Las protestas no autorizadas en la jornada de las elecciones presidenciales en Bielorrusia estaban controladas desde Polonia, la República Checa y el Reino Unido, declaró el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
"Hemos detectado llamadas desde Polonia, el Reino Unido y la República Checa, controlaron a nuestras, perdón, ovejas: no entienden lo que hacen y por eso dejan que los controlen", declaró el mandatario, citado por la agencia Belta, en una reunión con el jefe de la misión observadora de la Comunidad de Estados Independientes, Serguéi Lébedev.
Lukashenko aseguró que desde allí siguen exigiendo que la gente salga a la calle y negocien con las autoridades la entrega voluntaria del poder.
Añadió que en las protestas también están involucradas fuerzas de Rusia y Ucrania.
"Es decir, Lukashenko, que está a la cabeza de la vertical del poder, a la cabeza del Estado, al haber obtenido el 80% de los votos, debe cederles voluntariamente el poder. Las ordenes vienen de allí", afirmó.
El mandatario comentó a Lebedev que le "agradaría oír comentarios o reparos, si hubo alguno durante la campaña electoral".
También declaró que en las últimas 24 horas, a muchas personas se les negó la entrada a Bielorrusia por razones de seguridad, ya que llevaban documentos falsos y la mayoría no pudo explicar los motivos del viaje.
"Pero aun así, vagueaban por la noche, intentaban agredir a los muchachos de la policía, y en algunos momentos les atacaron pero los chavales resistieron con dignidad y respondieron", expresó.
Según el mandatario, a raíz de las protestas resultaron heridos unos 50 civiles y unos 30 agentes.
El 9 de agosto Bielorrusia celebró las elecciones presidenciales.
De acuerdo a la Comisión Electoral Central, el actual presidente Alexandr Lukashenko acaparó el 81,35% de los votos.
Le siguió la opositora Svetlana Tijanóvskaya con el 8% de los sufragios.
Mientras, la sede electoral de Tijanóvskaya anunció que la oposición no reconoce los resultados electorales oficiales y que, según los datos de los colegios electorales, Tijanóvskaya acumuló entre el 70 y el 80% de los votos.
Tras el cierre de las mesas electorales, numerosas personas se echaron a la calle en Minsk y otras ciudades para expresar su descontento con el recuento oficial, lo que derivó en enfrentamientos con la Policía, que usó granadas aturdidoras, gases lacrimógenos, cañones de agua y hasta balas de goma para dispersar a los manifestantes.
Decenas de personas fueron heridas y llevadas a hospitales.