Klaus Schwab, director de Foro Económico Mundial de Davos, ha ganado relevancia internacional haciendo del Great Reset (la Gran reinicialización) uno de los principales temas de trabajo del Foro.
El alemán Klaus Schwab fue alumno del ex secretario de Estado Henry Kissinger en la Escuela de Gobierno de Harvard.
Después, en los años 1970-1980, Schwab fue uno de los directores de la firma Escher-Wyss (posteriormente absorbida por Sulzer AG), que desempeñó un importante papel en el programa sudafricano de investigación nuclear, desarrollado bajo el régimen del apartheid y en violación de la resolución 418 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Con ayuda del vicepresidente de la Comisión Europea encargado de los temas económicos, Raymond Barre –ex primer ministro francés y miembro de la Comisión Trilateral–, Klaus Schwab creó un círculo de jefes de empresas que se convirtió lo que se conoce como el Foro Económico Mundial de Davos. El cambio de denominación se realizó con ayuda del Center for International Private Enterprise (CIPE), la rama patronal de la National Endowment for Democracy (NED) –que sirve a su vez de pantalla a la CIA.
Es por eso que, en 2016, Schwab aparece registrado en el Grupo de Bilberberg –órgano de influencia de la OTAN– como funcionario internacional, aunque nunca lo ha sido oficialmente.
Nacido en una familia de colaboradores nazis, el alemán Klaus Schwab dice ser «transhumanista» y promotor de la «globalización equitativa».
Según su leyenda familiar, Klaus Schwab es hijo de un general de la Wehrmacht (a la derecha en la imagen), o sea del ejército de la Alemania hitleriana, general que recibió condecoraciones no sólo por su participación en las dos Guerras Mundiales sino también por su acción en el Imperio Otomano y en Turquía durante el genocidio contra los cristianos, principalmente contra los armenios.