El expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) acusó en entrevista con Sputnik al actual mandatario de su país, Lenín Moreno, de haber cedido a las presiones de EEUU para levantar el asilo del ciberactivista Julian Assange a cambio de un préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Moreno ofreció entregar a Assange a cambio del apoyo financiero de EEUU y es lo que ha ocurrido; logró un acuerdo con el FMI por millones de dólares. (…) EEUU tiene poder de veto sobre el Fondo Monetario, o sea que puede impedir cualquier ayuda financiera; está claro el pacto de Ecuador con Estados Unidos", dijo Correa a Sputnik.
Correa dijo que hay pruebas del acuerdo entre EEUU y Moreno y mencionó que el 30 de mayo de 2017 el presidente de Ecuador se reunió con el exjefe de campaña del presidente de EEUU, Donald Trump, Paul Manafort.
"Moreno adquirió el compromiso de entregar a Assange desde el inicio de su Gobierno. Tuvo una reunión con Manafort y los testigos dicen que Moreno ofreció entregar a Assange a cambio del apoyo financiero de EEUU; recordemos que ahora Manafort está preso por corrupto", agregó Correa.
El mes pasado, el FMI anunció la aprobación de un préstamo a Ecuador por 4.200 millones de dólares, de los cuales ordenó un desembolso inmediato de 652 millones.
El expresidente Correa, que está enemistado con su excorreligionario Moreno, comentó también las visitas realizadas a Ecuador por el vicepresidente de EEUU, Mike Pence.
En esas ocasiones, Moreno se habría comprometido a "ayudar a aislar a Venezuela, dejar impune a (la corporación petrolera) Chevron, una compañía que destruyó media selva amazónica, y entregar a Assange", acusó Correa.
Correa especuló con que el mandatario ecuatoriano tomó la decisión de retirar el asilo a Assange luego de que WikiLeaks publicara documentos sobre la supuesta relación de Moreno con una empresa opaca, INA Papers.
"Lo que descontrola a Moreno, lo que le hace perder la cabeza y acelerar los procesos es que WikiLeaks publica un caso de corrupción que es indefendible. Moreno se va a ir preso; a pesar de que tiene toda la complicidad de la prensa, el caso es tan grave que tiene los días contados", dijo Correa.
El expresidente señaló que la empresa INA Papers fue registrada en 2012 cuando Moreno todavía era su vicepresidente, y cuando en el Gobierno "luchábamos a nivel mundial contra las "offshore", contra los paraísos fiscales".
Correa señaló, por otro lado, que tenía diferencias con la conducta del ciberactivista Julian Assange, pero defendía su libertad por una cuestión de derechos humanos.
"Yo no estoy de acuerdo totalmente con lo que hizo Assange; nosotros no le otorgamos el asilo porque aprobamos todo lo que hacía (…) nosotros no estamos diciendo que todo lo que haga Assange sea legal, esté bien (…); nosotros defendemos a Assange porque estamos defendiendo derechos humanos fundamentales, como es el de tener un proceso justo", dijo el expresidente.
"Correa señaló que durante su Gobierno tuvo "entredichos con Assange", sobre todo en cuanto a intervenir en las elecciones de EEUU en 2016.
"Eso no era correcto; pero no por eso lo iba a entregar a los leones o a sus verdugos. Lo que nosotros hicimos en ese momento fue llamarle la atención a Assange, porque somos muy respetuosos de la soberanía de cualquier país.
Se estaba inmiscuyendo en las elecciones presidenciales estadounidenses; como tampoco nos gusta que se metan en nuestros asuntos cuando éramos Gobierno, no me hizo caso y le cortamos el Internet", agregó.
El 19 de octubre de 2016 Ecuador reconoció que restringió temporalmente el acceso al sistema de comunicaciones de su Embajada en Reino Unido con el fin de que Assange no interfiriera en el proceso electoral de EEUU.
El asilo concedido en 2012 a Assange fue "para garantizar derechos fundamentales, no para evadir a la justicia.
¿Cuáles eran los derechos fundamentales que estaban en riesgo? Dos meses nos tomamos para analizar el caso Assange: el derecho fundamental a tener un proceso justo y el derecho a la vida", explicó Correa.
En su opinión, Assange ya había sido "condenado" por la prensa de EEUU y los "halcones" de la política exterior de ese país querían castigarlo con la pena de muerte.
"La pena de muerte es rechazada por todos los tratados de derechos humanos, empezando por la Convención Interamericana de Derechos Humanos, continuando por la Constitución de Ecuador. Por eso se le otorgó el asilo, para defender los derechos fundamentales de Julian Assange.
No justificamos todo en nombre de la información, los periodistas deben ser responsables", agregó Correa.
El exmandatario, además, cuestionó la persecución judicial contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, mientras esta no existe contra los medios que publicaron los documentos secretos filtrados.
"Hay una doble moral terrible", dijo Correa para añadir que "Assange obtuvo la información, pero los que la publicaron fueron el New York Times y El País; si el supuesto delito es difundir información confidencial, ¿por qué no se meten con esos medios? Porque quieren hacer el efecto de demostración, cortar por la parte más débil de la cadena que es Julian Assange."
Correa admitió que los Estados deben mantener secreta cierta información por razones de seguridad nacional, pero “no pueden encubrir crímenes de guerra”.
Es el caso de los documentos secretos del Pentágono filtrados por WikiLeaks en 2010, que mostraron ataques indiscriminados contra civiles en Irak y Afganistán.
Además, el exmandatario aseguró que la decisión del Gobierno de Ecuador de revocar la condición de asilado que gozaba el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pone en duda el respeto de ese país al estatuto del asilo.
"¿Usted cree que algún ciudadano va a buscar asilo en el Ecuador después de lo que acaba de hacer (el presidente Lenín) Moreno? Le digo más, ¿cree que algún ciudadano va a buscar asilo en algún país latinoamericano después de lo que ha hecho el Gobierno ecuatoriano?", cuestionó Correa.
"Lo que ha hecho Moreno marca un precedente, nos ha humillado a todos; nadie va a confiar en un país latinoamericano, es indignante lo que ha hecho. Esto pasará a la historia como una muestra de traición", dijo Correa.
Correa cuestionó asimismo a las autoridades de su país por permitir que la policía británica ingresara a “suelo ecuatoriano”, pues la detención se llevó a cabo dentro del edificio de la embajada, de la que Assange salió esposado, lo cual atenta contra el derecho internacional y la Constitución ecuatoriana, según el expresidente.
© REUTERS / HENRY NICHOLLS
“Si Moreno realmente hubiera querido proteger a alguien, se le llama la atención, se le insiste, se le busca otro lugar, pero no se busca cualquier pretexto para entregarlo a su verdugo como ha hecho el Gobierno ecuatoriano”, agregó.
Assange, fundador de WikiLeaks, fue despojado el 11 de abril del asilo que le proporcionaba la embajada de Ecuador en Reino Unido, detenido por la policía británica y condenado por incumplir una orden de arresto de 2012.
La detención de Assange se hizo también "en el nombre de las autoridades de Estados Unidos" que presentaron una solicitud de extradición para juzgar al ciberactivista australiano por la presunta comisión de delitos de intrusión informática.
El Departamento de Justicia de EEUU sostuvo en su imputación que los cargos que deberá enfrentar Assange tienen una pena máxima de cinco años de prisión.
Assange se refugió en la sede ecuatoriana en junio de 2012 tras perder todas las apelaciones contra la extradición que Reino Unido se aprestaba a cumplir, accediendo al pedido de la fiscalía sueca que lo requería para juzgarlo por presuntos delitos sexuales.
El ciberactivista rechazaba su extradición alegando que Suecia lo entregaría a EEUU, donde podía enfrentar la pena capital por haber publicado miles de documentos filtrados que eran secreto de Estado.
Los cargos contra Assange en Suecia prescribieron en 2017, pero el Reino Unido se negó a levantarle la orden de arresto, que la policía británica hizo efectiva el 11 de abril.