Estados Unidos está preocupado por la creciente influencia de Rusia en América Latina, así lo declaró el secretario de Estado del país norteamericano, Rex Tillerson.
La doctrina estadounidense supone que esta región debe tener relaciones solo con Washington, aseguró el politólogo Yuri Svétov en entrevista con Sputnik.
"Estados Unidos siempre ha considerado a América Latina su 'patio trasero'. Su doctrina ha supuesto que esta región debe tener relaciones exclusivamente con Washington.
Durante la época de la Guerra Fría, la URSS mantuvo relaciones con Cuba, pero en general la situación era difícil, ya que casi todos los demás países estaban gobernados por dictaduras militares", explicó.
Después de la disolución de la URSS, Rusia, de hecho, terminó su presencia en América Latina. Solo hace unos años empezó el proceso de restablecimiento de las relaciones entre Moscú y los países de esta región.
Al mismo tiempo, Pekín también ha estado ampliando de manera activa su presencia en América Latina y África. China desarrolla vínculos económicos con la región al considerar los países que forman parte de ella como un mercado para sus productos y esto le preocupa a Estados Unidos, expuso Svétov.
"Pero Estados Unidos, a su vez, avanza por todas partes: por los países exmiembros del Tratado de Varsovia. Asimismo, varios Estados exsoviéticos, que habían ganado su independencia, ahora se han convertido en 'países clientes' de Washington", declaró.
"Creo que es la manera de expresar la posición dura de Washington: EEUU sigue con su proyecto del muro fronterizo con México, pero continúa considerando a Latinoamérica su 'patio trasero'", agregó Svétov.
Anteriormente, el secretario de Estado del país norteamericano, Rex Tillerson, afirmó que la 'creciente influencia de Rusia' en la región causa preocupación ya que el país euroasiático "continúa vendiendo armas y equipamiento militar a regímenes hostiles que no comparten o respetan los valores democráticos".
https://mundo.sputniknews.com/americalatina/201802021075952332-latinoamerica-influencia-cooperacion-moscu-pekin/