El 1 de septiembre de 1992, en la costa del Pacífico de Nicaragua se produjo uno de los fenómenos naturales históricamente más desastrosos del país.
Una ola destruyó una franja estrecha de la costa, dejando destrucción general.
Todo parecía ser una noche traquila, pero no fue así.
El reloj marcaba las 06:16pm, cuando un terremoto de magnitud preliminar 7.6Ms sacudía el litoral del Pacífico, horas más tardes la magnitud calculada se estimó de 7.8Mw; el sísmo no fue sentido tan fuerte por la población, apenas se sintió y muchas personas comentaban "fue un temblor", por lo tanto, la sacudida sísmica no pudo servir como elemento de alerta a la población; sin embargo, lo peor no había ocurrido y estaba a pocas horas de suceder.
Entre las 7:00 y 7:30 de la noche, una gigantesca ola se aproximaba a la costa con altura de 4mts, pero al llegar a la playa obtuvo altura de 8 y 10mts.
Por el impacto del fenómeno, la zona costera sufrió múltiples efectos económicos y humanos. Más de 170 personas perdieron la vida, en su mayoría niños; restaurantes, instalaciones portuarias, al menos 1,300 casas y 185 barcos de pescas fueron destruidos.
El tsunami entró 1km tierra adentro en Masachapa al igual que en El Tránsito.
En ese momento no hubo ningún preaviso, aunque el tsunami ocurrió 45 minutos después del sísmo. En ese tiempo todavía no existía la red sísmica de INETER, las únicas dos estaciones sísmicas existentes detectaron el maremoto, pero nadie estuvo presente esa noche en INETER para procesar la información, tampoco existía un sistema de alerta.
La vieja estación mareográfica en Corinto sobrevivió el impacto de la ola y la registró.
La causa del tsunami fue un llamado (terremoto lento), que tuvo una enorme magnitud, eso significa que la energía liberada fue aproximadamente mil veces mayor que la del terremoto que destruyó Managua en 1972.
El origen del maremoto de 1992 ocurrió en la zona del contacto de las placas Cocos y Caribe que cambian el fondo del mar con movimientos verticales.
Además, un detalle interesante es que el maremoto fue, en cierta forma pronosticado por sismólogos estadounidenses y nicaragüenses en 1981, "un sísmo de magnitud mayor a 7.5 ocurrirá en el Pacífico de Nicaragua, y provocará un posible tsunami" es lo que se dijo en un primer momento, pero nadie sabía la hora ni el lugar exacto en que ocurriría.
Los terremotos no se pueden pronosticar con exactitud, solamente se puden hacer proyecciones según las investigaciones científicas.
Hoy en día, la RSN de INETER cuenta con un sistema de alerta temprana contra tsunami para salvaguardar la vida de las personas, se trabaja las 24hrs, y de ocurrir un maremoto la red daría aviso entre los 10 a 15 minutos del evento, para que la población evacue de inmediato las costas dejando sus pertenencias para salvar sus vidas, eso quiere decir que en los próximos 25 a 30 minutos llegaría el tsunami.
Si la RSN de INETER hubiese existido en 1992, seguramente muchas personas habrían sobrevivido a esa tragedia.
Hoy, el INETER está organizando un taller científico en conmemoración al terremoto y tsunami de 1992. En el taller se encuentran varios científicos de la región, además, se está abordando la discusión sobre el proyecto científico
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