Al parecer, ahora los aliados de Washington tienen que pagar un alto precio por garantizar su seguridad.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado que desea que Corea del Sur pague 1.000 millones de dólares por el sistema de defensa antimisiles THAAD recientemente desplegado en el país, informa Reuters.
Por su parte, el Ministerio de Defensa surcoreano ha dejado claro que es EE.UU. quien debe hacerse cargo de los costos de la operación, informa 'Korea Herald' citando un comunicado difundido por los militares del país. El ministerio ha sintetizado que no ha cambiado "la postura básica" según la cual el Gobierno surcoreano proporciona una ubicación para el sistema y todas las instalaciones necesarias mientras que EE.UU. se ocupa de instalarlo y operarlo.
El mandatario norteamericano también ha asegurado que quiere revisar o anular el "terrible" acuerdo comercial con Seúl, en referencia al tratado de libre comercio firmado entre ambos países en 2012.
Según los militares surcoreanos, el sistema de defensa antimisiles "se pondrá en servicio" muy pronto y mostrará que Corea del Sur y Estados Unidos tienen la "capacidad de afrontar las provocaciones" de Pionyang.
Seúl y Washington afirman que el único propósito del sistema THAAD es defenderse de los misiles norcoreanos. Sin embargo, Rusia y China en varias ocasiones han expresado su preocupación por el despliegue.
El THAAD es un sistema avanzado diseñado para interceptar misiles balísticos de corto, mediano e intermedio alcance durante su fase terminal de vuelo. Equipado con un radar de largo alcance, se cree que es capaz de interceptar los misiles balísticos intermedios de Pionyang.
Publicado por Enrique Sierra Mendoza