Marco Rubio y los halcones republicanos saben que regresar a la prohibición completa de viajar a Cuba, mantenida durante décadas, sería altamente antipopular.
Todo parece indicar que, ahora, la táctica elegida es llevar el miedo a los hipotéticos visitantes.
Y para ello cuentan con la ayuda, consciente o inconsciente, de potentes agencias y medios internacionales.