Venezuela, su gobierno y su pueblo van de victoria en victoria en un marco para nada favorable y enfrentando nada menos que a Donald Trump y sus secuaces del Cartel de Lima más los furgones de cola que representan la gran mayoría de los países de la Unión Europea.
No, no es un balance triunfalista sino lo que realmente está ocurriendo. Ha pasado el famoso “día D” y lo que para muchos “expertos” en prever desgracias iba a desencadenar por lo menos una intervención militar, fue reemplazado por un acto de agresión desde Colombia con la ayuda de lúmpenes pagados y protegidos por el gobierno y las fuerzas policiales de Iván Duque.
Ellos que juraban a quienes los quisieran oír que la mal llamada “ayuda” iba a entrar sí o sí, quedaron totalmente pegados al incendio cometido por sus “muchachos” de los camiones con los que intentaban entrar a suelo venezolano. Como bien recordó el presidente Nicolás Maduro este martes:
“Ni pasaron, ni pasarán”, ya que el pueblo bolivariano de Táchira y sus alrededores hicieron de escudo humano junto a la Guardia Nacional Bolivariana para defender la soberanía nacional.
Claro que el terrorismo mediático sigue dibujando el mundo al revés y donde se ve a un guarimbero cargando con gasolina una botella con una mecha para después arrojarla contra los chavistas, dibujan que se trata de unos “jóvenes que se defienden de la agresión de las huestes del dictador Maduro”.
Pero más allá de tratar a sus receptores como imbéciles, lo innegable que Trump, Duque y el resto saben de qué se trata y que ese “día D” se les quedó en olor a chamusquina y poco más. No hay dudas: primer gran triunfo frente al descaro y la prepotencia del imperio y el dueto Uribe-Duque.
Luego vino lo de la reunión del Cartel de Lima junto al títere Juan Guaidó y el gringo Mike Pompeo. “Ahora sí”, se relamían los escuálidos venezolanos en sus guaridas lujosas de los barrios caraqueños del Este.
Esta vez nada impediría, pensaron, acabar con el “régimen”, de la mano de una intervención directa. Era para ilusionarse, no lo dudamos, ya que se trataba de una tertulia entre “iguales”, todos ellos acostumbrados a las relaciones carnales con quienes mandan en Washington.
Sin embargo, se quedaron en palabrerío y un comunicado recurrente que a las pocas horas ya era papel mojado. Ninguno se anima a ordenar a que sus ejércitos se pongan de furgón de cola de los marines, porque saben que sus pueblos no lo tolerarían.
Ni Bolsonaro ni Duque, por nombrar a los más fascistas, dieron luz verde a lo que les pedía Pompeo. Otra importante victoria venezolana por donde se la mire.
Finalmente, este martes, se volvió con el tema al Consejo de Seguridad de la ONU, a partir de lo resuelto el lunes por los buitres de Lima.
Y allí, otra vez, la gran figura fue el canciller Jorge Arreaza, quien no solo defendió la posición venezolana sino que después de denunciar la conspiración permanente que sufre su país incitó a todos los componentes del Consejo a que rechacen la intervención militar que tanto anhela EE.UU.
Luego hablaron todos los del frente derechista y fascistoide repitiendo el sonsonete de pedir “elecciones libres” pero se dieron cuenta que ya por solo ello (insistir en un libreto gastado e imposible), estaban otra vez perdiendo la “batalla”.
Tal cual, se fueron si resolver casi nada, y la diplomacia venezolana se anotó un nuevo tanto.
Conclusión: cada día que el presidente legítimo Nicolás Maduro sigue en su cargo y la Revolución goza de buena salud, es un enorme triunfo no solo para Venezuela sino para todos los pueblos que sufren la ofensiva imperialista.
Ya no le será fácil al colérico Trump decidir una invasión como acariciaba su representante Elliot Abrahams. No son los tiempos en que con la ayuda del Reino Unido y Francia más la OTAN decidían descargar bombas sobre Iraq, Afganistán y Libia.
Ni sus propios aliados incondicionales lo aceptarían y de hecho ya lo han manifestado en todas las reuniones. Por ello es imaginable que aumenten aún más el bloqueo y la guerra económica, pero ese es otro tema.
Grave pero no imposible de superar y para que esta táctica criminal no tenga el efecto deseado deberá jugar un papel fundamental la solidaridad internacional, algo que esta semana se discutió a fondo en la reunión de la Asamblea Internacional de los Pueblos que deliberó en Caracas.
Además, no olvidemos que para poner más nervioso al gobierno estadounidense, respaldando a Maduro y el proceso que comanda, están Rusia, China, Irán, India y hasta los camaleones turcos.
Lo dicho: habrá más batallas seguramente, porque el imperio está obsesionado con el petroleo, el coltan, el gas y el oro venezolano, pero ha quedado demostrado que cuando se le planta cara como lo ha hecho el pueblo de Bolívar y Hugo Chávez y su dirigencia revolucionaria se puede parar al monstruo e incluso hacerlo retroceder. No es un dato menor, y por eso hay que festejarlo.
http://www.resumenlatinoamericano.org/2019/02/27/maduro-y-el-pueblo-venezolano-dan-ejemplo-y-siguen-venciendo/