El 22 de mayo del año 1979 se cumplen 37 años del asesinato brutal de mi hermano: ALEJANDRO NICOLAS ABURTO RUIZ, el número cuatro de mis hermanos y el cuarto de ellos integrados en la búsqueda de un sueño , en honor a su sufrimiento y entrega a la lucha por una causa justa quiero compartir con Uds. un extracto del escrito narrativo que consigna un hecho real, esperando que sirva para dar a conocer a héroes anónimos que cayeron en la lucha pre-insurreccional, con la finalidad de que los jóvenes de las nuevas generación conozcan el actuar de la genocida guardia somocista dirigida por el dictador de turno: Anastasio Somoza García y contrapuesto a esto la actitud valiente de la Juventud de la época de los años 70 .
Las torturas infligidas son reales recabadas a través del tiempo.
Estando en León en Mayo del año 79 como miembro de un equipo que tenía como tarea organizar y preparar fuerzas para la batalla final, tarea que había quedado inconclusa por la masacre de unos jóvenes que se habían tomado la Iglesia del Calvario como forma de lucha y denuncia, eran momentos en que rugían las armas de la guardia criminal somocista defendiendo a la agonizante dictadura, y la de los MUCHACHOS que luchábamos por un sueño.
Llego a la casa de seguridad ubicada en el barrio El Laborío nuestro colaborador era el síndico municipal, me ataco una profunda ansiedad de buscar noticias -aunque lo hacía como costumbre- en uno de los periódicos de la época, solamente para encontrarme un artículo periodístico común en esa coyuntura política que me golpeo el corazón y todavía persiste en mi recuerdo.
NOCHE DE DOLOR Y MUERTE
Mayo del año 1979, era una tarde sombría tal como los días que la precedían, se escuchaban disparos de fusilería, de revólveres y estallidos fuertes de bombas de contacto y el ruido de patrullas del Becat , llegaba el anochecer tres jóvenes combatientes clandestinos del FSLN integrados a los Comandos Revolucionarios del Pueblo por la audacia demostrada en los operativos, su jefe era el niño héroe Roberto Prado “Pradito” caído posteriormente el 17 de Junio de 79 en la insurrección final en la Colonia Nicarao, caminaban por las calles de uno de los barrios orientales de Managua, la iluminación por el alumbrado público era escasa, estos Muchachos – así había bautizado el pueblo a los jóvenes integrados a la lucha popular - habían realizado un operativo militar en el sector de la Empresa de transporte Tica Bus, el operativo consistió en un acto de recuperación de dinero en efectivo y botas para los combatientes……..
….Las patrullas de la guardia somocista patrullaban todo el territorio nacional que se había convertido en un gran campo de batalla, los jóvenes del país se habían convertido en objetivo militar de la soldadesca somocista, en la Patria de Rubén y Sandino ser joven se había convertido en un delito grave y como muestra de esto están las fotografías dantesca que aparecían en los diarios -Novedades propiedad del Dictador y La Prensa perteneciente a la familia Chamorro- de jóvenes atrozmente asesinados en distintos puntos del país, los cancerberos cuidaban los intereses de Somoza y de la alta oficialidad de la guardia somocista.
DETENCION DE LOS MUCHACHOS
Los Muchachos estaban cenando cuando se presentaron dos patrullas de la genocida guardia somocista a la venta de fritanga, bajaron de las patrullas y entraron, miraban a todos los comensales, se dirigieron a los Muchachos los cachearon dándose cuenta que estos andaban armados.
- Jefe estamos en una fritanga aquí por el salinas y le informo que aquí tenemos a unos piricuacos andan armados, que hacemos con ellos?
- Bueno capturen a esos hijueputas y denles agua no los maten allí sí, sino que hay que llevarlos a un lugar donde los puedan interrogar sáquenles toda la información que puedan a esos comunistas que quieren darle el país a Cuba, ok?
El jefe dirigía desde una lujosa oficina donde tenía colgado de la pared un cuadro con una foto del dictador de turno, un pequeño bar de donde tomaba wiski a sorbos lentos se mantenía en estado de embriaguez u su respectivo radio comunicador, además una pistola Smith & wesson y una sub-ametralladora UZI y unas cuantas granadas de fragmentación-
Los guardias de la patrulla de los BECAT –Brigadas especiales contra actos terroristas- procedieron a llevar a los Muchachos al sector del Teatro Rubén Darío donde para ese tiempo lo habían convertido en el basurero Municipal, los Muchachos iban fuertemente amarrados de las muñecas y los brazos hacia atrás les decían todo clase de obscenidades además los golpearon todo el trayecto hacia el lugar de destino, ya en el lugar los bajaron a empujones y golpes.