Es evidente que en Nicaragua las redes sociales han sido utilizadas para viralizar #FakeNews (noticias falsas), cuyo incremento se disparó desde los acontecimientos de Indio Maíz y las Protestas De Abril.
En las últimas semanas se registraron nuevamente algunos repuntes con algunas manipulaciones y mentiras fabricadas desde el afán de sembrar miedo y caos.
Si ésta ha sido la tónica de las redes sociales, nos surgen las siguientes preguntas:
¿Cómo es posible que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH considerara a las redes sociales como elementos claves para elaborar su informe?
¿Cuán veraces pueden ser los datos recogidos a partir de publicaciones falsas hechas desde cuentas impersonales y sesgadas, para acusar al Estado de Nicaragua de “crímenes de lesa humanidad”?
¿A quién le está haciendo el juego el GIEI y la CIDH?
¿Cuán profesional puede ser el trabajo realizado basando una gran parte de ese informe que no incluye los testimonios de centenares de sandinistas que fueron asediados, amenazados, expuestos en las redes sociales y que en la realidad fueron retenidos, secuestrados, golpeados, lesionados, torturados por grupos opositores?
¿A qué intereses está respondiendo el GIEI?
Falta mucho más por descubrir de esta mega conspiración internacional contra el Gobierno de Nicaragua y el sandinismo.
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