los seudónimos de Toribio Pérez y Crescencio Rendón, hasta llegar a Veracruz, donde la población lo recibió con entusiasmo. Continuó hacia Mérida donde mantuvo una intensa actividad escribiendo colaboraciones para el Diario de Yucatán, concediendo entrevistas, redactando manifiestos, enviando correspondencia a gobiernos latinoamericanos, constantes reuniones con dirigentes sindicalistas y políticos, al mismo tiempo que fortalecía su relación con la logia masónica.
Después de múltiples gestiones, llegó a la capital de México, el 28 de enero de 1930, reuniéndose con Portes Gil a principios de febrero, en el Castillo de Chapultepec, una ocasión que el ex presidente mostró poco interés en los proyectos de Sandino.
Después, reflexionando sobre la actitud del presidente Portes Gil, se percató que había una trama para mantenerlo cautivo en México mientras en Nicaragua se desarticulaba el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Ante esto decidió regresar a Nicaragua a intensificar la lucha anti intervencionista.
El 2 de Abril salió de México, el 16 de Mayo ingresó secretamente a Nicaragua y el 10 de junio ya estaba en las montañas segovianas, en el cerro El Tamalaque, informando de los resultados de su viaje
El General Sandino, durante su estadía en México, nombró como jefe militar del EDSNN al General Pedro Altamirano, “Pedrón”, el leal campesino nacido en el año de 1870 en Suní, municipio de San Rafael del Norte, departamento de Jinotega. Uno de los más próximos lugartenientes del General Sandino, fiel a la causa libertaria hasta su muerte a traición en 1937.
El ejército sandinista había disminuido su actividad, pero se mantenía activo y en sus hogares los campesinos soldados, estaban prestos a responder a un nuevo llamado. Era un ejército en alta permanente que fue llamado a una nueva campaña en 1930. .
Batalla en Saraguasca
En Junio, bajo el mando del General Pedro Altamirano, se libró una ofensiva victoriosa contra las tropas yanquis y la Guardia Nacional. El 6 de Junio de 1930 se combatió en El Tamarindo, el 19 de Junio en Saraguasca.
La histórica Batalla de Saraguasca, en el departamento de Jinotega, fue muy importante, porque marcó el retorno del General Sandino, de manera impactante.
Fue una brillante victoria del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, liderada en el campo de batalla por el General de División Pedro Altamirano.
En el parte de guerra, el General Sandino, enalteció esta acción de armas, en la que se enfrentaron dos razas, una queriendo imponer su supremacía y la otra defendiendo el derecho de: Patria y Libertad.
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