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Patio trasero en Oriente Medio: ¿cómo EEUU castigaría a Arabia Saudí?



La Liga Árabe ha respaldado a Arabia Saudí en su rechazo al informe de los servicios de inteligencia de Estados Unidos que responsabiliza a los dirigentes del país, y al príncipe heredero Mohamed bin Salman personalmente, del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi.

El secretario general de la organización, Ahmed Aboul Gheit, declaró que "la prerrogativa de hacer comparecer a los responsables del caso Khashoggi corresponde exclusivamente a las autoridades judiciales saudíes".

Tras el informe de la agencia de inteligencia, EEUU inmediatamente impuso sanciones a 76 ciudadanos del reino, aunque el propio príncipe heredero, considerado por muchos como el dirigente real del país, no estaba en la lista, ya que este paso sería demasiado atrevido y supondría "una ruptura total de las relaciones con un aliado clave de Estados Unidos en Oriente Medio", escribe la columnista de Sputnik Irina Alksnis.

Al mismo tiempo, los altos cargos del Partido Demócrata en el Congreso y los medios de comunicación estadounidenses más influyentes, como The New York Times, insisten en la necesidad de castigar al príncipe. Sea como sea, las medidas anunciadas por Washington son solo el principio, ya que el presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido "cambios significativos" en su política hacia Arabia Saudí.

"Washington nunca se ha hecho ilusiones sobre las peculiaridades del sistema estatal y político de Arabia Saudí, pero eso nunca ha impedido que ambos países fueran socios estratégicos durante muchos años", continúa la columnista.

Sin embargo, la brusca reacción a las acusaciones de Estados Unidos no solo por parte de Riad, sino también de otros países del golfo Pérsico y de toda la Liga Árabe, donde Arabia Saudí ni siquiera es muy popular, da a entender que esta vez Oriente Medio espera acciones más agresivas por parte del país norteamericano.

"Para la nueva Administración estadounidense, Arabia Saudí es el objeto perfecto para demostrar la eliminación del legado de la política exterior del anterior presidente. En primer lugar, esto se aplica al enfoque enfáticamente empresarial de Trump en cualquier asunto, libre de dogmas ideológicos", explica Alksnis.

Un fenómeno fundamentalmente nuevo para Estados Unidos

Aunque no es la primera vez que EEUU usa la retórica de los derechos humanos, la democracia y el liberalismo en su política exterior. Antes siempre fue nada más una herramienta que se utilizaba en los momentos convenientes y se ignoraba cuando era inapropiada. Por eso, "Arabia Saudí y muchos otros países muy alejados de los ideales democráticos permanecieron durante años en el estatus de amigos y aliados de Estados Unidos", destaca la columnista.

Pese a que recientemente la ideología liberal de izquierda ha ganado tanta influencia que intenta transformarse de herramienta en una verdadera fuerza, el principal problema, después de todo, no es la ideología, sino los recursos. 

Durante décadas, Oriente Medio fue el principal campo de pruebas geopolíticas de Estados Unidos, donde se mantenía un alto nivel de conflictividad para extraer todo lo posible de la región, explica Alksnis.

Lo extraño es que uno de los principales resultados de la presidencia de Donald Trump fue la reducción de las tensiones en la región y la mejora de las relaciones entre los Estados vecinos, a pesar de las numerosas crisis, incluso militares, que han estallado a lo largo de sus cuatro años de mandato. Por ejemplo, los llamados acuerdos de Abraham —testimonios únicos de normalización de relaciones entre Israel y un país árabe— fueron un acontecimiento histórico.

El expresidente solucionó los problemas en Oriente Medio de una forma muy fácil: reorientó los principales esfuerzos de confrontación geopolítica y de búsqueda de recursos necesarios para su país hacia otras direcciones: en primer lugar, China y Europa. Después de eso, la región tuvo una oportunidad para respirar un poco, opina Alksnis.


"Excepto que ahora los demócratas están de vuelta en la Casa Blanca y su nueva iniciativa antisaudí insinúa inequívocamente que están dispuestos a devolver a Oriente Medio el estatus de patio trasero favorito de Estados Unidos, con todos sus habituales atributos y consecuencias sangrientas.

No es de extrañar que la perspectiva haya enfurecido a casi todos los países de la región, incluidos los que tradicionalmente no sienten simpatía por Riad", concluye la columnista.

https://mundo.sputniknews.com/20210301/patio-trasero-en-oriente-medio-como-eeuu-castigaria-a-arabia-saudi-1109365819.html

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