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Ecuador entró de lleno a una crisis de imprevisibles consecuencias. El #paro general de transporte ha encendido la llama de un descontento generalizado que llevaba meses incubándose.

La decisión del presidente #LenínMoreno de retirar los subsidios a los combustibles parece ser la gota que ha derramado el vaso. Los #transportistas convocaron a una huelga general que empezó a las cero horas de hoy.

No había llegado la hora tope y el Puente de la Unidad Nacional y la Vía a Daule ya habían sido cerrada en #Guayaquil. No hay bus urbano en ninguna parte del Ecuador, salvo aquellos que están bajo dependencia directa de los municipios como la Metrovía y la Aerovía.

Los taxistas han plegado parcialmente y las unidades que trabajan, junto con vehículos improvisados ayudaron a la movilización de los trabajadores. 

Por ello en las primeras horas de la jornada, la derecha, el gobierno y los empresarios cantaron victoria al ver que el ausentismo de la fuerza laboral era casi nulo.

En Guayaquil las avenidas Quito y Machala fueron bloqueadas por taxistas que fueron duramente reprimidos por el gobernador Pedro Pablo Duart, que lideró en persona y con helicóptero sobrevolando el operativo de despeje. La brutalidad fue tal que periodistas han sido heridos en este lugar y en Quito.

Hay vías cerradas y protestas en todas las provincias. En la capital los manifestantes quieren llegar a Carondelet. Los gritos ya son “fuera Lenín fuera” o “Moreno traidor”.

Y en Guayaquil, como la policía está demasiado ocupada velando por la libre circulación, se han registrado saqueos en la vía Perimetral. Duart ya ha enviado militares, pero los videos que circulan en redes disparó el miedo de los empresarios. 

Por su cuenta, ellos han decretado media jornada. El paro que supuestamente había fracaso parece que triunfó a las 14:00 de hoy cuando en el centro del puerto principal los almacenes empezaron a cerrar las puertas.

El presidente, atrincherado en Carondelet, le tocó decidir. Fiel a la historia política ecuatoriana hizo lo que todo mandatario hace cuando se encuentra en estas circunstancias: declaró el estado de excepción con un discurso bastante risible que apelaba a su valentía.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, visiblemente cansada, salió a explicar la medida. No se han suspendido derechos, todavía, pero impedirán “la paralización de servicios públicos y el cierre de vías”. El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, utilizó jerga bélica para decir que los militares harán a partir de ahora.

Los transportistas mantienen el pulso: han prometido que el paro es indefinido y para esta tarde hay nuevas convocatorias de marchas en las principales ciudades de la república. 

El problema para el gobierno es que cada vez más esta protesta no es para defender los subsidios, es contra el Gobierno y su política. El conflicto escala y el país se come las uñas.

Mesa Servida

https://republicadelbanano.com/2019/10/03/moreno-acorralado-desafia-a-los-ecuatorianos-y-llama-al-ejercito-para-que-lo-protejan/?fbclid=IwAR11kaaaGn-fru4TKwPdMTAHZ_9HHKSftG4MOVdpxICBx5Cy9iPOLMf0FVk

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