Arseny Roginsky fue el fundador de “Memorial”, una fundación anticomunista dedicada en cuerpo y alma a denunciar el terror rojo en la URSS, naturalmente financiada por el imperialismo estadounidense. En 2017, cinco años antes de morir, confesó que había falsificado las cifras de la represión stalinista simplmente porque siempre vivió de ello.
Hasta aquí no hay nada nuevo; Roginsky era otro mercenario más que ejercía por todo el mundo de “experto” en la materia. No obstante, a diferencia de otros, Roginsky accedió a la documentación original de la represión en la época soviética, respecto de la cual concluyó lo siguiente:
“Según mis cálculos, durante todo el período soviético de 1918 a 1987, según los documentos que se conservan, se debe concluir que 7.100.000 personas fueron detenidas por las agencias de seguridad del estado en todo el país.
Y eso incluye a los detenidos por bandidaje, mercado negro, falsificación y muchos otros delitos”(1).
El balance de Roginsky es de 7 millones en 70 años de historia, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que sólo el año pasado el FBI detuvo a más de 10 millones, sin contar a otros departamento de policía y en una época de paz en Estados Unidos que contrastan con 70 años de revueltas, guerras civiles, guerras mundiales y guerras frías en la URSS.
En la URSS la represión política se ejerció contra organizaciones fascistasl, como las del ucraniano Stepan Bandera, que luchó con la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial y que siguió combatiendo hasta la década de los cincuenta.
Más de 150.000 fascistas ucranianos murieron combatiendo y otros 100.000 fueron detenidos (2).
La policía soviética también persiguió y detuvo a muchos yihadistas en las montañas del Cáucaso y Asia Central, pero lo interesante es destacar que los servicios secretos estadounidenses armaron y abastecieron a los fascistas ucranianos y bálticos, mientras que los británicos se encargaron del apoyo a los yihadistas.
El año pasado Estados Unidos no tuvo un problema semejante, ni siquiera parecido, por lo que cabe concluir que la famosa represión soviética fue un episodio insignificante de la historia y las cifras reales son aún muchísimo más bajas si se tienen en cuenta otros documentos.
Por ejemplo, en 1954 la Fiscalía informó a Nikita Jruschov que 2,5 millones de personas habían sido encarceladas durante todo el período soviético, incluidos 600.000 presos condenados a muerte (3).
Víctor Zemskov, que ha estudiado las actividades de los diversos órganos de seguridad del Estado entre 1921 y 1954, descubrió que en ese período 650.000 personas habían sido condenadas a muerte, de las bastante no habían sido ejecutadas, mientras que 2.300.000 habían sido condenadas a penas de prisión (4).
Al final de su vida Roginsky no concluyó sino que confesó la farsa de su vida: “Ahí está el cálculo final de siete millones para todo el período soviético.
¿Qué debería haber hecho con este descubrimiento?
La opinión pública dice que sólo entre 1937 y 1939 hubo doce millones de detenciones; yo pertenezco a esta sociedad, vivo entre esta gente, soy uno de ellos. Sabía que no me creerían.
Y en segundo lugar, habría significado que todo lo que nos habían dicho sobre los números hasta ahora estaba mal.
Y dejé todos mis cálculos a un lado por mucho tiempo; y el tiempo para decir estas cosas aún no ha llegado”.
Si; el tiempo para decir la verdad ha llegado y ha pasado de largo, porque la verdad es revolucionaria y el engaño no conduce a ninguna parte.
(1) http://old.memo.ru/d/124360.html
(2) https://topwar.ru/17965-nkvd-protiv-upa-voyna-posle-pobedy.html
(3) http://school.rusarchives.ru/bolshoj-terror/dokladnaya-zapiska-generalnogo-prokurora-sssr-ra-rudenko-ministra-vnutrennikh-del-sssr-sn-kruglo