En este episodio de 'Keiser Report', Max y Stacy analizan desde Washington D. C., las elecciones presidenciales 2016.
Observan que el mundo político ha colapsado debido a los rescates y ahora tenemos como candidatos a la presidencia de EE. UU. a los políticos que más rechazo provocan de la historia moderna del país.
Además, analizan cómo surgen las más descabelladas teorías de conspiración contra Rusia camufladas de análisis político.
"En Europa y EE.UU. se publicaron diversos titulares sobre cómo Putin había 'hackeado' supuestamente los correos electrónicos de la Convención Nacional Demócrata con el objetivo de que Trump ganase las elecciones", comienza la copresentadora Stacy Herbert.
Esta cita un artículo del portal GlobalVoices en el cual se entrevista a "decenas de rusos pro-Kremlin y anti-Kremlin" que "se muestran unánimes" a la hora de responder a esta pregunta:
Esta cita un artículo del portal GlobalVoices en el cual se entrevista a "decenas de rusos pro-Kremlin y anti-Kremlin" que "se muestran unánimes" a la hora de responder a esta pregunta:
¿Por qué a los rusos les da igual Trump, Clinton y las filtraciones de la Convención Demócrata?
"Aunque esto tuviera algo que ver con el Kremlin en concreto, algo que personalmente dudo bastante (las teorías conspiratorias no tienen cabida en el siglo XXI), [Rusia] no ha encontrado la manera de sacarle partido", opina Anna Veduta, antigua portavoz de Alexéi Navalny, uno de los líderes más destacados de la oposición democrática rusa.
"¿Quién puede tomarse en serio esta teoría conspiratoria? Dejando a un lado toda la retórica y la campaña política, ¿qué tipo de persona seria podría cubrir y analizar una noticia similar?", se cuestiona Veduta.
La potente blogosfera de EE.UU.
Chris KeaneReuters
"Existe una enorme y potentísima blogosfera en EE.UU. que cuenta con poderosos escritores.
Por ejemplo, Glenn Greenwald es uno de los que ha estado luchando contra esta tendencia y no le ha dado ningún crédito a la noticia", explica Herbert.
Sin embargo, la copresentadora apunta que "el papel de los medios de comunicación pasa por cuestionar a Hillary Clinton, analizar sus mentiras, enfrentarse a ella y pedirle que nos dé pruebas de que Rusia ha 'hackeado' los correos, aún a pesar de que todo esto pueda provocar un gran escándalo, generar dudas entre los votantes y hacer que Trump gane".
"Pero los medios piensan de otra forma: 'no queremos que Trump gane, así que no vamos a cuestionar a Hillary Clinton'", denuncia Herbert.
Rusia o la culpa de todo
Damir Sagolj Reuters
"La fuerte reacción de Occidente se enmarca dentro de una tendencia reciente que consiste en echarle toda la culpa de los problemas de Occidente a Rusia y a Vladímir Putin, en concreto", apunta Denís Vólkov, una voz muy respetada por los medios de comunicación occidentales más progresistas.
Según Vólkov, actualmente son cada vez más las voces que afirman que "la crisis migratoria es culpa de Putin, quien estaría intentando desbancar a Angela Merkel" o que "Putin es personalmente responsable del 'Brexit'". "Según esta lógica, lo extraño sería que el presidente ruso no estuviera intentando influir en los resultados de las elecciones estadounidenses", bromea.
"Una vez más vemos cómo los rusos no le dan ninguna credibilidad a estas absurdas teorías conspiratorias.
Si fuese Alex Jones el que lo hiciese, toda la élite estaría riéndose y burlándose de ellas, pero en esta ocasión no lo harán porque forman parte de esa pequeña burbuja elitista que no quiere que Trump gane y para ello están dispuestos a dar por válida casi cualquier teoría", sentencia Herbert.