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¿Por qué EEUU ‘rodea’ a Rusia de laboratorios de ‘estudios’ biológicos?


Los expertos militares rusos sospechan que EEUU se dedica a desarrollar armas biológicas en el territorio de los países vecinos de Rusia, según indica el medio Vzglyad.

“Somos conscientes de que los estadounidenses tienen una serie de programas —incluso con nuestros vecinos— dedicados a la investigación en el campo de la biología. Así, su rechazo a establecer un mecanismo de supervisión de la aplicación de la Convención sobre Armas Biológicas y Toxínicas —la CABT— sugiere que estos estudios no son pacíficos”, afirmó el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, durante su intervención ante los estudiantes del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú.

Según el el jefe de la diplomacia rusa, EEUU bloquea las llamadas de Rusia para crear un sistema que se encargue de verificar la aplicación de los requisitos de la CABT.

En mayo de 2016, el Ministerio de Exteriores de Rusia presentó acusaciones similares contra EEUU. En aquella ocasión, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Ryabkov, sostuvo que Washington está intentando debilitar el régimen internacional de la prohibición de armas biológicas y construir su propia infraestructura biológica militar alrededor de Rusia.

“Washington construyó un laboratorio de microbiología de alto nivel de protección en el pueblo de Alekséevka, en las afueras de Tiflís, y estableció allí una unidad de investigación médica militar”, detalló Ryabkov, además de añadir que “una instalación similar se está construyendo en Almatý, en Kazajistán”.

La receta militar del ántrax

El exresponsable del sistema sanitario de Rusia y asistente del jefe del Gobierno ruso, Guennadi Oníshenko, también apuntó a que EEUU está creando bases biológicas ofensivas alrededor de Rusia. Según el responsable, “el país norteamericano no cumple con los requisitos de la Convención desde hace mucho tiempo”.

“El primer ejemplo de esto se dio en septiembre de 2001, cuando se descubrió que el recetario militar del ántrax había sido desarrollado en laboratorios militares estadounidenses por el especialista de armas biológicas Bruce E. Ivins”, destacó Oníshenko.

Además, el experto señaló que Washington ya había establecido varios laboratorios biológicos en Georgia y Azerbaiyán y “está construyendo instalaciones similares en el territorio de Kazajistán y Ucrania”.

“Quisiera aclarar que son microbiólogos militares estadounidenses los que trabajan en estos laboratorios, lo que evidencia que estas instalaciones tienen un carácter militar, porque normalmente los especialistas civiles se encargan de la lucha contra epidemias”, comentó.

Según indicó Oníshenko, los laboratorios de EEUU disponen del nivel más alto de protección, son capaces de trabajar con los virus más peligrosos y ocupan áreas bastante grandes para almacenar grandes cantidades de biomasa, algo que sugiere que “estas instalaciones son laboratorios militares donde se desarrollan armas ofensivas”.

Los extraños brotes de epidemias

En 2013, Oníshenko instó a examinar las actividades de la llamada base de Lúgar —el Centro de Investigación de la Sanidad Pública de Richard Lúgar, ubicado en Georgia— por no descartar la posibilidad de que el brote de peste porcina africana que se desencadenó en aquel momento estuviera vinculado con las investigaciones de los estadounidenses.

“El objetivo del laboratorio secreto de EEUU es desarrollar recetarios capaces de ayudar a desestabilizar la economía y la situación política en Rusia”, afirmó Oníshenko.

En febrero de 2016, el exresponsable sanitario de Rusia afirmó que la aparición de mosquitos transmisores del virus del Zika en Abjasia también podría ser consecuencia de las actividades llevadas a cabo por los expertos estadounidenses de la misma base.

Oníshenko no es el único en suponer que EEUU lanza ataques biológicos en el territorio de Rusia. El experto militar ruso y exmiembro de la comisión de la ONU sobre Armas Biológicas, Ígor Nikulin, destacó “que existen razones para creer que los virus de la peste porcina africana, el SARS, nuevas formas modificadas de la gripe y las últimas epidemias guardan relación con las actividades estadounidenses”.

Según Nikulin, sería posible disipar todas las sospechas solo tras restablecer la confianza mutua, algo que se podría lograr mediante inspecciones de los laboratorios con acceso restringido.

“¿Por qué no enviamos a nuestros especialistas a inspeccionar las actividades del Instituto Biológico contra la Peste de Odesa y el laboratorio de Lúgar cerca de Tiflís?”, se preguntó el experto al destacar que “así podríamos asegurarnos de que EEUU no está vinculado con la aparición de estas enfermedades en Rusia y los países vecinos”.

No obstante, enfatizó, los estadounidenses se oponen categóricamente a este tipo de inspecciones.

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