Desde mediados del 2015 la llama de la indignación se apagó agudizando la desmovilización popular, a pesar de la compleja situación social que atraviesa el país. Honduras por primera vez en la historia está a las puertas de una reelección presidencial, escenario que consolida el proyecto dictatorial del presidente Juan Orlando Hernández, así lo creen diversos sectores.
Desde que se planteó la posibilidad de aprobar la reelección, los sectores políticos salieron al paso denunciando y criticando a nivel de medios de comunicación y posturas públicas. Nunca pasaron del discurso a una lucha organizada a través de la movilización.
Estos vacíos han obligado a un conjunto de organizaciones a dar el paso al frente y promover un espacio de aglutinación popular que salga a las calles a luchar contra la reelección y más allá de eso, a preparar un proyecto de oposición que se puede extender incluso después del proceso electoral.
“Estamos preparándonos para lo que viene después del proceso electoral, el modelo neoliberal se sigue implantando y fortaleciendo en el país, y la lucha no solo debe ser en el plano electoral, urge revivir un espacio consecuente”, dijo Carlos H. Reyes, dirigente sindical y popular y también integrante de la Convergencia Ciudadana contra el Continuismo.
La Convergencia es una plataforma donde se encuentran varias organizaciones que tienen el objetivo de revivir la esencia del movimiento popular por fuera de cualquier interés político electoral. “Estamos llamando como convergencia a que nos sumemos todos los viernes a las movilizaciones de los indignados no solo para luchar contra el continuismo sino por todos los problemas que afectan el país”, dijo Reyes.
Para Carlos H. Reyes las condiciones actuales del movimiento social no son las mismas que en el pasado y se debe a varios factores, uno, la agresividad del plan neoliberal y otro las malas decisiones de quienes han estado al frente de los procesos, en ese sentido recordó la experiencia de la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), un ente que articuló varias luchas, trasladándolas a la movilización permanente.
“La base del Frente Nacional de Resistencia Popular, fue la coordinadora, después del golpe del 2009 todo eso se perdió porque le pusieron una bandera popular a ese movimiento, y en realidad fue un grave error que llevó a desmovilizar a todos los sectores”, amplió el dirigente.
En este momento Honduras se encuentra entre el continuismo y los destellos de soberanía. Desde la Convergencia consideran que la única forma para detener la reelección es mediante la movilización popular, no hay otra alternativa. “todo dependerá de la capacidad de juntarse y tomar conciencia sobre este aspecto de luchar contra la reelección”.
Por su parte el escritor Julio Escoto cree que estamos en un momento agudo en el país, el reciente anuncio de representantes del Partido Nacional, que aseguraron que al menos para este proceso electoral no se aprobarán reformas electorales, tiene en alarmas a los integrantes de la Alianza de Oposición.
“Sin reformas, el proceso de noviembre será fraudulento, no cabe duda”, dijo Escoto, por tal razón manifestó que urge un cambio diametral a la apuesta del movimiento para hacerle frente a la reelección.
“La dictadura se para con métodos de presión popular, desde la manifestación pacífica, declaremos una huelga general en el país, un paro de todos los sectores, es la forma más efectiva para detener esta situación”, argumentó Escoto.
El escritor dice que si en Honduras cuando se empezó a hablar de reelección se hubiera hecho frente con más agresividad, quizá en este momento la reelección no estaría en el menú electoral de noviembre. “Si nosotros hubiéramos sido más fuertes, como pueblos o ciudadanos reclamando, exigiendo que no nos violen los derechos habría más democracia”.
Por ahora el panorama electoral y social se calienta, la Convergencia hace el llamado a la población a retomar el camino de la movilización popular y no a poner sus esperanzas en la plataforma electoral.
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