La cadena, perteneciente al grupo Clarín, es una de las principales armas mediáticas de la política norteamericana de recolonización
El 4 de abril el canal de noticias argentino TN perteneciente al grupo Clarín (una de las principales armas mediáticas de la política norteamericana de recolonización en el sur del continente americano), puso al aire un trabajo que titularon “Telenoche en Cuba” y que mostraría como es el sistema de salud en el país en donde se trata Florecia Kirchner, hija de los ex presidentes argentinos Nestor Kirchner y Cristina Fernandez.
En un burdo montaje del equipo periodístico que habría ingresado en forma ilegal a Cuba, consultada la Embajada en Argentina informan que ningún periodista de canal 13 y TN del grupo Clarín solicitaron visas de periodistas, y se puede apreciar en el rudimentario equipo utilizado para las filmaciones, atacan al sistema de salud cubano mostrando reportajes a quienes se pretende presentar como usuarios del sistema cuando en realidad son connotados miembros de la oposición a la Revolución, pertenecientes a organizaciones que son financiadas por la CIA a través de la USAID (United States Agency for International Development) y la NED (National Endowment for Democracy) en la aplicación de los programas para desestabilizar y agredir al pueblo cubano.
En primer lugar la reportera explica que deciden viajar a Cuba para ver como es el sistema de salud cubano, ya que Florencia Kirchner había decidido tratarse en la Isla, iniciando allí las falsedades del relato, afirma sin sonrojarse que la medicina cubana no es la misma para los ciudadanos locales que para los extranjeros que la pagan, hay que empezar mintiendo de entrada si vas a construir una fake news de éste estilo y que requirió semejante inversión.
Luego filma a Ivan García Quinteros, cubano autodenominado periodista independiente, en las puertas del hospital Calixto García, emblema hospitalario de La Habana, puede verse el historial de García Quinteros en la página web de “Radio Televisión Martí”, engendro periodístico que presta un servicio de radio y televisión internacional en español financiado por el gobierno de los Estados Unidos que transmite hacia Cuba impulsando la subversión contra el modelo socialista, en ella figura como periodista en Cuba Press, Diario de Cuba e incluso colaborador en la web de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa).
¿Alguien puede pensar que un contrarevolucionario confeso defendería el sistema de salud en Cuba (aunque la salud cubana sea mundialmente reconocida por su nivel técnico, avances científicos y alcance generalizado a toda la población) y que fuera hallado por una periodista argentina de un medio hegemónico por casualidad en las puertas de un hospital?
Pero la patraña informativa no quedó ahí, el siguiente reporteado, que denostaba al sistema de salud cubano, lo fue en el Malecón, el también denominado escritor independiente Jorge Olivera Castillo, que es un opositor que ya fuera condenado en el año 2003 por delitos contra el Estado y desarrollar actividades subversivas al servicio de potencias extranjeras (EE.UU), actuando contra la independencia o la integridad territorial del Estado y de colaborar con medios extranjeros para desestabilizar el país. Sus trabajos han sido publicados en editoriales relacionadas a las mafias de Miami, a las derechas española y checa.
También visitó la Argentina, invitado por el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL), ONG financiada para sus acciones al servicio de la inteligencia estadounidense contra los gobiernos progresistas de la región por la Atlas Economic Research Foundation, con sede en Washington, el Instituto Timbro de Suecia, la Konrad Adenauer Stiftung, la USAID, la NED y el Directorio Democrático Cubano con sede en Miami entre otras organizaciones.
Debe haber tenido mucha suerte la periodista de encontrarse a Olivera Castillo para el reportaje, aunque éste no sea un especialista en la salud, indudablemente trata de salvar la situación realizando un pobre montaje con otro personaje que habla de espaldas, diciéndose funcionario de un hospital, que afirma que mantiene el anonimato para no ser sancionado, aunque sus características físicas serían fácilmente reconocibles por sus allegados o compañeros de trabajo.
En varios pasajes se hace mención a la falta de medicamentos que no son de fabricación cubana, es decir, que deben importarse, aunque en ningún momento analizan las causas posibles, ni siquiera enuncian el cruel y genocida bloqueo al que está sometida la Isla por más de 58 años por parte de los EE.UU y que tanto daño ha causado al desarrollo cubano y a la población, con el solo objetivo de destruir la Revolución.
Ni una palabra sobre las nuevas sanciones impuestas con la aplicación del artículo III de la ley Helms-Burton que recrudecen ese calvario.
Tampoco intenta comparar datos relacionados al sistema de salud de Cuba con Argentina, por ejemplo la cantidad de médicos cada mil habitantes, Cuba tiene 7.7 mientras que en Argentina son solo 3.8 los galenos por cada mil habitantes, o los datos de la mortalidad infantil, donde Cuba ha logrado en 2018 el índice más bajo de su historia 3,963 de c/1000 nacidos vivos, en Argentina apenas contamos con los datos del año 2017, que ya daban 9,7 de infantes muertos, mucho más del doble de los registrados en Cuba, tampoco se compara que porcentaje de su presupuesto destina Cuba a la Salud, casi triplica el de Argentina.
Éstas falsedades son producto de una nueva campaña de desprestigio y ataque contra Cuba, siguiendo los principios definidos por John Bolton, el consejero de Seguridad Nacional de Donald Trump, que calificara como “troika tiránica” a Venezuela, Nicaragua y Cuba, viendo los EE.UU que en esos países existe “el peligro de ideologías venenosas sin control” deseando “ver como cada punta de ese triángulo cae”, es en éste contexto que el multimedio Clarín monta esta operación mediática apuntando a dos ejes políticos, el interno: intentando desprestigiar la figura de Florencia Kirchner para erosionar a su madre en vista a las próximas elecciones y el externo: donde se alinea incondicionalmente a la nueva política imperial norteamericana de recolonización, para lo cual intenta minar la tan ganada credibilidad del sistema de salud cubano . Ni Clarín ni EE.UU lo lograrán.
Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires.
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