Las principales ciudades brasileñas amanecieron en un clima de paro, aunque en San Pablo y Río hubo transportes. Rechazo a la flexibilización y cambios en leyes previsionales
La huelga general convocada para este viernes contra la reforma laboral del presidente Michel Temer comenzó con una paralización total de transporte en Brasilia y otras ciudades, mientras que en San Pablo y Río de Janeiro la adhesión es dispar, con transportes funcionando pero con bloqueos de calles por parte de manifestantes.
El aeropuerto internacional de San Pablo, en Guarulhos, fue blanco de la protesta: su vía de acceso fue bloqueada por manifestantes, aunque el movimiento de los vuelos se mantiene dentro de la normalidad, según informó la autoridad aeroportuaria Infraero.
El paro nacional fue convocado por las centrales sindicales contra la reforma laboral que impulsa el gobierno de Temer, a quien se le pide la renuncia del cargo y contará con manifestaciones convocadas en San Pablo, Brasilia, Rio de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre, Salvador y otras capitales estaduales.
El Frente de Trabajadores Sin Miedo, con un millar de personas, bloquea las vías de acceso al aeropuerto de Congonhas (de vuelos domésticos) en la ciudad de San Pablo.
Las refinerías de Petrobras están paralizadas por parte del sindicato de petroleros y afines a lo largo de todo el país.
Los manifestantes ingresaron al aeropuerto de Congonhas y realizan manifestaciones al grito de "Fuera Temer" en el hall principal de la estación aérea, principal centro de conexión de los vuelos domésticos de Brasil (hub).
En la capital federal, Brasilia, la paralización es total, con el transporte adhiriendo a la huelga.
La policía prepara el perímetro de seguridad frente a las manifestaciones de protesta que se preparan contra el plan económico del gobierno de Temer, que ha enviado al Congreso proyectos de flexilibilización de los contratos laborales y la reforma del sistema jubilatorio.
En Río de Janeiro y Sao Paulo el funcionamiento en los trenes, metro y autobuses era considerado dentro de la normalidad porque no adhirieron los sindicatos del transporte en esos dos distritos.
El movimiento sindical lleva adelante la segunda huelga general contra Temer luego de la del día 28 de abril. Pero esta vez las centrales sindicales no aparecieron unidas, ya que Fuerza Sindical y UGT, con gran representación en el transporte de San Pablo y Río, decidieron no hacer huelga y sí manifestaciones puntuales.
En San Pablo, la policía lanzó gases contra bloqueos con barricadas de fuego realizadas en la Avenida Sao Joao e Ipiranga, la esquina más famosa del centro de la mayor urbe sudamericana.
Varios puntos de acceso a San Pablo están bloqueados, con largas filas de vehículos, en esta ciudad con 7 millones de vehículos registrados.
Movimientos sociales bloquearon también rutas de acceso en Porto Alegre y San Pablo, como la autopista Anchieta, principal vía de acceso al Puerto de Santos, el mayor de América Latina.
La mayoría de los bancos y fábricas metalúrgicas en el país también están siendo afectados por la alta adhesión a la huelga.
En Salvador, Bahía, la principal capital del nordeste, la paralización es total.
La televisión mostró las calles vacías de la capital bahiana, con la adhesión total del transporte.
"Los paros y manifestaciones son los instrumentos que estamos usando para presionar y tener una negociación más seria con Brasilia, que no perjudique a los trabajadores", afirmó Carlos Gonçalves, secretario general de Força Sindical.
Cifras de desempleo
Entretanto, el instituto de estadísticas IBGE señaló que el desempleo había caído en mayo y que el número total de parados había pasado de 14 millones a 13,8 millones.
Aunque los analistas afirman que aún es pronto para hablar de "tendencia", se descuenta que el dato será utilizado por el gobierno para justificar su agenda de reformas en el marco de una caída del PIB de 3,8% en 2015 y de 3,6% en 2016.
El PIB del primer trimestre de este año creció un 1% respecto al trimestre anterior, pero el gobierno y los mercados rebajaron últimamente sus proyecciones para 2017 a menos de 0,5%, en gran parte debido a las incertidumbres políticas.
El conservador Temer, que asumió el cargo en 2016 tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff, tiene una popularidad de apenas 7% y su acción está en gran medida enfocada a sobrevivir a los escándalos que amenazan su mandato y salpican a buena parte de sus ministros y sus aliados.
Denuncia en ciernes
La Cámara de Diputados recibió el jueves la denuncia por corrupción pasiva que la Fiscalía General presentó contra el presidente, y a partir de este viernes empiezan a correr las 10 sesiones para que la defensa de Temer presente sus alegatos.
La Cámara debe determinar si el Supremo Tribunal Federal (STF) puede abrir un proceso contra el mandatario, el primero de la historia de Brasil en ser inculpado durante el ejercicio de su mandato.
El oficialismo cuenta con una holgada mayoría en la Cámara baja, donde decenas de legisladores están siendo investigados por corrupción, y Temer confía en evitar que 342 diputados (dos tercios de los 513 escaños) voten a favor de la apertura del proceso.
"Es un momento delicado, grave, que exige responsabilidad, distancia e independencia", dijo Rodrigo Pacheco, presidente de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara (CCJ), que analizará la denuncia antes de someterla al plenario.
El fiscal general, Rodrigo Janot, acusó a Temer de recibir un soborno de 500.000 reales (150.000 dólares) de la empresa JBS, la mayor procesadora de carne del mundo. La policía fotografió a Rodrigo Rocha Loures, exdiputado y uno de sus asesores más cercanos, recibiendo una maleta con ese dinero y lo arrestó a finales de mayo.
Janot afirma que ese dinero estaba destinado a Temer, aunque el presidente lo niega categóricamente.
Una eventual delación premiada de Loures, que empieza a ser rumoreada en medios locales, complicaría mucho las cosas para el debilitado mandatario.
Fuente: Tiempo Argentino
http://acciondirectachile.blogspot.com/2017/07/brasil-paro-nacional-contra-reformas.html