La muerte violenta de Magdaleno Meza demuestra que las cabezas visibles del Instituto Nacional Penitenciario, Rosa Gudiel y German McNeil, tienen una cuota de responsabilidad sobre el crimen del socio del exjefe narco Tony Hernández y cuya confesión iba a comprometer al cabecilla del régimen nacionalista Juan Orlando Hernández.
La forma en la que murió Meza viene a confirmar las investigaciones realizadas por este periódico en mayo anterior de que su cabeza costaba 10 millones de lempiras ya que tenía demasiada información sobre los enlaces del Ejecutivo con el cártel de los hermanos Valle Valle en el trasiego de toneladas de cocaína rumbo a EE.UU.
Gudiel y McNeil tenían total y completo conocimiento de que la vida del ahora occiso corría peligro dentro del penal de ultra alta seguridad de Ilama y jamás hicieron caso a los reclamos del apoderado Carlos Chajtur, por lo que se convierten en cómplices de la trama que acabó con la existencia de Meza.
De hecho, un vídeo filtrado desde el presidio demuestra que hubo complicidad de los dos funcionarios y de mandos de las FFAA en el sentido que se introdujeron armas de fuego para cumplir con la misión de asesinar al privado de libertad.
MUERTE POR ENCARGO. El vídeo evidencia que los custodios distrajeron al fallecido mientras uno de ellos, cubierto con una capucha, procedió a abrir el portón de donde salieron los miembros de una pandilla y le dispararon hasta matarlo al instante, mientras que los otros implicados, en apariencia, atemorizan a los que se encontraban junto al difunto; en el pabellón contiguo se encuentran alojados los miembros otra pandilla la que permaneció cerrada todo el tiempo.
Fuentes de total confianza a las que accedió este periódico indican que Meza se encontraba asignado al pabellón de los reos comunes o paisas y que el procedimiento para el traslado y resguardo de los prisioneros fue ilegal, por lo que confirman que hubo dolo, premeditación, alevosía y ventaja ya que el sujeto encapuchado abrió el portón a sabiendas de que habían paisas en el pasillo del penal el Pozo y que debieron retornarlos al sitio donde se encuentran bajo custodia.
Sobre la agresión, el vídeo sugiere que los pandilleros ya tenían instrucciones precisas para matar con saña a su víctima, pues el incidente duró menos de un minuto y tras consumarlo retornaron al pabellón.
A pesar de que todo apunta a una muerte por encargo, el subjefe del Instituto Nacional Penitenciario, German McNeil, dijo que el crimen de Meza «no está vinculado al caso de las narcolibretas que se mencionaron en el juicio de Tony Hernández. Es un hecho aislado».
¿POR QUÉ MATARON A MAGDALENO? Nery Orlando López Sanabria sabía muchas cosas sobre los narconegocios de Tony y cuántos millones de dólares recibió Juan Orlando Hernández o Versace como se le identificaba en las narcolibretas que fueron confiscadas por la unidad antinarcóticos del Ministerio Público y cuya copia tiene la DEA y a la que accedieron los equipos de investigación de Radio Globo y ConfidencialHN en la que se constatan cuánto dinero recibió el jefe de Estado por permitir el trasiego de toneladas de cocaína rumbo a EE.UU.
Cabe recordar que en el juicio que contra Tony en el tribunal federal de Nueva York, la DEA pudo comprobar que Meza fue el principal operador logístico y financiero del cártel de los Valle Valle y como pagó sobornos a las fuerzas de seguridad y defensa para permitir el tránsito de estupefacientes; entregó dinero a figuras clave de las FFAA para apagar los radares y se permitiera el tránsito de aviones con toneladas de cocaína que tenían como destino México y posteriormente EE.UU.
Sobre el tema, otras fuentes a las que recurrieron ambos medios comentaron que el apagado del escudo aéreo y marítimo era denominado la hora feliz, ya que podían transitar por el país incuantificables cantidades de aviones que eran descargados en inhóspitas regiones. El hecho de silenciar al potencial extraditable era una cosa de urgencia, tanto para Hernández, el régimen que dirige y las fuerzas de seguridad y defensa que fueron colaboradores eficaces del narcotráfico.
En las libretas, que mantiene escondidas la jefa antinarcóticos Soraya Cálix, se especifica con claridad que Hernández sí recibió dinero del cártel Valle Valle y en el caso de que Tony hubiese sido absuelto por los demás delitos, el hecho de que apareciera en los reveladores documentos, sería declarado culpable y con una pena fija de 30 años de prisión y, la muerte de López Sanabria implica callar a una voz que pondría en jaque al régimen nacionalista, por lo que su posible extradición a EE.UU. fue bloqueada por la justicia y la fiscalía a fin de que no llegara a contar intimidades del negocio que entabló con Tony.
La funcionaria accedió a la caleta del detenido donde se hallaron armas y joyas junto a los apuntes que comprometen a los Hernández, ya que está especificado el pago de comisiones, las personas que participaron en el transporte de dinero por trasegar los cargamentos de cocaína, pero prefirió hacer la vista gorda y enviar el caso a secretividad para evitar la filtración de datos que podrían colocarla en una posición muy incómoda.
Además, tiene en su poder los vaciados telefónicos y mensajes de la red de mensajería instantánea WhatsApp, la dama tampoco contaba que estos arrojaron una compleja información que terminó de complicar al exdiputado oficialista ante las autoridades estadounidenses. En la investigación publicada por ConfidencialHN, concluye que Cálix -pariente de Mario José Cálix Hernández, Cubeta- ocultó todo para estropear cualquier investigación.
ARMAS PARA MATAR A SOCIO DE TONY. El arma utilizada para matar a Magdaleno es de uso oficial ya que el sicario que lo mató se vio obligado a utilizar dos cartuchos de municiones a fin de rematarlo, según se pudo constatar mediante fuentes independientes. La pistola, que sería una Glock, fue introducida en complicidad con miembros de las FFAA, la flamante Fuerza Nacional de Control de los Centros Penales -creada en noviembre de 2018 por Hernández- y deja en evidencia de cómo se fue constituyendo una conspiración para acabar con el archivo viviente de cómo los hermanos Juan Orlando y Juan Antonio sí tuvieron relación con el narcotráfico.
Chajtur denunció en febrero anterior el ingreso de una granada que fue introducida en el recto de un recluso y que sería utilizado para ultimar a Meza dentro de la cárcel en la que estuvo recluido. “Los controles en Ilama (están fallando, no es posible que encuentren granadas, armas de fuego, armas cortopunzantes en el centro insigne del sistema penitenciario”, dijo el litigante en aquella ocasión.
Hernández, apasionado por su fallida política penitenciaria, está en la mira de la justicia de EE.UU. ya que habría recibido fuertes sumas de dinero de Meza mientras Tony se dedicaba a enviar toneladas de cocaína rumbo a la nación del norte, por lo que sería el principal benefiario de la muerte del operador estrella de los Valle.
VENGANZA IMPARABLE. Por tanto, el principal beneficiario de la muerte de Meza es el mismo ocupante del palacio José Cecilio del Valle ya que se extingue la causa penal formulada en Honduras contra el operador de los Valle Valle; no obstante, este hecho marca un giro hasta peligroso porque podría desatarse una persecución sin límites contra los cabos sueltos que aún están en el país, entre ellos Cubeta, y sería de proporciones impredecibles.
¿Quiénes más están en peligro de ser ejecutados? El exalcalde de Yoro, Arnaldo Urbina Soto, quien purga condena por blanqueo de capitales y que está pedido en extradición podría ser la siguiente víctima a ejecutar para ir silenciando voces que serían incómodas para Hernández, quien busca mantenerse a toda costa aferrado a la titularidad del Ejecutivo -y resguardado por las FFAA- porque sabe que es su única protección ante una segura persecución penal de EE.UU.
Asimismo, se manda un brutal mensaje a la oposición en el sentido que sus vidas corren peligro en caso de ir de frente contra el régimen en la aspiración de desplazarlo de la presidencia e iniciar una transición hacia la democracia.
Por tanto, Juan Orlando Hernández como Rosa Gudiel y German McNeil siempre supieron que Magdaleno Meza siempre estuvo en riesgo, tenían total conocimiento de los movimientos que realizaba dentro del presidio y que en cualquier momento sería ultimado, cuando pudieron movilizarlo a otra cárcel o unidad militar donde estaría con vida y con opciones de ser entregado a EE.UU.
Además, se desmonta la tesis oficialista de que el supuesto narcotraficante murió en una riña como se pretendió ver desde los primeros minutos que ocurrió el crimen dentro del penal el Pozo, del que Hernández se jacta de ser uno de los más seguros. La intervención que está realizando la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina) dentro de esa cárcel se reduce a un concepto: control de daños.
Desde luego, en este crimen hay un gran ganador: la impunidad.