Sin duda que no constituye una novedad el hablar de la opresión, del colonialismo, sin embargo, si lo es leerlo de la pluma de tan grandes periodistas como lo fueron Marx y Engels en su tiempo, dedicados no solamente a informar, sino a interpretar los acontecimientos de su época, labor de contenido no menos revolucionario que la elaboración de sus grandes obras teóricas o su labor de dirigentes de la clase obrera de su tiempo.
Con esa fluidez tan propia de los grandes fundadores de la teoría revolucionaria del proletariado, Marx y Engels nos desvelan una situación y una época, nos hacen vivir un periodo histórico, nos ayudan a comprender mejor los entretelones de la conducta de los gobiernos imperialistas inglés y ruso, y nos confirman una vez más y mejor que en la política de los grandes imperios europeos hacia los pueblos dominados siempre se halla, como razón de ser y de justificación histórica, los intereses económicos, las leyes generales del desarrollo del capitalismo, no sólo ávido de riquezas, sino necesitado de mercados para sus mercancías y de inversiones para sus excedentes de capital-dinero.